Una de las escuelas de Psicología más importantes de la historia de esta ciencia es la Escuela de Wurzburgo.
En este artículo realizaremos un repaso histórico para conocer mejor cómo surgió este lugar de encuentro entre importantes psicólogos y cuáles fueron sus contribuciones más importantes en el avance de la disciplina.
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¿Qué es la Escuela de Wurzburgo?
A lo largo de la historia de la Psicología han surgido diferentes movimientos que han impulsado el desarrollo de diferentes corrientes y metodologías, enriqueciendo esta joven ciencia. Una de las más famosas es la Escuela de Wurzburgo, llamada así por haber nacido en la propia Universidad de Wurzburgo, en Alemania. Su recorrido abarca el final del siglo XIX y el principio del XX.
El que se podría considerar como el fundador de la Escuela de Wurzburgo sería Oswald Külpe, que fue alumno del mismísimo Wilhelm Wundt, el padre de la psicología experimental, pues creó el que fue el primer laboratorio para los estudios de esta disciplina. Külpe continuó los trabajos de Wundt y le dio forma a la metodología experimental, cristalizando en lo que acabaría convirtiéndose en la Escuela de Wurzburgo.
Sin embargo, aunque Külpe y Wundt comenzaron compartiendo una línea de pensamiento y la utilización de la metodología experimental, acabarían distanciándose, ya que Oswald Külpe comenzó a diferir en varias cuestiones respecto a su mentor. Por ejemplo, no le convencía el concepto de causalidad psíquica, ni la separación que Wilhelm Wundt establecía entre los fenómenos psíquicos de tipo superior y los de tipo inferior.
Por último, tampoco estaba de acuerdo en algunas apreciaciones sobre el contenido mental, puesto que Külpe alegaba que no necesariamente han de ser siempre representacionales y conscientes, ya que parte de su obra se dedica a intentar demostrar que muchas veces dichos contenidos no cumplen con esas características.
Todas esas discrepancias hicieron que finalmente Külpe separara su línea de trabajo de la de su antiguo maestro, sentando las bases para la creación de la Escuela de Wurzburgo, a la que poco a poco se fueron adhiriendo diferentes investigadores, enriqueciendo con sus ideas y su trabajo este nuevo lugar del conocimiento psicológico.
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Propuestas teóricas y experimentales
Estas son las principales aportaciones de la Escuela de Wurzburgo al mundo de las primeras investigaciones en Psicología.
La introspección
En contraposición a Wundt, que ya hemos visto que abogaba por el estudio de los procesos superiores, Külpe y la escuela de Wurzburgo optan por estudiar el pensamiento a través de la introspección experimental. Por ello, gran parte de la metodología de esta escuela recae sobre los autoinformes, unos amplios cuestionarios donde los sujetos que participan en los estudios han de plasmar los pensamientos que han tenido a lo largo de la prueba realizada.
Estos autoinformes se han de aplicar pasada la tarea, para que el sujeto tenga tiempo de reflexionar en profundidad acerca de ella y de esta manera reunir y plasmar una rica información que será de gran utilidad para los investigadores.
Wundt, por el contrario, recopilaba la información durante la realización de la tarea, por lo que no daba lugar a esa posterior reflexión, clave para un correcto procesado por parte de los voluntarios. Esta es la clave del inicio del que sería el método introspectivo.
Pensamiento sin imágenes
La Escuela de Wurzburgo también vio nacer otros conceptos interesantes, como es el del pensamiento sin imágenes. Külpe afirmaba que debía haber un pensamiento objetivo, independiente de las propias imágenes, es decir, una persona podría reconocer un estímulo sin, necesariamente, evocar la imagen de dicho elemento. Para comenzar a probar esta teoría experimentó con un grupo de voluntarios, proponiéndoles visualizar una serie de colores mientras se encontraban en condiciones de oscuridad total.
Külpe tenía muchas influencias filosóficas en su formación, y eso le empujó a seguir estudiando la teoría del pensamiento sin imágenes, pues estaba seguro de que determinados elementos del pensamiento, los procesos mentales más básicos, no llevan aparejada ninguna imagen, al contrario de lo que planteaba Wundt, que afirmaba que no podía existir el pensamiento sin imágenes. Para demostrar su tesis, la Escuela de Wurzburgo utilizó el método introspectivo que hemos visto antes.
Abstracción
Siguiendo con la línea de nuevos conceptos estudiados en la Escuela de Wurzburgo, llegamos a la abstracción, otra de las valiosas aportaciones de este grupo de autores. Se trata de un fenómeno del pensamiento por el cual un individuo focaliza su atención en unos elementos concretos, de tal manera que se ignoran todos los demás, como si no existieran.
Un de los experimentos más famosos que utilizó Oswald Külpe para demostrar la existencia del proceso de abstracción fue hacerles visualizar a una serie de sujetos diferentes estímulos, incluyendo letras, números, figuras y colores, pero pidiéndoles que se fijasen solo en uno de ellos (el que el investigador propusiese en cada prueba). En cada ensayo, los participantes podían recordar los detalles de los estímulos propuestos, pero no del resto, por lo que, efectivamente, se estaban abstrayendo de ellos.
Además, si se ampliaba el rango de los estímulos a observar, progresivamente iba descendiendo la conciencia de cada estímulo concreto, lo que le permitió concluir que la energía que podemos destinar al proceso atencional tiene un límite, y cuatos más elementos se vean involucrados menor rendimiento tendremos hacia cada uno de ellos individualmente, pues la atención se está dividiendo entre todos ellos.
Pensar vs pensamiento
Otra de las distinciones que se realizan en la Escuela de Wurzburgo es entre el acto de pensar y los pensamientos en sí, de tal manera que por un lado tenemos los procesos mentales, que serían funciones o actos, y por el otro lado estarían los pensamientos, que serían los contenidos, asociados, estos sí, a imágenes mentales.
Para Külpe, los procesos de pensamiento no son susceptibles de ser analizados conscientemente, y además presentan una gran inestabilidad. La única manera de conocerlos, por lo tanto, es una vez pasado el evento que los ha desencadenado, a través de la introspección del sujeto, mediante los autoinformes que ya habíamos mencionado anteriormente. En el lado opuesto estarían los pensamientos, que sí que son estables y descriptibles.
Conjuntos mentales
Más experimentos realizados en la Escuela de Wurzburgo permitieron a los autores continuar alcanzando conclusiones interesantes dentro del estudio del pensamiento humano. En este caso, descubrieron que, en contraposición con las teorías sobre el asociacionismo, en realidad lo que los sujetos utilizaban para relacionar conceptos eran los conjuntos mentales.
Para ello les pedían a los participantes que, al mostrarles una serie de conceptos, pensasen una categoría que los pudiera relacionar, y tendían siempre a agruparlos bajo una categoría superior, en lugar de asociarlos mediante un concepto equivalente. Por ejemplo, al mostrarles un pájaro, era más probable que utilizasen la categoría de animal antes que decir una especie de ave en concreto.
Críticas
Wundt, antiguo maestro de Külpe, fue uno de los autores más críticos con algunas de las aportaciones de la Escuela de Wurzburgo. Por ejemplo, en lo referente al proceso introspectivo, Wundt alegaba que era realmente complicado que el sujeto pudiese efectuar los procesos de pensamiento requeridos para la tarea y al mismo tiempo reflexionar sobre dichos procesos para así plasmarlos en el autoinforme, puesto que ambos ejercicios requieren de una total atención por parte del individuo. Por ello concluye que estas investigaciones que dan lugar a los conceptos de pensamiento sin imágenes no deberían considerarse válidos.
Además, otro importante autor, como es Titchener, seguidor también de Wundt, se une a él en esta conclusión, pues está de acuerdo con su crítica y considera que no puede hablarse de pensamiento sin imágenes en dichos casos.
Otra importante crítica que Wilhelm Wundt realiza sobre la Escuela de Wurzburgo tiene que ver con la metodología empleada, y es que Wundt asegura que en los experimentos realizados en dicha escuela no se están tomando medidas para asegurar un correcto control experimental. No había forma alguna de replicar los experimentos, ya que los procesos eran únicos para cada sujeto y cada ensayo concreto, lo que no daba lugar a la repetición, lo cual limita en gran medida el alcance de sus conclusiones.
Wundt explica que en el proceso experimental que plantea la Escuela de Wurzburgo, el observador, en lugar de ser el psicólogo investigador, es el propio sujeto del experimento, que además se ve afectado por una tarea que no espera (no sabe sobre lo que le van a preguntar), lo cual ya está sesgando la observación de los procesos de pensamiento.
Resumen
Aunque la Escuela de Wurzburgo recibió algunas críticas por parte de Wundt y otros autores más partidarios de otras corrientes experimentales, es innegable que esta institución realizó importantes estudios que contribuyeron al avance y al crecimiento de la Psicología, promoviendo el progresivo crecimiento de esta ciencia y sentando las bases para nuevas corrientes que llegaron en los años venideros, por lo que se trata de una escuela clave para la evolución de nuestra disciplina.
Referencias bibliográficas:
- Lindenfeld, D. (1978). Oswald Külpe and the Würzburg school. Journal of the History of the Behavioral Sciences.
- Ogden, R.M. (1951). Oswald Külpe and the Würzburg school. The American Journal of Psychology.
- Roca, D.S., Sáiz, M. (1993). O. Kulpe y la escuela de Wurzburgo. Historia de la Psicología: textos y comentarios.