¿Puede la ketamina ayudar a tratar el TOC?

Los científicos estudian si la Ketamina ayuda ante casos difíciles de Trastorno Obsesivo-Compulsivo.

¿Puede la ketamina ayudar a tratar el TOC?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno de salud mental que afecta significativamente la vida diaria de quienes lo padecen. Se caracteriza por pensamientos intrusivos (obsesiones) y conductas repetitivas (compulsiones) que buscan aliviar la ansiedad que generan estos pensamientos. Aunque existen tratamientos efectivos, como la terapia cognitivo-conductual y los medicamentos inhibidores de la recaptación de serotonina, un porcentaje considerable de pacientes no responde adecuadamente.

Ante este panorama, investigadores han explorado la ketamina, un anestésico conocido por su rápida acción en trastornos psiquiátricos, como una posible alternativa para el TOC. Recientemente, un estudio ha arrojado resultados prometedores sobre su capacidad para reducir síntomas rápidamente y de forma sostenida en pacientes con TOC resistente. ¿Podría ser la clave para mejorar los tratamientos disponibles?

En este artículo veremos cómo la ketamina podría revolucionar el tratamiento del TOC y qué desafíos aún deben superarse antes de su uso generalizado en la práctica clínica.

¿Qué es el TOC y por qué es difícil de tratar?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos y recurrentes que generan ansiedad, mientras que las compulsiones son conductas repetitivas que la persona realiza para intentar aliviar esa ansiedad. Por ejemplo, alguien con miedo a la contaminación puede lavarse las manos repetidamente hasta causar irritación en la piel.

El TOC afecta aproximadamente al 2% de la población mundial y puede tener un gran impacto en la calidad de vida, interfiriendo con el trabajo, las relaciones sociales y las actividades cotidianas. Aunque los tratamientos estándar, como la terapia cognitivo-conductual y los medicamentos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, son eficaces para muchos pacientes, hasta un 40% de ellos no responde adecuadamente a estas intervenciones.

Esta resistencia al tratamiento puede deberse a la complejidad del TOC y su impacto en múltiples circuitos cerebrales, especialmente aquellos que están relacionados con el control de impulsos y la regulación emocional. Además, los tratamientos actuales suelen tardar semanas en hacer efecto, lo que puede desmotivar a los pacientes. Estas dificultades han llevado a la búsqueda de enfoques innovadores, como el uso de ketamina, para abordar el TOC resistente.

Ketamina: un enfoque novedoso en salud mental

La ketamina es un fármaco desarrollado originalmente como anestésico en la década de 1960, pero su uso se ha expandido en los últimos años debido a sus propiedades psicotrópicas y antidepresivas. Su capacidad para producir una acción rápida en el cerebro la ha convertido en una opción emergente para tratar trastornos psiquiátricos resistentes, especialmente la depresión mayor.

En términos de funcionamiento, la ketamina actúa sobre el sistema glutamatérgico, que es clave esencial para la comunicación neuronal. A diferencia de los antidepresivos tradicionales que modulan la serotonina, la ketamina bloquea los receptores NMDA del glutamato, promoviendo la liberación de factores neurotróficos que favorecen la plasticidad cerebral. Este mecanismo único permite un alivio rápido de los síntomas en personas con trastornos emocionales graves, a veces en cuestión de horas.

Los investigadores han comenzado a explorar su potencial en otros trastornos, incluido el Trastorno Obsesivo-Compulsivo. La hipótesis es que la ketamina podría interrumpir los patrones rígidos y repetitivos de pensamientos que caracterizan al TOC, permitiendo al cerebro formar nuevas conexiones y manejar mejor las obsesiones y compulsiones.

Sin embargo, la ketamina no está exenta de riesgos. Puede generar efectos secundarios disociativos, como una desconexión de la realidad o alteraciones perceptivas. Además, existe el riesgo de abuso y dependencia si se usa de una manera inapropiada. A pesar de estas preocupaciones, el creciente interés en su uso para el TOC refleja la búsqueda de soluciones más efectivas y rápidas para quienes no encuentran alivio con los tratamientos convencionales.

Estudio reciente: Ketamina para el TOC resistente al tratamiento

Un estudio reciente, dirigido por Ben Beaglehole y su equipo, investigó la eficacia de la ketamina en pacientes con TOC resistente al tratamiento. Se trató de un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con fentanyl con placebo activo. Los investigadores compararon los efectos de dos dosis de ketamina (0,5 mg/kg y 1 mg/kg) administradas por vía intramuscular frente a una dosis única de fentanyl (50 µg). Se incluyeron participantes de entre 18 y 50 años con TOC severo que no había respondido a tratamientos convencionales.

El estudio utilizó la Escala Obsesivo-Compulsiva de Yale-Brown (Y-BOCS) para medir la gravedad de los síntomas antes y después del tratamiento. Los resultados mostraron una reducción significativa y relacionada con la dosis en las puntuaciones de Y-BOCS para ambas dosis de ketamina en comparación con fentanyl. La mayor disminución de los síntomas se observó entre una y dos horas después del tratamiento, con efectos sostenidos hasta 168 horas después.

Sin embargo, la ketamina también provocó efectos secundarios disociativos y cardiovasculares en algunos participantes. Dos personas abandonaron el estudio debido a la incomodidad de estos efectos. A pesar de esto, la mayoría de los participantes toleró bien el tratamiento, lo que sugiere un potencial prometedor para el uso de ketamina en el manejo del TOC resistente.

Estos hallazgos subrayan la necesidad de más investigación para establecer un régimen de dosificación óptimo y comprender mejor la seguridad de un uso prolongado. Aunque son preliminares, los resultados sugieren que la ketamina podría ofrecer una alternativa rápida y eficaz a pacientes con TOC que no han encontrado alivio con otros tratamientos, un paso alentador en el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas en salud mental.

Ventajas y riesgos del uso de ketamina en el tratamiento del TOC

El uso de ketamina en el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) ofrece varias ventajas prometedoras, especialmente para aquellos pacientes que no responden a las terapias convencionales.

1. Acción rápida

Una de las principales ventajas es su rápida acción. Los efectos terapéuticos de la ketamina pueden manifestarse en cuestión de horas, en comparación con los tratamientos habituales, que suelen requerir semanas para mostrar resultados. Esto puede ser especialmente valioso para quienes experimentan un deterioro significativo en su calidad de vida debido al TOC resistente al tratamiento.

2. Plasticidad cerebral

Otra ventaja valiosa es la posibilidad de mejorar la plasticidad cerebral. Al actuar sobre los receptores NMDA del sistema glutamatérgico, la ketamina promueve la formación de nuevas conexiones neuronales, lo que podría ayudar a los pacientes a salir de los patrones rígidos de pensamiento obsesivo que caracterizan al TOC.

3. Riesgos potenciales

Sin embargo, la ketamina conlleva riesgos importantes. Los efectos secundarios más comunes incluyen la disociación, es decir, una sensación de desconexión de la realidad, y alteraciones perceptivas que pueden ser incómodas o incluso aterradoras para algunos pacientes. Además, su uso puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser problemático para personas con afecciones cardiovasculares preexistentes.

El riesgo de abuso y dependencia es otra preocupación. Aunque la ketamina se administra bajo estricta supervisión médica en contextos terapéuticos, su potencial adictivo no debe ser subestimado.

4. Necesidad de más estudios

Por último, todavía faltan estudios que evalúen los efectos a largo plazo del uso repetido de ketamina en pacientes con TOC. La comunidad científica y médica deberá continuar investigando para establecer pautas claras sobre la dosis, la frecuencia de administración y los protocolos de seguridad necesarios. A pesar de estos riesgos, los beneficios potenciales ofrecen esperanza a pacientes con TOC resistente al tratamiento.

El futuro del tratamiento del TOC con ketamina

A pesar de los resultados prometedores, el uso de ketamina para el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) todavía se encuentra en una etapa experimental. Los próximos pasos en la investigación deben ser cruciales para determinar si este fármaco puede convertirse en una opción de tratamiento estándar para pacientes con TOC resistente.

Uno de los principales desafíos es definir el régimen de dosificación óptimo. Aunque el estudio reciente mostró una reducción significativa de los síntomas con dosis únicas, no está claro cuántas sesiones serían necesarias para lograr un alivio duradero. Además, es fundamental investigar si los efectos beneficios de la ketamina se pueden potenciar combinándola con terapias cognitivo-conductuales, que siguen siendo el tratamiento de referencia para el TOC.

También es esencial evaluar la seguridad a largo plazo del uso de ketamina. Hasta ahora, la mayoría de los estudios se han centrado en los efectos inmediatos o a corto plazo, pero no se sabe si el uso prolongado puede aumentar el riesgo de efectos secundarios graves, dependencia o daño neurocognitivo.

Por otro lado, la ketamina abre una puerta interesante a la investigación de nuevos mecanismos en el tratamiento del TOC. Su acción sobre el sistema glutamatérgico puede inspirar el desarrollo de otros fármacos que aprovechen vías similares, pero con menos efectos adversos.

En resumen, la ketamina representa una esperanza real para quienes luchan contra el TOC severo. Con más estudios y protocolos claros, podría consolidarse como una herramienta clave en el manejo de este complejo trastorno.

Conclusiones

La ketamina ofrece una nueva esperanza para pacientes con TOC resistente al tratamiento, gracias a su acción rápida y su potencial para reducir síntomas severos. Sin embargo, sus riesgos y efectos secundarios requieren investigaciones más amplias para establecer pautas seguras y efectivas. Con más estudios, este fármaco podría convertirse en una herramienta clave en el manejo del TOC.

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Javi Soriano. (2025, febrero 19). ¿Puede la ketamina ayudar a tratar el TOC?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicofarmacologia/puede-ketamina-ayudar-a-tratar-toc

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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