Afortunadamente, es cada vez mayor la importancia que se le otorga a la salud mental en nuestra sociedad. En los últimos años ha habido un gran movimiento de concientización y visibilización de los problemas de salud mental y, gracias a ello, el hecho de ir a psicoterapia se está normalizando y, poco a poco, está perdiendo el estigma tan arraigado que tenía.
Con el avance de los años y la popularización de la psicología como una ciencia de la salud, han ido apareciendo una gran diversidad de modelos de psicoterapia bien diversos entre ellos. Es cierto que algunos, por diferentes factores, a día de hoy tienen un mayor renombre o reconocimiento a nivel social y científico que otros.
¿Habías oído hablar sobre el modelo Internal Family Systems? A lo largo del presente artículo explicaremos qué es y cuáles son sus principales características. Además, abordaremos los fundamentos teóricos en los que se basa y también cuáles son los principales métodos o técnicas que se usan en este modelo. Finalmente, expondremos sus beneficios.
¿Qué es el Internal Family Systems (IFS)?
El modelo Internal Family Systems, también conocido como IFS —por sus siglas en inglés— o modelo de las familias internas en español, es una propuesta de intervención psicoterapéutica desarrollada por Richard C. Schwartz en la década de 1980. Está basada en la terapia sistémica familiar.
Esta propuesta surge a raíz de que el autor se dio cuenta de que la mayoría de sus pacientes narraban las cosas que les sucedían y la su mundo interno como si estuviera conformado por muchas partes diferentes. Sentía que parecía que había una familia dentro de cada persona.
Es importante tener en cuenta que este modelo de psicoterapia tiene una base científica y que se apoya en los avances de la neurociencia. Desde este lugar, se contempla a los seres humanos como seres complejos con un rico mundo interno y se ofrece un acompañamiento terapéutico compasivo y respetuoso.
Hasta ahora hemos nombrado de forma muy ocasional conceptos como “partes” para comprender mejor el nombre del modelo. Estas partes, que conforman esas “familias” que construyen y forman parte de nuestro mundo interno, se clasifican en diferentes tipos.
A continuación, hablamos tanto de dichas partes como de otro concepto básico en este marco teórico que es el Self. Es importante tener en cuenta que, en este artículo, se explican conceptos complejos de forma muy resumida y breve.
La teoría de la mente múltiple formada por las partes y el Self
Desde el IFS se plantea que todas las personas nacemos con una mente múltiple, con diversas partes y, lejos de patologizar este hecho, se considera normal. Además, se plantea la idea de que estas partes tienen funciones determinadas y que hay otro elemento crucial en nuestro sistema interno: el Self. En resumen, podríamos decir que todas las personas tenemos un Self de la misma forma que tenemos diversas partes en nuestro mundo interno.
Podríamos definir el Self como nuestra esencia, nuestro yo esencial y quienes somos en realidad. En otras palabras, el Self es quien realmente somos cuando no tenemos que protegernos o cuando ninguna de nuestras partes está actuando para protegernos. Desde el modelo IFS se describe con las siguientes características, conocidas como las 8C: calma, claridad, curiosidad, confianza, coraje, compasión, creatividad y conexión.
Richard Schwartz propone con su modelo que los sistemas de las familias internas de cada persona se componen, además del Self, de partes con diferentes funciones. En este sentido, podemos encontrar partes que protegen y partes que necesitan ser protegidas.
Las partes heridas son las que guardan el dolor de las experiencias vividas y no integradas. Son partes que se llevan a una especie de “prisión” para alejarlas del sistema con el objetivo de que su dolor no desborde. Por ello, reciben el nombre de “Exiliados”.
Las partes protectoras se dividen en dos tipos: los directivos y los apagafuegos. Los directivos son las herramientas preventivas que usamos en nuestro día a día con el objetivo de intentar evitar que los exiliados se disparen y muestren su dolor. Los apagafuegos son estrategias reactivas puesto que son extremas y se ponen en marcha para paliar el dolor cuando sentimos que podemos desbordarnos o abrumarnos.
Métodos y técnicas
En el trabajo terapéutico desde este modelo, son diversos los puntos que se tienen en cuenta. Para llegar a conocer el mapa de nuestras partes y contactar con el Self, nos servimos de toda la información que nuestro organismo nos da. Poder observar aspectos como las sensaciones corporales, ciertos dolores, tensiones o bloqueos, nuestros pensamientos y otro tipo de sintomatología física y emocional es lo que nos permite, poco a poco, conectar desde nuestro Self con las partes protectoras y las partes heridas para poder atenderlas y sanar.
Uno de los aspectos cruciales en este proceso es conectar con nuestro Self, puesto que solo desde ahí podemos sanar. El Self es la sabiduría interna que permite la sanación psicológica y emocional. La función del terapeuta es ayudar a la persona a acceder al Self y que permanezca en este estado.
El objetivo de la terapia no es que las partes protectoras, que habitualmente se manifiestan con síntomas o conductas que en la actualidad consideramos desadaptativas, desaparezcan o dejen de hacer su función. El objetivo es, tras la realización del trabajo, poder ayudar a las partes exiliadas a liberarse de las cargas que han llevado durante mucho tiempo. Solo así es cuando las partes protectoras pueden transformarse y asumir otras funciones.
Beneficios del Internal Family Systems
La terapia de los sistemas de las familias internas ha ganado popularidad por su alta eficacia. Se trata de un acompañamiento basado en la compasión en el cual se empodera a la persona puesto que se le ayuda a conectar con su propia esencia y a sanar desde este poder que ya está en su interior.
Este modelo psicoterapéutico se ha aplicado a una gran variedad de problemáticas emocionales diferentes. Los principales beneficios obtenidos tras realizar una terapia de IFS son: la integración de las partes heridas y el dolor que estas albergaban, la armonización de las partes y la reconexión con el propio Self.