El DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición) es la referencia principal para los profesionales de la salud mental en todo el mundo.
El complejo mundo de las “manías”
En este artículo, exploraremos algunas de las "manías" que se encuentran en el DSM-5. Las manías son comportamientos obsesivos o impulsivos que pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona.
1. Cleptomanía: el impulso incontrolable de robar
La cleptomanía es un trastorno caracterizado por el impulso irresistible de robar objetos que no son necesarios para uso personal ni tienen valor monetario significativo. A diferencia de los ladrones comunes, las personas con cleptomanía no roban por necesidad o beneficio financiero, sino por la gratificación emocional que obtienen del acto.
María, una mujer de 32 años, comenzó a robar pequeños objetos de tiendas locales sin motivo aparente. A pesar de tener una buena situación económica, no podía resistir el impulso de llevarse cosas como bolígrafos, juguetes pequeños y artículos de tocador. Después de cada robo, experimentaba una sensación de alivio y placer, seguida de una profunda culpa y vergüenza. María buscó ayuda y fue diagnosticada con cleptomanía, comenzando un tratamiento que combinaba terapia cognitivo-conductual y medicación para controlar sus impulsos.
El tratamiento de la cleptomanía a menudo incluye la terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a la persona a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que desencadenan el robo. También se pueden utilizar medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para ayudar a controlar los impulsos.
2. Piromanía: la fascinación por el fuego
La piromanía es un trastorno en el cual la persona tiene un impulso irresistible de iniciar incendios, no por razones económicas o políticas, sino por la gratificación emocional que obtiene al observar el fuego y sus consecuencias. Las personas con piromanía suelen sentirse atraídas por el fuego y experimentan placer, gratificación o alivio de la tensión al encenderlo.
Carlos, un joven de 25 años, había estado obsesionado con el fuego desde la infancia. A menudo iniciaba pequeños incendios en su jardín y en áreas deshabitadas. No buscaba causar daño ni obtener beneficios materiales; simplemente disfrutaba viendo las llamas y el caos que provocaban. Tras ser arrestado por incendiar un contenedor, Carlos fue evaluado y diagnosticado con piromanía. Inició un programa de terapia que incluía TCC y actividades alternativas para canalizar su fascinación por el fuego de manera segura.
El tratamiento de la piromanía generalmente incluye la terapia cognitivo-conductual, que se enfoca en enseñar a la persona a controlar sus impulsos y encontrar actividades alternativas que proporcionen una gratificación similar. También puede involucrar el uso de medicamentos para tratar síntomas subyacentes de ansiedad o depresión.
3. Tricotilomanía: el impulso de arrancarse el cabello
La tricotilomanía, también conocida como trastorno de arrancarse el cabello, es un trastorno en el que la persona tiene una necesidad recurrente e irresistible de arrancarse el cabello, cejas o vello corporal. Este comportamiento puede llevar a una pérdida notable de cabello y causar un malestar significativo.
Ana, una adolescente de 16 años, comenzó a arrancarse el cabello durante periodos de estrés. A pesar de sus esfuerzos por detenerse, encontraba alivio temporal y placer en el acto. Esto resultó en parches de calvicie visibles que afectaron su autoestima y vida social. Ana buscó ayuda y fue diagnosticada con tricotilomanía. A través de la TCC, aprendió a identificar los desencadenantes de su comportamiento y a utilizar técnicas de sustitución para manejar su ansiedad.
El tratamiento de la tricotilomanía a menudo incluye la terapia cognitivo-conductual, especialmente una técnica conocida como reversión de hábito. Esta técnica ayuda a la persona a identificar los desencadenantes de su comportamiento y a desarrollar respuestas alternativas. Los medicamentos, como los ISRS, también pueden ser útiles.
4. Oniomanía: las compras compulsivas
La oniomanía, o trastorno de compras compulsivas, es una condición en la que la persona tiene un impulso incontrolable de comprar, a menudo adquiriendo cosas que no necesita o no puede permitirse. Este comportamiento puede llevar a problemas financieros y emocionales significativos.
Lucía, una mujer de 40 años, frecuentemente compraba ropa y accesorios que nunca usaba. Aunque estaba consciente de que sus compras estaban fuera de control y le causaban problemas financieros, no podía detenerse. Sentía una excitación antes de la compra y una sensación de culpa después. Lucía buscó ayuda y fue diagnosticada con oniomanía. Comenzó un tratamiento que incluía TCC y terapia de grupo, donde aprendió estrategias para manejar sus impulsos y desarrollar una relación más saludable con las compras.
El tratamiento de la oniomanía incluye la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a la persona a identificar los patrones de pensamiento que impulsan el comportamiento de compra y a desarrollar estrategias para controlarlo. La terapia de grupo y el asesoramiento financiero también pueden ser útiles para proporcionar apoyo y desarrollar habilidades de manejo del dinero.
5. Catatonia: un estado de inmovilidad
Aunque no termina en "manía", la catatonia es una condición relevante que aparece en el DSM-5. Se caracteriza por un estado de inmovilidad y falta de respuesta a estímulos externos. Puede presentarse en el contexto de varios trastornos, incluyendo la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo.
Jorge, un hombre de 35 años, fue encontrado en su apartamento en un estado de inmovilidad completa, incapaz de responder a su familia o a los servicios de emergencia. Fue hospitalizado y diagnosticado con esquizofrenia catatónica. A través de un tratamiento combinado de medicación antipsicótica y terapia, Jorge fue capaz de recuperar su movilidad y funcionalidad.
El tratamiento de la catatonia a menudo incluye el uso de benzodiacepinas y antipsicóticos. En casos graves, puede ser necesario el tratamiento con terapia electroconvulsiva (TEC).
Conclusiones
La terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, la medicación, han demostrado ser herramientas valiosas en el manejo de estos comportamientos. Este artículo proporciona algunas de las manías más significativas en el DSM-5 y destaca la importancia de la intervención temprana y el apoyo continúo.
