La traición es una de esas circunstancias que podemos sufrir en silencio durante un tiempo, y que pueden herir el corazón de la persona traicionada. Ya sea por parte de la pareja, un amigo, miembros de la familia o un compañero de trabajo, esta situación despierta emociones muy intensas y dolorosas.
Y es que la pérdida de confianza que se produce con el “traidor” hace muy difícil la reconciliación con esa persona. De hecho, en muchos casos, después de la traición existe un proceso de duelo en el que toca aceptar la situación. Un proceso de duelo complicado, porque las circunstancias no son las ideales para sanar las heridas.
Con el tiempo, sin embargo, uno puede rehacer su vida y seguir adelante. Incluso puede llegar a perdonar a la otra persona.
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Cómo superar una traición
Superar una traición no es fácil, y si la persona nos importa mucho, puede llegar a afectar a las diferentes áreas de nuestra vida. Ahora bien, estas situaciones tan delicadas y dolorosas pueden llegar a hundirnos durante un tiempo, pero también pueden suponer valiosas experiencias y aprendizajes de incalculable valor por y para la vida.
Pero, ¿qué hacer cuando nos traicionan? ¿Cómo superar este momento tan delicado? En las siguientes líneas te damos unas claves para hacerlo.
1. Analiza las circunstancias en que ocurrió la traición
Tras una traición, y como en cualquier situación de duelo, la primera etapa que experimenta la persona es la de conmoción. La traición es una situación tan dolorosa que algunas personas experimentan un nudo en el estómago y una terrible decepción y tristeza. En estas situaciones es importante hablar con alguien cercano, porque canalizar este tipo de emociones puede no ser fácil. Hablar con otros individuos, además, puede permitirte ver las cosas desde otra perspectiva.
También es importante que analices el contexto y el motivo por el cual ocurrió la traición. Por ejemplo, si hablamos de una infidelidad de pareja, puede que no tuvieses en cuenta las necesidades de la otra persona. Es bueno hacer autocrítica una vez que pasa la fase de negación.
2. No seas duro contigo mismo
Es frecuente que, en estas situaciones, aparezca la ira y también la tristeza. La tristeza suele experimentarse cuando una persona comienza a reconocer el alcance de la situación. Pese al dolor y el sentimiento de traición, también es habitual rememorar cosas buenas de la relación y lo que uno echa de menos. Si te sientes traicionado es porque la otra persona era importante para ti.
Lo cierto es que durante el tiempo de tristeza necesitas liberar esas emociones, y, de hecho, esto puede ocurrir al mismo tiempo que sientes ira. La inestabilidad emocional es frecuente en estos momentos delicados. Lo que debes hacer es tratarte con compasión, y si tienes que llorar, ¡hazlo! Lo importante es que no seas duro contigo mismo.
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3. No guardes rencor
Si bien debemos tratarnos a nosotros mismos con cariño, tampoco debemos guardar rencor hacia otras personas. Cuando sentimos ira, experimentamos una necesidad de desahogo, especialmente en contra de la persona que nos lastimó. Tenemos ganas de vengarnos.
Sin embargo, esto no es una buena forma de canalizar las emociones, y lo que podemos conseguir con esta acción también nos perjudique. La mejor alternativa es, en realidad, no guardar rencor.
- Artículo relacionado: “Personas rencorosas: 10 rasgos y actitudes que les caracteriza”
4. Acepta la situación
La aceptación es una de las mejores decisiones que podemos tomar para recuperar el bienestar y la salud mental. Porque igual que decía en el punto anterior, recrearnos en la frustración o la ira lo único que va a propiciar es que seamos nosotros los que más sufrimos. Aceptar algo así no siempre es fácil, pero en el artículo “Autoaceptación: 5 consejos psicológicos para lograrla” puedes encontrar información útil para lograrlo.
5. Tómate tu tiempo
La aceptación puede llevar su tiempo porque hay que seguir una serie de etapas y se necesita tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido. Ahora bien, como explicamos en el artículo “¿El tiempo lo cura todo? La ciencia responde”. El tiempo viene bien para ver las cosas desde otra perspectiva, pero para cicatrizar las heridas emocionales también debemos poner de nuestra parte.
6. Sé sincero
Es importante que, durante todo el proceso, seas sincero contigo mismo y con la otra persona. Conectar con uno mismo y no evitar la realidad es una de las mejore maneras para afrontar los problemas. Por otro lado, si, por ejemplo, deseas superar una infidelidad, la sinceridad es la mejor manera de hacerlo. En este sentido, puedes saber más en el artículo “Superar una infidelidad: las 5 claves para conseguirlo”.
7. ¡Perdona!
Perdonar a esa persona que te ha traicionado no significa que tengas que volver a aceptarlo en tu vida o que estás de acuerdo con su comportamiento, sino que es un acto de madurez, en el que se ha aceptado la situación y la persona se libera de sentir rencor. De hecho, perdonar tiene muchos beneficios. En el artículo “El perdón: ¿debo o no debo perdonar a quien me hirió?” puedes comprobarlo.
¿Cuáles son las situaciones ideales para perdonar? Deberíamos perdonar una traición en las siguientes circunstancias.
- La persona reconoce la persona el daño que ha causado y está tratando de cambiar el comportamiento.
- El individuo pide perdón claramente y da pruebas de que no tiene la intención de volver a hacerlo.
- Su actuación fue fruto de la ira o la decepción y la persona lamentó actuar de esta manera.
- Ha aprendido de ese comportamiento y es poco probable que lo vuelva a hacer.
- Es un comportamiento aislado, relativamente poco importante.
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