En un estudio del año 2004, científicos de la Harvard Medical School vendaron los ojos a un grupo de 13 personas que tendrían que quedarse a ciegas durante cinco días. A lo largo de estas 96 horas, estas personas fueron informando sobre sus experiencias con la ayuda de una grabadora. Los sujetos seleccionados eran hombres y mujeres de entre 18 y 35 años sin historial médico de disfunciones cognitivas, psicosis o patología ocular.
Ninguna de estas personas se medicaba. Los resultados indican que la privación total de luz sobre los ojos es suficiente para producir alucinaciones visuales en pocas horas.
Datos del estudio
Durante este experimento, 10 de estas 13 personas con los ojos vendados (el 77%) experimentaron alucinaciones visuales. Estas extrañas imágenes variaban en intensidad y complejidad, consistiendo algunas de ellas en simples puntos de luz y otras en figuras, como por ejemplo un Elvis Presley de luz. Además, ninguna de estas alucinaciones hacían referencia a experiencias pasadas, eran imágenes nuevas.
Algunos ejemplos:
Sujeto 1 (mujer, 29 años). Experimenta una sola alucinación, 12 horas después de empezar a llevar el vendaje. Ocurre estando en frente de un espejo, y consiste en una cara verde con ojos grandes. Queda muy asustada por esta visión.
Sujeto 5 (mujer, 29 años). Durante el primer día ve círculos de luz, imagen que se repetirá durante el transcurso de la semana. En el segundo día tiene la sensación de ver sus brazos y manos moviéndose y dejando un rastro de luz cuando ella mueve los de verdad.
Sujeto 6 (hombre, 34 años). Informa sobre numerosas alucinaciones experimentadas mientras escucha el Requiem de Mozart: el contorno de una calavera girándose hasta quedarse mirando al sujeto. En otra ocasión, también escuchando el Requiem, ve la silueta de alguien llevando una especie de máscara ceremonial y un tocado. Esta persona tiene la cara volteada al revés y la boca abierta. En una tercera audición de la misma pieza musical, ve una mujer mayor con la cara muy arrugada y mirada amenazadora. Está sentada en el asiento de un avión y lleva un protector ocular rojo similar al que llevan personas que tienen que protegerse de los rayos X. Luego, la cara de esta persona cobra la forma de la cara de un ratón. A lo largo de los días las alucinaciones continuan, algunas de ellas de efecto estroboscópico.
Sujeto 8 (mujer, 20 años). A las 12 horas empieza a experimentar alucinaciones de manera repentina. Algunas consisten en figuras que se transforman, como una mariposa que se metamorfosea en una puesta de sol, en una nutria y finalmente en una flor. También ve ciudades, leones y puestas de sol tan brillantes que "apenas puede mirar en su dirección". Todas estas alucinaciones tienen movimiento. Pone mucho énfasis en la belleza de algunas de estas apariciones: "a veces eran mucho más bonitas que cualquier cosa que haya visto... Ojalá pudiese pintar".
Sujeto 9 (hombre, 27 años). Ve flashes de luz durante las primeras 24 horas. Más tarde informa de que ve plumas de pavorreal resplandecientes y edificios de luz.
Todas las alucinaciones cesaron al ser retirado el vendaje o pocas horas después. Estas experiencias pueden explicarse como fruto de una reestructuración de las conexiones nerviosas del cerebro, que intenta adaptarse a la falta de luz. Se trata de un proceso que puede parecerse al que produce el síndrome del miembro fantasma en personas con miembros amputados.