Las interacciones entre los seres humanos, si bien son innatas, pueden llegar a ser realmente complejas. Son muchas las personas que, al menos en algún momento de sus vidas, han sentido la necesidad de aislarse porque las interacciones con otras personas resultaban abrumadoras e insoportables para su persona.
¿Por qué no soporto a la gente?
Si eres una de esas personas a las que le ha pasado alguna vez, o te está sucediendo ahora, es posible que te hayas preguntado: “¿por qué me pasa esto?”. A lo largo de este artículo daremos algunas posibles causas que te ayuden a entender ciertos factores psicológicos, biológicos, físicos o sociales que podrían estar interfiriendo.
Causas individuales
Es cierto que el ser humano es un animal social, mamífero y este hecho le predispone a las interacciones sociales. Es decir, nuestro organismo está programado para establecer vínculos significativos con otros seres. Esto nos ha permitido sobrevivir como especie puesto que nos ha garantizado tanto una seguridad física como emocional.
También es cierto el hecho de que no todas las personas necesitan interacciones sociales con la misma frecuencia e intensidad y que no hay nada de malo en ello. Son muchos los factores que están implicados en este aspecto. Lo que sí podemos intuir es que cuando una persona siente que no quiere relacionarse absolutamente con nadie y que hacerlo le supera, algo está pasando en su mundo interno y debemos explorar las causas para una mayor comprensión.
No obstante, es importante partir de la base de que cada persona es única. Es decir, muy probablemente, los motivos que pueden llevar a cada persona a sentir que no soporta al resto sean diferentes. Por ello, es necesario que cada persona pueda explorar de forma detallada cuáles son las causas o motivos que más sentido tienen para su caso concreto.
A continuación se mencionan algunas de las que se han observado con más frecuencia a nivel individual, tanto en el ámbito emocional y psicológico como en la esfera física o biológica. Sin embargo, puede ser que alguna persona no se sienta identificada con ninguna de ellas y de ahí la importancia de poder explorar y comprender su propio mundo interno.
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Causas emocionales y psicológicas
Ya comentábamos anteriormente que hay personas que sienten menos necesidad de socializar y está bien. Sin embargo, a veces hay personas que sienten que no tienen herramientas para socializar y pueden llegar a sentir aversión y acaban rechazando las interacciones sociales puesto que les genera muchísima ansiedad.
En algunas ocasiones, el hecho de haber experimentado determinadas vivencias puede influir de forma directa en este rechazo ante el contacto con otras personas. Es crucial comprender si esto es lo que sucede para poder hacer un acompañamiento adecuado.
En otras ocasiones, mecanismos como la proyección pueden estar interfiriendo en nuestros vínculos. En este sentido, debemos tener en mente que, a veces, ponemos en los demás miedos o inseguridades que son nuestros y rechazamos en ellos aspectos de nuestra individualidad. Este es un mecanismo complejo y su reconocimiento requiere de un profundo autoconocimiento.
Por último, no podemos olvidar que estar atravesando etapas de nuestra vida en las cuales hay una alta demanda hacia nuestros recursos internos también puede alterar nuestros vínculos. El estrés, la sobrecarga mental y física, las preocupaciones, etc., son factores que pueden influir y, en este caso, el aislamiento sería un reflejo de nuestro estado interno.
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Causas biológicas y físicas
Por otro lado, podemos observar que hay ciertos aspectos biológicos que también influyen. En este sentido, destacan el temperamento y la personalidad. El primer término hace referencia a nuestra forma de ser a nivel biológico y el segundo incorpora también aquellos aprendizajes sociales y culturales que hemos ido integrando a lo largo de nuestro desarrollo.
Además, debemos contemplar que cuando estamos padeciendo algún dolor físico, enfermedad o condición que nos hace sentir limitados/as, es más probable que nuestra irritabilidad aumente.
En este sentido, como ya comentamos anteriormente, aspectos como el estrés, la fatiga o cualquier otra patología —sea física o mental— puede interferir en la percepción que tenemos sobre nosotros/as mismos/as, nuestro entorno, los vínculos y, en general, el mundo.
Causas sociales
Aunque no deja de tener un componente individual, hay ciertos aspectos relacionados con la sociedad que también debemos tener en cuenta si están sucediendo. Sin duda, pueden afectar nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Por ejemplo, puede darse una desilusión generalizada ante la humanidad debido a los acontecimientos que están sucediendo a nivel mundial.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Además, también podría interferir el hecho de sentir que hay una gran diferencia entre los valores propios y los del resto de personas. La falta de sentido de pertenencia es muy compleja y dolorosa a nivel emocional. Asimismo, si la persona siente constantemente que no encaja ante las expectativas sociales o que no puede alcanzarlas, también puede sentir un intenso resentimiento y rechazo hacia la sociedad y las interacciones.