¿Cómo se supera el estrés postraumático?

El estrés postraumático es un fenómeno que está detrás de algunas de las formas más dañinas de psicopatología, y es por eso que los psicólogos ponemos énfasis en la necesidad de tratar estas complicaciones lo antes posible, cuando empiezan a surgir los síntomas asociados a este.

Ahora bien... ¿cómo se supera el estrés postraumático? Abordaremos esta y otras cuestiones relacionadas a lo largo de este artículo.

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¿Qué es el estrés postraumático?

El concepto de estrés postraumático hace referencia al componente principal de una alteración psicopatológica conocida como Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).

Este fenómeno, que muchas veces aparece descrito en los manuales diagnósticos dentro de la categoría "Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés", engloba una serie de síntomas vinculados a crisis de estrés vinculadas a traumas psicológicos, y que pueden llegar a persistir (apareciendo de manera habitual en el día a día de la persona) durante años o décadas.

El estrés postraumático aparece como consecuencia de las secuelas que deja en la persona un suceso traumático; este último suele ser un evento en el que la persona presencia o sufre algo extremadamente catastrófico o hiriente, ya sea psicológica o físicamente.

Por ejemplo, un accidente de coche, un caso de abusos sexuales, un ataque en el contexto del bullying, la muerte inesperada de un familiar, etc. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el hecho de pasar por una de estas experiencias no implica desarrollar estrés postraumático; de hecho, estos casos son minoritarios.

Por otro lado, otra de las características del estrés postraumático es que no surgen necesariamente a los pocos minutos de haber experimentado la experiencia traumática.

Síntomas

Los principales síntomas que caracterizan al estrés postraumático son los siguientes, aunque no tienen por qué estar todos presentes en la persona.

1. Flashbacks

Los flashbacks son experiencias en la que recuerdos vinculados al suceso traumático son "revividos" como si formasen parte del presente, de manera que la consciencia de la persona se focaliza en esa parte de la memoria, incluyendo también la carga emocional (aversiva y estresante) de esa experiencia vivida en el pasado.

Por otro lado, la persona no puede evitar la aparición de estos "fogonazos" mentales, ni puede hacer que paren a voluntad. Normalmente duran unos segundos.

2. Síntomas disociativos

Más allá de los flashbacks, hay otros síntomas psicóticos asociados al estrés postraumático. Los más comunes son la despersonalización y la desrealización, en los que la persona experimenta su cuerpo o el entorno en el que está como si fuese algo de lo que está emocionalmente desconectado: como si fuesen decorados de una obra de teatro.

3. Problemas para dormir y pesadillas

Las alteraciones del sueño son también parte de los síntomas habituales del estrés postraumático. Estas complicaciones la hora de dormir pueden manifestarse como problemas a la hora de intentar conciliar el sueño, pesadillas, y/o dificultades para mantener un sueño profundo y consistente.

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4. Alteraciones del estado de ánimo

La persona con estrés postraumático pasa por muchas situaciones en las que su estado de ánimo está alterado por la influencia del estrés. Se muestra irritable y sufre estallidos de ira con facilidad.

5. Tendencia a la evitación

La persona con estrés postraumático dedica tiempo a evitar lugares y contextos en los que siente que puede sufrir una crisis.

¿Cómo se trata el estrés postraumático?

Como hemos visto, el estrés postraumático es una alteración psicológica con mucho potencial para dañar la calidad de vida de las personas. Afortunadamente, puede ser tratado; en este sentido, se recomienda contar con asistencia psicológica y médica.

Aquí nos centraremos en lo que se hace para superar el estrés postraumático desde la parte psicológica, es decir, la intervención mediante psicoterapia.

1. Exposición controlada o desensibilización sistemática

Estos dos procedimientos son muy utilizados para favorecer la pérdida de sensibilidad hacia los contenidos mentales cuya rememoración produce estrés. Durante las sesiones de terapia, los psicólogos creamos un contexto en el que el paciente aprende a enfrentarse a esas experiencias ansiógenas y, poco a poco, se adapta a ellas, en vez de intentar evitarlas a toda costa.

2. Reestructuración cognitiva

Mediante la reestructuración cognitiva, los psicólogos favorecemos que el paciente detecte creencias a las que se ha estado aferrando y que en realidad no solo no son realistas, sino que además refuerzan al estrés postraumático.

3. Establecimiento de hábitos nuevos

Los psicólogos ayudamos a la persona a desarrollar hábitos que no estén basados en la evitación y que le permitan volver a la normalidad cuanto antes.

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