La comunidad de los incels, autodenominados “célibes involuntarios”, ha ganado notoriedad en los últimos años debido a su presencia en línea y sus actitudes a menudo extremas. Estos individuos, principalmente hombres, se definen por su percepción de incapacidad para formar relaciones románticas o sexuales, lo que a menudo conduce a sentimientos de frustración, desesperanza y, en algunos casos, a actitudes misóginas.
El término “incel” se ha vinculado con un subgrupo específico que adopta una ideología conocida como “black-pill”, que sostiene que su situación es irreversible y que la sociedad es injusta con ellos. Sin embargo, pocos estudios han explorado cómo los incels perciben las actitudes de la sociedad hacia ellos y cómo estas percepciones se comparan con la realidad.
Un estudio reciente ha arrojado luz sobre esta cuestión, revelando que los incels tienden a sobreestimar la culpa que la sociedad les atribuye y subestimar la simpatía que reciben. Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para el desarrollo de intervenciones efectivas que pueden ayudar a este grupo.
¿Cómo piensan los incels?
El estudio publicado en la revista Personality & Individual Differences revela tres descubrimientos fundamentales sobre la percepción de los incels. En primer lugar, la sociedad en general muestra una actitud mayoritariamente neutral o incluso comprensiva hacia los incels, contrariamente a lo que ellos creen. Este hallazgo contradice la narrativa predominante en la comunidad incel.
En segundo lugar, y quizás lo más significativo, los incels tienden a sobreestimar considerablemente el grado en que la sociedad los culpa por sus problemas. Simultáneamente, subestiman el nivel de simpatía que otras personas sienten hacia ellos. Esta distorsión en su percepción sugiere una desconexión importante entre la realidad social y la forma en que los incels interpretan las actitudes de los demás.
Por último, tanto incels como no-incels coinciden en su evaluación sobre ciertos aspectos. Ambos grupos reconocen los peligros que los incels representan para sí mismos y para la sociedad, así como la prevalencia de actitudes misóginas dentro de la comunidad incel. Es interesante tener en cuenta que factores como la soledad juegan un papel limitado en estas percepciones erróneas. Sin embargo, la soledad sí se ve vinculada con la tendencia de los incels a percibir mayor culpa por parte de la sociedad.
Estos hallazgos sugieren que la visión del mundo de los incels - que la sociedad los odia universalmente - es en gran medida inexacta. Esta revelación abre nuevas posibilidades para intervenciones más efectivas y enfoques que puedan ayudar a este grupo vulnerable a desarrollar una perspectiva más realista de cómo son percibidos por los demás.
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Metodología del estudio
La investigación se llevó a cabo con una muestra de 584 participantes: 135 hombres autoidentificados como incels y 449 que se consideraban no-incels (332 hombres y 117 mujeres). Los investigadores reclutaron a los participantes mediante muestreo de bola de nieve en plataformas de redes sociales, incluyendo X (anteriormente Twitter) y el foro Incels.is.
Tras proporcionar información demográfica, los participantes incels calificaron cómo creían que la sociedad los percibía, mientras que los no-incels evaluaron sus propias opiniones sobre los incels. Se utilizó una escala Likert de 5 puntos para evaluar siete aspectos: la culpa, la simpatía, el deseo de éxito romántico para los incels, el peligro para la sociedad, el peligro para sí mismos, la misoginia y el deseo de éxito romántico de otros incels. Los datos se agregaron para generar una “puntuación de animosidad” compuesta, reflejando las percepciones negativas generales.
Además, los investigadores midieron diferencias individuales como la soledad, la victimización interpersonal y la identificación feminista. Este enfoque metodológico permitió a los autores abordar tres preguntas clave: qué piensa realmente la gente sobre los incels, cuán precisos son los incels al percibir estas opiniones por parte de la sociedad y cómo difieren las autopercepciones de los incels de cómo los ve realmente la sociedad.
La complicada relación entre los incels y el sentimiento de culpa
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones significativas tanto para la comunidad incel como para la sociedad en general. La discrepancia entre la percepción de los incels y la realidad social sugiere la existencia de un ciclo de retroalimentación negativa que podría estar perpetuando su aislamiento y malestar. El Dr. William Costello, coautor del estudio, señala: “esta percepción errónea puede reforzar su sensación de alienación y desesperanza, llevándolos a retraerse aún más de la sociedad”.
Esta dinámica podría explicar, en parte, por qué muchos incels se sienten atrapados en su situación, incapaces de ver vías de mejora o cambio. La psicóloga social Emily Richardson, no involucrada en el estudio, comenta que los resultados subrayan la importancia de abordar las distorsiones cognitivas en la terapia con individuos que se autodenominan incels. Corregir estas percepciones erróneas podría ser un primer paso crucial para mejorar su bienestar psicológico y sus relaciones interpersonales.
Desde una perspectiva de salud pública, estos hallazgos sugieren que las campañas de concienciación y los programas de intervención podrían beneficiarse de un enfoque que destaque la simpatía y comprensión existentes en la sociedad hacia los desafíos que enfrentan los incels. El Dr. Thomas, coautor del estudio, agrega que mostrar a los incels que la sociedad no los culpa tanto como creen podría abrir puertas para un diálogo más constructivo y reducir la hostilidad percibida.
Sin embargo, el estudio también revela áreas de preocupación compartida, como el peligro que los incels representan para sí mismos y para otras personas. Esto sugiere la necesidad de desarrollar estrategias de prevención del suicidio y programas de manejo de la ira específicamente diseñados para esta población.
Estos hallazgos ofrecen un rayo de esperanza. Al desmentir la creencia de que la sociedad los odia universalmente, se abre la posibilidad de intervenciones más efectivas y enfoques que puedan ayudar a este grupo vulnerable a reintegrarse en la sociedad de una forma más positiva y saludable.
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El papel del feminismo
Un hallazgo intrigante del estudio es la relación entre la identificación feminista y las actitudes hacia los incels. Los investigadores descubrieron que entre las personas no-incels, una mayor identificación con valores feministas se asociaba con una disminución de la simpatía hacia los incels, menor apoyo para el éxito romántico de los incels, mayor atribución de culpa a los incels y mayor animosidad general hacia los incels. Este efecto fue particularmente pronunciado entre las mujeres que se identificaban fuertemente como feministas.
Curiosamente, mientras los incels tienden a sobreestimar la hostilidad general de la sociedad, sus percepciones de animosidad por parte de subgrupos feministas parecen ser más precisas. Esto sugiere una dinámica compleja entre el movimiento feminista y la comunidad incel que merece una exploración más profunda.
Sin embargo, es importante señalar que tanto incels como no-incels, independientemente de su identificación feminista, coincidieron en que los incels representan un peligro principalmente para sí mismos. Esto resalta una preocupación compartida sobre los riesgos de autolesión dentro de la comunidad incel, trascendiendo las divisiones ideológicas. Estos hallazgos subrayan la necesidad de un diálogo más matizado y una comprensión mutua entre diferentes grupos sociales para abordar los desafíos que enfrentan los incels.
Limitaciones del estudio
Los investigadores reconocen que su estrategia de reclutamiento, basado en muestreo de bola de nieve a través de plataformas de redes sociales, puede haber introducido sesgos en su investigación. Es posible que los participantes estuvieran más familiarizados con los incels o tuvieran opiniones más fuertes sobre ellos en comparación con la población general.
Otra limitación potencial es el tamaño de la muestra de incels (135 participantes), que podría no ser completamente representativa de toda la comunidad. Futuros estudios podrían beneficiarse de una muestra más amplia y diversa. Además, el estudio se basó en autoinformes, lo que puede estar sujeto a sesgos de respuesta. Los participantes podrían haber respondido de manera socialmente deseable o exagerando sus percepciones.
Finalmente, el estudio no exploró en profundidad las razones detrás de las percepciones erróneas de los incels, lo que podría ser un área fructífera para futuras investigaciones cualitativas.
Perspectivas futuras
Los hallazgos de este estudio abren nuevas vías para abordar la problemática de los incels. Futuros esfuerzos de investigación podrían centrarse en desarrollar intervenciones específicas basadas en el apoyo a la salud mental, en lugar de enfoques de contraterrorismo. Son necesarias más investigaciones sobre las vías de radicalización específicas de los incels y el desarrollo de herramientas de detección temprana. Además, es crucial explorar programas de prevención e intervención a nivel primario, secundario y terciario.
El desarrollo de currículos inclusivos sobre seguridad cibernética y habilidades mediáticas podría ayudar a abordar las puertas de entrada al mundo incel. Asimismo, una mayor inversión nacional en apoyos de salud mental relacionados con problemas de la era digital facilitaría el acceso a servicios.
Finalmente, se requiere desarrollar más investigación centrada en el desistimiento post-participación y las vías hacia la violencia dentro de la comunidad incel.
En conclusión, el estudio revela que los incels tienen una visión distorsionada de la culpa social. Esta percepción errónea puede perpetuar su aislamiento. Intervenciones basadas en la empatía y la corrección de estas distorsiones podrían mejorar su bienestar y reducir riesgos. Futuras investigaciones deben explorar estrategias efectivas para abordar estas necesidades.