Efecto marco: así es este sesgo cognitivo

Este sesgo hace que el contexto en el que se nos transmite la información afecte a nuestra reacción.

Efecto marco
El modo en el que se transmiten los posicionamientos políticos en discursos tiene muy en cuenta el efecto marco.Wikimedia Commons.

En la mayoría de ocasiones, no somos conscientes de el efecto que tienen sobre nuestras respuestas u opiniones la forma en la que la información nos es presentada, hasta el punto de llegar a escoger opciones que no siempre nos resultan beneficiosas pero que a primera vista no son percibidas como una pérdida.

Esto es lo que ocurre con el efecto marco, un tipo de sesgo cognitivo del que hablaremos a lo largo de este artículo. De la misma manera revisaremos aquellos factores que ejercen una influencia sobre él, así como las causas de este.

¿Qué es el efecto marco?

El efecto marco es un fenómeno psicológico que pertenece al grupo de sesgos cognitivos. Un sesgo cognitivo hace referencia a una alteración en el procesamiento mental de la información que da lugar una interpretación inexacta o distorsionada de la realidad.

En el caso concreto del efecto marco, la persona tiende a ofrecer una respuesta o una elección en particular dependiendo de cómo se la manera en la que se le presenta la información o en la forma en la que se realiza la pregunta.

Es decir, la respuesta o predilección del sujeto ante el planteamiento de un dilema dependerá de la manera en la que este esté planteado, siendo esta forma el “marco” de la cuestión.

Cuando esta respuesta o elección está relacionada con pérdidas o ganancias, las personas tienden a evitar arriesgarse cuando las pregunta o cuestión de expone de manera positiva, mientras que si se formula de forma negativa el sujeto está más dispuesto a arriesgarse.

Esta teoría apunta hacía la idea de que cualquier pérdida, por grande que sea, es más significativa para la persona que la ganancia equivalente. Además, según esta suposición existen una serie de principios que se dan cuando la persona debe realizar una elección de este tipo:

  • Una ganancia asegurada se ve favorecida ante una ganancia probable.
  • Una pérdida probable es preferible a una pérdida definitiva.

El principal problema y uno de los mayores peligros del efecto marco es que, en la mayoría de ocasiones, las personas solamente reciben opciones en relación a pérdidas o ganancias, no ganancias/ganancias o pérdidas/pérdidas.

Este concepto ayuda a facilitar la compresión del análisis de marcos dentro de los movimientos sociales, así como la formación de opiniones políticas en las que la forma en la que se realizan las preguntas en las encuestas de opinión condicionan la respuesta del preguntado. De esta manera, se busca conseguir una respuesta beneficiosa para la organización o institución que ha encargado la encuesta.

El estudio de Tversky y Kahneman

La mejor manera que existe de entender este efecto marco es mediante la revisión de los resultados de los estudios que lo analizan. Una de las investigaciones más conocidas fue la llevada a cabo por los psicólogos de la Universidad de Standford, Amos Tversky y Daniel Kahneman.

En este trabajo se intentó demostrar cómo la manera en la que se plantean diferentes frases y situaciones condiciona la respuesta o reacción de los encuestados, en este caso concreto, en relación a un plan de prevención y erradicación de una enfermedad mortal.

El estudio consistió en el planteamiento de dos problemas en los que se proporcionan diferentes alternativas para la salvar la vida de 600 afectadas por una supuesta enfermedad. Las dos primeras posibilidades se reflejaban en las siguientes opciones:

  • Salvar la vida de 200 personas.
  • Escoger una solución alternativa en la que la probabilidad de salvar a las 600 personas es del 33% pero existe un posibilidad del 66% de no salvar a nadie.

El resultado en este primer problema fue que el 72% de las personas encuestadas escogió la primera alternativa, puesto que percibían la segunda como demasiado arriesgada. Sin embargo, esta dinámica de respuesta cambió en la segunda fase del estudio, en la cual se plantearon las siguientes elecciones:

  • Mueren 400 personas
  • Escoger una alternativa en la que existe una probabilidad del 33% de que no muera nadie y una del 66% de que todas las personas mueran

En este segundo caso, fue un 78% de los participantes los que eligieron la segunda opción, ya que la primera (a pesar de ser equivalente a la del primer problema), era percibida como mucho más arriesgada.

La explicación se encuentra en las diferentes expresiones utilizadas. En la primera exposición de las alternativas se nombraba la elección de manera positiva (“Salvar la vida a 200 personas”), mientras que en la segunda se exponía una consecuencia negativa (“Mueren 400”).

Por lo tanto, aunque las dos opciones implican el mismo tipo de consecuencia, la transformación de las alternativas provocaba que los encuestados se centraran más en los beneficios o en las pérdidas. Desde este punto de vista, las personas manifiestan una inclinación a intentar evitar los riesgos cuando la elección se presenta en términos de ganancia, pero los prefieren cuando se trata de escoger una opción que implica pérdidas.

¿Qué causa este fenómeno?

Aunque no existen unas causas definidas y demostrables que justifiquen la aparición de este fenómeno los teóricos de la psicología cognitiva apelan a la imperfección del proceso de razonamiento de las personas. Este defecto se define por la incapacidad general que tenemos para generar múltiples formulaciones alternativas de un problema, así como las consecuencias de cada una ellas.

Por lo tanto, el motivo de que las personas cedan ante el efecto marco radica en que en la mayoría de ocasiones las personas tienden a aceptar de manera pasiva los conflictos de elección tal y como están enmarcados, por lo que no son conscientes de que cuándo sus elecciones están condicionadas por el marco más que por sus propios intereses o beneficios.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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