A día de hoy, todos los adolescentes tienen cuentas en diferentes redes sociales, y hacen uso de ellas de la forma más normalizada posible. Ha pasado a formar parte de un nuevo proceso social durante la adolescencia, siendo consideradas extrañas aquellas personas que no sean usuarias de redes o que no tengan el permiso paterno/materno para ello.
Sin embargo, paralelamente a este fenómeno, han aumentado los estudios en relación a la manera en la que las redes sociales pueden tener un impacto sobre la salud mental, especialmente en adolescente, un grupo de edad más vulnerable a estas debido a su estado del desarrollo. Las redes sociales pueden ser factores desencadenantes de problemas de autopercepción, promoviendo la comparación con otras personas constante y la fijación por los likes o la aceptación ajena.
A lo largo de este artículo, exploraremos acerca de las maneras en las que las redes sociales tienen un impacto negativo en la autoestima de adolescentes, buscando al mismo tiempo formas de utilizar las redes sociales para evitar este impacto tan negativo y cuidando la autoestima en el mundo digital. Este está en constante cambio y evolución, y nunca es tarde para plantearse nuevas maneras de sumergirse en él.
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¿Qué son las redes sociales?
Aunque actualmente prácticamente todo el mundo conoce las redes sociales y es usuario/a de ellas, vamos a proponer una pequeña definición para entrar en materia. Las redes sociales son plataformas digitales que permiten la interacción con otras personas, ya sea compartiendo contenido o siguiendo a personas conocidas. Además, también es una forma de seguir a celebridades o influencers y participar en comunidades virtuales en torno a temáticas de interés.
Las redes sociales permiten experimentar una sensación de pertenencia y validación social, sobre todo en la edad adolescente. Los adolescentes pueden compartir sus experiencias, opiniones y logros, y recibir likes y comentarios que refuerzan su autoestima. Actualmente, las redes se están convirtiendo en la primera forma en laque nos enfrentamos al mundo. Generando una personalidad de Internet es la forma mediante la cual desarrollamos nuestro autoconcepto y aprendemos las formas de relacionarnos con otras personas, aunque sea principalmente de forma digital. Las redes se convierten en un escaparate para mostrarte y descubrir el mundo que te rodea, y esto puede entrañar peligros o dificultades para la salud mental, principalmente para la autoestima.
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¿Qué impacto tienen las redes sociales en la autoestima?
Las redes pueden tener un impacto muy negativo sobre la autoestima, siendo este el objetivo de interés principal de este artículo. Como se ha comentado previamente, las redes sociales fomentan la generación de una autoimagen y un autoconcepto concreto, siempre ligado a las experiencias digitales. Estos procesos ligados a las redes pueden ir asociados a diferentes dificultades, tales como:
1. Comparación constante
Estos conceptos sobre uno/a mismo/a nacen principalmente de la visualización de otros perfiles, ya sean personas conocidas o famosos, promoviendo la comparación y la asunción de las conductas que más deseabilidad social pueden tener ligadas a las redes. Tomando como referencia vidas aparentemente perfectas e imágenes retocadas, los adolescentes pueden experimentar sentimientos de insuficiencia y baja autoestima. Pueden sentir la presión por alcanzar ciertos estándares de belleza, éxito y popularidad que ven en la red, generando percepciones distorsionadas de sí mismos/as.
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2. Ciberacoso
Además, las redes sociales pueden exponer a los adolescentes al ciberacoso o a la vivencia de críticas negativas persistentes. Debido a la anonimidad de Internet, muchas personas la utilizan para dañar a otras personas, ya sea por envidia o por problemas personas que se trasladan a las redes.
3. Sobreexposición
También preocupa la constante presencia de la vida diaria de las personas en sus perfiles de redes sociales, compartiendo constantemente los momentos destacados y actividades emocionantes. Esto puede generar la sensación de estar perdiéndose algo (FOMO) o de no estar a la altura de las expectativas sociales, generando ansiedad y dependencia de la validación externa que se genera en estos canales virtuales.
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Formas de cuidar tu autoestima en redes sociales
Sin embargo, no todo tiene que ser necesariamente malo. Las redes sociales también pueden ser una forma muy útil para conocer a personas con intereses comunes o para conectar con información que solo puede encontrarse en Internet. No se debe desmerecer la cultura generada en estos canales, pero se tiene que promover un adecuado uso de las redes sociales que fomente el autocuidado y la protección de la autoestima de los más jóvenes. Aquí hay algunos consejos:
1. Establecer límites
Es importante ser consciente de cuándo algo nos está haciendo daño en redes sociales, promoviendo ciertas comparaciones que pueden ser dañinas o generándonos obsesiones. Por ello, controla el contenido que consumes y establece límites para preservar tu salud mental.
2. Desarrolla habilidades sociales
No limites tus interacciones sociales a exclusivamente los entornos digitales y de redes sociales. Participa en actividades y grupos en persona para equilibrar tu vida online y tu vida offline. Esto puede ser muy útil para desarrollar habilidades sociales, construir amistades y experimentar sentidos de pertenencia más auténticos y que no dependen de una pantalla.
3. Habla sobre ello
Puedes utilizar las redes como un canal para promover la autoestima, hablar con tus amigos/as o personas que conoces sobre cómo las redes pueden tener un impacto muy nocivo en la salud mental. Compartir tus vivencias puede ser muy positivo para sentirte comprendido/a, ordenar ideas en tu cabeza y parte de algo.
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Conclusiones
En conclusión, las redes sociales proponen experiencias sociales novedosas y de interés, pero que al mismo tiempo entrañan peligros y dificultades para la autoestima y la salud mental en general. Esto no quiere decir que sean intrínsecamente nocivas, sino que se debe dedicar tiempo e investigación en buscar maneras de hacer que las redes se conviertan en espacios seguros y saludables para todo el mundo. Por nuestra parte, podemos aprender de qué formas nos impacta el uso de redes; qué estrategias y límites podemos implementar para hacer de ellas un espacio seguro.
