Cada persona es un mundo y cada depresión puede ser diferente. Cuando hablamos de depresión, a mucha gente le viene a la cabeza una persona que no puede hacer frente al día a día. La depresión tiene muchas caras y en cada persona puede aparecer de una forma diferente. A continuación, vamos a hablar de la depresión de alto funcionamiento y de las señales que nos pueden indicar que podemos estar padeciendo este tipo de depresión.
La depresión de alto funcionamiento no es un término clínico, surge de la necesidad de dar repuesta a situaciones bastante comunes en el día a día, donde la persona puede tener una vida aparentemente buena, pero no se siente pleno/a. Le puede resultar difícil ilusionarse, motivarse, disfrutar o nota angustia mantenida en el tiempo.
¿Qué es la depresión?
La depresión mayor es un trastorno de salud mental grave y frecuente que afecta a un gran número de personas. La tristeza o falta de energía que pueden acompañar a una situación complicada, no tiene por qué ser depresión.
Depresión implica un estado de ánimo deprimido, la pérdida completa o casi completa de placer en actividades que antes eran placenteras, dificultad de concentración y algunos cambios somáticos durante la mayor parte del día. Para poder diagnosticar una depresión mayor se tienen dar algunos de los síntomas durante un tiempo de, al menos, dos semanas:
- Cambios en el apetito que llevan a una pérdida o ganancia de peso (significativa).
- Tristeza o desesperanza
- Pérdida de interés en actividades que sí que se disfrutaban antes.
- Insomnio o hipersomnia.
- Enlentecimiento o agitación
- Fatiga
- Problemas de concentración y toma de decisiones.
- Pensamientos de suicidio o muerte
- Intensos pensamientos de culpa, vergüenza o inutilidad.
La depresión es muy compleja, y es por ello que las causas pueden ser variadas. Algunos de los factores de riesgo cuando hablamos de depresión pueden ser: antecedentes familiares de depresión, situaciones traumáticas, causas biológicas, problemas de salud, factores genéticos o sociales.
¿Qué es la depresión de alto funcionamiento?
La depresión sonriente o depresión de alto funcionamiento no es un diagnóstico clínico. Nace de la necesidad de dar respuesta a cómo se sienten muchas personas. Aunque sí que se ha convertido en un concepto bastante extendido y utilizado coloquialmente, muchos profesionales de la salud mental no están de acuerdo con utilizar este término, porque consideran que se puede estigmatizar la depresión o restarle importancia.
La depresión de alto funcionamiento tiene diferentes caras y en cada persona se manifiesta de una forma diferente, aunque sí que presenta algunos síntomas en común. Por lo tanto, la depresión de alto funcionamiento puede ser descrita clínicamente como distimia que hace referencia a un trastorno depresivo persistente. Es una forma leve de depresión que dura más de dos años. No presenta la pérdida de energía entre sus síntomas, y muestran un alto perfeccionismo.
Entre otros este término hace referencia al esfuerzo diario que hacen las personas con depresión de alto funcionamiento, por ocultar el sufrimiento a su entorno. Saben camuflar bastante bien cómo se sienten y pueden tener una "fachada" sonriente y exitosa. Cumplen con sus rutinas y relaciones sociales a pesar de la apatía o el malestar que puedan sentir. Algunas de las razones que pueden explicar por qué las personas tienden a ocultar los síntomas de la distimia pueden ser:
- No quieren ser una carga para los demás.
- No quieren parecer "débiles".
- No quieren que la atención caiga sobre ellos.
- O simplemente, no creen que sea un problema de salud mental.
5 signos de la depresión de alto funcionamiento
Aunque una persona con depresión de alto funcionamiento puede manifestar síntomas similares a los de una persona con depresión mayor. La "depresión sonriente" tiene algunas características que la diferencian:
1. Síntomas
Los síntomas de la depresión sonriente son menos intensos que los de la depresión mayor, por lo tanto, parecen más manejables. El que lo parezca, no quiere decir que así sea. Necesitan aparentar “normalidad” simular que son eficientes, eficaces y competentes. Todo esto genera un gasto de recursos bastante grande.
2. Ocultación
Las personas con este tipo de depresión pueden seguir con su trabajo, llevando a cabo sus actividades diarias, relaciones sanas. Saben muy bien como enmascarar los síntomas que están sintiendo, bien de forma consciente o inconsciente.
3. Cronificación
Pueden presentar síntomas somáticos crónicos como dolores de cabeza o de estómago, como señal de su esfuerzo por intentar ocultar lo que sienten de su entorno.
4. Dureza con uno mismo
Suelen ser personas muy autocríticas, perfeccionistas y exigentes. No se permiten dudar, fallar o mostrar inseguridad.
5. Estrés
Aunque cumplen con los objetivos, les cuesta mucho esfuerzo llevarlos a cabo. Lo hacen con niveles de estrés muy altos, que tienen un coste psicológico. Hasta llegar al límite.
Conclusiones
Cualquier tipo de depresión, incluida la de alto funcionamiento, hace que sea más complicado el día a día. Aunque hablemos de depresión de alto funcionamiento o sonriente, no quiere decir que sea menos grave. Si cuando paramos o bajamos el ritmo de vida que llevamos, afloran toda una serie de síntomas con los que nos cuesta trabajo lidiar, es importante que busquemos solución. La distimia o depresión de alto funcionamiento tiene tratamiento, dicho tratamiento nos ayudará a sacar piedras de nuestra mochila, para que nuestro camino sea menos pesado.
