Se acerca el verano, y eso significa que estamos entrando de nuevo en la época de exámenes. Esa etapa en la que el estrés aflora y en la que la incertidumbre puede minarnos la moral.
Y es que la época de exámenes puede desgastarnos, especialmente si no hemos planificado bien el estudio y si no nos hemos trabajado lo suficiente durante el año y pretendemos hacer todo el trabajo de 3 meses en un fin de semana. Ante esta situación, la carga de trabajo puede hacerse demasiado pesada, y puede convertirse en un desafío demasiado grande. Lo mejor es planificar bien el aprendizaje y aprovechar hábitos de estudio eficaces.
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Los mejores hábitos de estudio
Para evitar caer presas de la ansiedad y no aprender nada, lo mejor es utilizar bien el tiempo de estudio del que se dispone, lo cual significa seguir unos buenos hábitos de estudio que te permitan consolidar el aprendizaje y evitar que estés el último día antes del examen intentando memorizar todo el temario.
Por suerte, lo bueno de estos hábitos de estudio se basa en su sencillez; se pueden adquirir y desarrollar rápidamente. A continuación puedes encontrar una lista con los mejores.
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1. Organízate
Desafortunadamente, cuando encuentras un lugar ideal para estudiar, a veces puedes no tener a mano lo que vas a usar durante el estudio.
El área de estudio debe tener todo lo que necesitas, pues así no perderás tiempo buscando las cosas que te faltan. Así, el primer paso para lograr el éxito en los exámenes es estar bien organizado. Y es que si desde un principio tienes un caos y no sabes ni las tareas ni las prácticas que has realizado durante el curso hasta que quedan tres días para el del examen, luego te va a costar estar al día.
Es importante que lo tengas todo bien organizado y que sepas lo que estás haciendo, porque si no puede que estés buscando apuntes la misma semana del examen. Y eso no es para nada beneficioso para ti.
Ordena tus apuntes; aunque parezca que no, el tiempo que emplees en ello se verá compensado con creces con el que te vas a ahorrar al no tener que perder minutos buscando libros o documentos.
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2. Ten un área de estudio
Estudiar en la cafetería puede parecer una idea excelente, pero si lo que quieres es retener el máximo de información y estar plenamente concentrado, es mejor que te busques un lugar de estudio en el que no haya distracciones, en el que estés al 100% con el estudio, sin interrupciones. El ambiente ideal para el estudio debe ser: ordenado, silencioso, estar bien iluminado, amplio y debe ser cómodo.
3. Evita distracciones
Además, evita tener distracciones cerca, puesto que pueden desconcentrarte. Es importante que durante el tiempo de estudio te limites a estudiar pues, por ejemplo, los ordenadores pueden ser muy útiles para buscar información, pero pueden distraerte si tienes el Facebook abierto.
Por otro lado, también deberías evitar estudiar en grupo hasta que no hayas empezado a hacer progresos por tu cuenta. Eso hará que cuando te reúnas con otras personas, en vez de distraeros hablando, tengáis conciencia de que tenéis dudas sin resolver y dediquéis el tiempo a compartir conocimiento relacionado con los apuntes.
4. Planifica el estudio
La buena planificación es un paso básico para que el estudio sea útil. Para ello, puedes utilizar un documento (o un papel) para escribir los temas que estudiarás, los días destinados a cada tema y el tiempo aproximado que necesitarás para cada apartado.
Evidentemente, la planificación puede variar y siempre debe haber un margen para el cambio, pero es importante que visualices el proceso de estudio y sepas qué estás haciendo en todo momento. No te olvides de que debes saber cuándo tendrás el examen, puesto que así te permitirá planificar todas las asignaturas y sabrás cuál es la prioridad.
Así pues, hazte un calendario de estudio en el que se detalle qué vas a hacer cada día. De este modo podrás controlar tus progresos y adaptarte al tiempo del que dispones.
Para prever problemas, resérvate unos pocos "puntos" de antemano, cada uno de los cuales gastarás cada vez que dejes pasar un cierto número de horas sin haber estudiado. Esto evitará que a la primera de cambio des por incumplido tu horario y te olvides de él.
5. Sé constante y distribuye el aprendizaje a lo largo del tiempo
Planificar está muy bien, pero es necesario que seas constante y que distribuyas el aprendizaje a lo largo del tiempo. Esto es clave para evitar tener que retenerlo todo los últimos días y en realidad no aprender nada ni consolidar este aprendizaje, sino solamente memorizar.
Puede que estudiar mucho los últimos días antes del examen te ayuda a aprobar, pero la información no durará mucho tiempo en la memoria. Es decir, esta es una buena opción si lo que quieres es aprender de verdad.
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6. Haz varias pruebas
Hacer test o simulacros de los exámenes no solo te prepara para saber qué tipos de preguntas pueden aparecer en el examen, sino que pueden darte un feedback muy valioso respecto a si dominas o no el temario que estás estudiando. Una investigación publicada en el Psychological Science in the Public Interest halló que ésta es la técnica de estudio más efectiva.
7. Estudia sin hambre
Las necesidades fisiológicas hacen que nuestra concentración disminuya y, por tanto, es interesante cubrirlas para seguir rindiendo en el estudio. Por ejemplo, si necesitar ir al servicio, tu capacidad de concentración disminuirá. Sin duda, una necesidad que debe estar cubierta es la alimentación, puesto que es necesario tener los niveles de energía altos para poder estudiar de manera efectiva. Este es uno de los hábitos de estudio que suelen pasar desapercibidos.
8. Toma algún suplemento
Existen suplementos que pueden ayudarte a mejorar la capacidad de estudio. Por ejemplo, la Jalea Real. La jalea real, que es el alimento con el que se alimentan las abejas al nacer y la abeja reina durante toda su vida, tiene una gran capacidad vitalizante tanto para el cuerpo y la mente. Otro suplemento que pueden ayudar a rendir mejor durante el estudio es el gingko biloba. Eso sí, prescinde de las bebidas energéticas, pues no son buenas para la salud.
9. Toma descansos
Estudiar durante horas puede ser agotador, y después de un tiempo sin descansos nuestro cerebro puede fatigarse, es por eso que lo ideal es tomar descansos a medida que vas estudiando. Lo recomendable es tomarse al menos 10 minutos de descanso por cada 50 minutos de estudio. Después del descanso, verás como vuelves a estar en disposición para seguir aprendiendo.
10. Varía las tareas
Variar las tareas puede favorecer el aprendizaje. Por ejemplo, puedes hacer 30 minutos de estudio teórico y después otros 20 minutos de tareas prácticas. Después utiliza 10 minutos para comprobar lo que habías memorizado anteriormente y haz el descanso de 10 minutos para evitar la fatiga mental.
11. Cambia el lugar de estudio
Como he dicho, es bueno tener un lugar donde estudiar, un lugar en el que puedas estar concentrado y sin distracciones; sin embargo, también puedes cambiar de sitio en algunos momentos para favorecer la retención del aprendizaje. Por ejemplo, si normalmente estudias en una habitación de tu casa, puedes ir a la biblioteca un día a la semana. Esto influirá positivamente en el estudio, porque actuará como un modo de tomarte un respiro y no caer en la monotonía, que te puede desmotivar.
12. Desconecta el día antes del examen
Aunque tengamos la creencia de que estudiar el día antes del examen durante largas horas es la mejor opción, si estudias con antelación, las investigaciones científicas afirman que es mejor desconectar el día antes de examinarte. Eso no quiere decir que no puedas hacer un repaso para tenerlo todo más fresco, pero en vez de quedarte estudiando todo el día, es mejor relajarse y no saturarse. Por ejemplo, puedes ir al cine la noche anterior.
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13. El estudio comienza en clase
Si quieres sacarle el máximo provecho al estudio, es bueno que acudas a clase con la mejor actitud. Esto incluye asistir y tomar apuntes de calidad, pero también prestar atención al profesor. Es más fácil retener algunos conceptos de esta manera, y además puedes preguntar tus dudas en ese momento. De lo contrario, puedes estar preguntándole a todos tus compañeros lo que no entiendes justo unos días antes del examen, lo que puede incluso confundirte.
14. Pasa los apuntes
Una buena forma de retener más información es llegar a casa y pasar apuntes. Esto te ayudará a refrescar lo que has estudiado en clase, y te ayudará a memorizar mucho mejor lo nuevo que has aprendido. También te ayudará a organizarte mejor para poder estudiar de manera más eficiente.