Por qué no puedes ser feliz, ni ahora ni nunca; ni aquí, ni en Alaska

Nos han vendido la absurda idea de que se puede ser feliz todo el tiempo. 24 horas al día 7 días a la semana. Y no solo eso, sino que encima tienes el control para ello, solo tienes que aprender a ser feliz.

Puedes comprobarlo tú mismo/a con una rápida búsqueda en Google: "cómo ser feliz". Encontrarás infinidad de vídeos y artículos (incluso libros) diciendo que puedes ser feliz en 10 (o 5, 7, 35, pi...) simples pasos/hábitos/claves/secretos...

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La dura realidad

Sé que quieres ser feliz, como todo el mundo. Pero lo siento, no puedes. Por el simple hecho de que la felicidad es una emoción y como tal es transitoria. De modo que no puedes ser feliz, puedes estarlo. Eso implica que luego ya no lo estarás, pasarás a otra emoción distinta, y eso es algo genial.

Todos estos mensajes de que la felicidad depende de ti son culpabilizantes (ya que si estás triste es o porque quieres o porque no has aprendido), lo que precisamente te mueve a querer aprender más sobre el tema y transformar esta culpa por no ser feliz, en felicidad. Se junta el miedo al dolor con el deseo de placer.

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La felicidad es una emoción

Las emociones son una reacción psicofisiológica, es decir, una reacción de nuestra mente y cuerpo frente a una situación en concreto (ya sea interna o externa). Es nuestra forma rápida y poco fiable de valorar lo que ocurre a nuestro alrededor.

Dado que la felicidad es una emoción, depende, como dice la definición de arriba, de la situación que se está percibiendo y por lo tanto es transitoria. El ser humano es incapaz de (ni debemos) reinterpretarlo todo para ser felices todo el tiempo. Imagina que estás en el tanatorio por la muerte de un ser querido y estás feliz. O que estás en una relación tóxica de maltrato tanto psíquico como físico y en lugar de sentir ira o miedo sientes felicidad, porque reinterpretas la situación (a saber cómo).

Como ves, este tipo de mensajes además de culpabilizantes, son peligrosos.

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No hay emociones negativas

Primero, asume que no hay emociones negativas ni positivas. Como mucho hay emociones agradables o desagradables, y cada una de ellas puede ser adaptativa o desadaptativa según la situación.

Del mismo modo que el niño que no quiere comer verdura, porque le resulta desagradable tanto el sabor como la textura pero es sano que coma verdura, tienes que aceptar que hay emociones que te resultaran desagradables pero es sano que las experimentes. Solo de este modo podrás expresar estas emociones y ponerlas en duda.

Ahora la pregunta no es "¿Cómo puedo ser feliz?". Ahora la pregunta es "¿Me está resultando útil esta emoción?".

De este modo, si la respuesta es que sí solo tienes que vivirla. Si la respuesta es que no, puedes empezar a analizarla y a trabajar para que en futuras situaciones similares no te aparezca y no te dejes llevar por ella.

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Para pensar

Si tuvieras que poner una definición a "felicidad" o decirme qué es lo que te hace feliz, ¿qué sería?

¿Estás pensando en acciones y situaciones?

Si es así, imagina que las repites siempre. ¿Te harían tan feliz? ¿O es precisamente su escasez (ya sea en frecuencia o en duración) lo que hace que puedas compararlo con los momentos y situaciones en los que no estás tan feliz lo que te llevan a disfrutarlo tanto?

Quizás, el hecho de estar tristes nos permite estar felices del mismo modo que el miedo nos permite demostrar valor.

Y, para terminar, ten cuidado con lo que consumes y de quién lo consumes. Sé que no estoy hablando de droga, pero hoy en día la información se trata del mismo modo. O, mejor dicho, tu atención.