Tener en cuenta cuáles son las ventajas y los inconvenientes del uso de los psicofármacos al tratar determinados problemas psicológicos o psiquiátricos es algo que muchas personas subestiman. Hay quienes, simplemente, dan por sentado que allí donde hay una alteración de este tipo, la única solución posible pasa por la toma de medicamentos.
Es verdad que este tipo de ayuda médica es muy útil en muchos casos, pero sería un error asumir que el único coste de utilizarlos es el precio del producto en sí. Por eso, en este artículo veremos cuáles son los pros y los contras de los psicofármacos.
¿Qué son los psicofármacos y cómo se usan en terapia?
Dentro del ámbito de la salud mental, hay determinados recursos que pertenecen a los dominios de la medicina, ya que al ser usados tienen un efecto objetivo y orgánico sobre determinadas partes del cuerpo. Los que trataremos en este apartado son, con diferencia, los más utilizados, una de las herramientas de trabajo indispensables de los psiquiatras.
El concepto de psicofármaco es muy amplio, pero en general engloba todos los fármacos utilizados para tratar psicopatologías, es decir, problemas de salud mental que se plasman en alteraciones emocionales, cognitivas y/o conductuales. Por consiguiente, son productos elaborados a partir de años de investigaciones científicas y que tienen un efecto en el cerebro, al intervenir directamente en el principal conjunto de órganos en el que se apoyan los procesos psicológicos.
Debido a su naturaleza, la utilización de estas sustancias siempre debe ser pautada y supervisada por médicos, y de hecho, los psicólogos no están capacitados para recetarlos, ya que no han sido formados a través de las ciencias médicas (como veremos, su función es diferente y complementaria a la de los psiquiatras).
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Ventajas del uso de psicofármacos
La utilización de psicofármacos aporta muchas ventajas en el tratamiento de ciertas patologías; si no fuera así, resultaría complicado entender por qué se utilizan tanto. Aquí encontrarás un breve resumen de sus beneficios.
1. Su uso es relativamente barato
La mayoría de psicofármacos bien establecidos en el mercado resultan baratos de hacer y, por consiguiente, su producción en serie hace que en la mayoría de países desarrollados sea relativamente fácil acceder a ellos a través del sistema sanitario.
2. Dan la posibilidad de experimentar sus efectos en pocas semanas
Aunque la mayoría de psicofármacos, si son bien utilizados, no producen efectos significativos y persistentes desde la primera toma, normalmente permiten beneficiarse de sus efectos en un par de semanas. En comparación, la psicoterapia suele tardar un poco más, ya que las primeras sesiones son exploratorias y sirven para elaborar hipótesis sobre las causas del malestar del paciente.
3. Su utilización es sencilla
La gran mayoría de las personas no suelen tener problemas a la hora de comprender cómo tomar sus dosis periódicamente; tan solo hay que recordar la cantidad y la cantidad de horas que deben pasar entre una toma y la siguiente.
4. Mantienen a raya la aparición de síntomas peligrosos
Dentro del balance de ventajas e inconvenientes del uso de los psicofármacos, conviene recordar que algunas patologías son lo suficientemente severas como para requerir el máximo de garantías de que no aflorarán determinados síntomas; por ejemplo, ocurre con los trastornos psicóticos como la esquizofrenia, en la que las alucinaciones y delirios pueden generar conductas peligrosas. En este sentido, esta clase de medicamento se han mostrado bastante eficaces.
Inconvenientes del uso de psicofármacos
Estos son los principales aspectos negativos de la utilización de los psicofármacos, los cuales hacen necesario que siempre se tomen siguiendo las indicaciones de un médico que haya explorado nuestro caso particular.
1. Pueden generar efectos secundarios puntuales
Todos los psicofármacos interactúan de manera más o menos intensa con las neuronas, y como ningún ser humano es igual, existe un cierto nivel de incertidumbre sobre cómo modificará el funcionamiento del organismo de un individuo.
Y es que aunque estos medicamentos tienden a tener efectos beneficiosos para tratar ciertos trastornos mentales, no se sabe con mucho detalle a qué se debe esto, ya que estas moléculas tienen efectos muy diversos y no solo actúan sobre las partes del cuerpo que deben ser intervenidas, sino también en muchas otras. De ahí que los efectos secundarios sean comunes; de lo que se trata es de evitar que se produzcan los más perjudiciales.
2. No actúan sobre el problema psicológico
Como estos fármacos intervienen sobre las células y no directamente sobre los patrones de comportamiento, ofrecen soluciones relativamente superficiales. Para modificar los procesos psicológicos disfuncionales será necesario ir a psicoterapia.
3. Algunos psicofármacos son adictivos
Finalmente, cabe destacar que algunos psicofármacos tienen un importante potencial adictivo, haciendo que la persona se exponga al riesgo de “engancharse” a esta sustancia y buscar dosis mayores en el mercado de las drogas ilegales.
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¿Quieres disponer de asistencia psicológica?
Como adelanté antes, no cabe duda de que, para muchas personas, pensar en el concepto de terapia aplicada a los problemas emocionales y comportamentales equivale a pensar en psicofármacos. Es decir, las típicas “pastillas” que se utilizan ante fenómenos como la depresión clínica o los trastornos de ansiedad.
Sin embargo, esta manera de entender la salud mental es engañosa, ya que existen estrategias de intervención terapéutica que no pasan por la toma de medicamentos capaces de alterar el funcionamiento del cerebro.
Si te interesa afrontar y superar un problema psicológico desde el ámbito de la Psicología yendo más allá de las ayudas basadas en los psicofármacos, ponte en contacto conmigo.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Soy Tomás Santa Cecilia, soy psicólogo especializado en la intervención a través del modelo cognitivo-conductual, y atiendo a adultos y adolescentes a través e sesiones presenciales u online por videollamada.