Adicción a la comida: cómo reconocerla y tratarla

Un resumen de los efectos de la adicción a la comida y a las estrategias para superarla.

Adicción a la comida: cómo reconocerla y tratarla

La adicción a la comida es un trastorno psicológico que se caracteriza por una obsesión y dependencia hacia la comida, un comportamiento compulsivo similar al que se observa en otras adicciones.

Pero... ¿es esto lo mismo que un trastorno alimentario? A diferencia de estos últimos, en la adicción a la comida:

  • No se produce una preocupación excesiva por el peso o la imagen corporal, sino que existe un impulso a comer en exceso de manera recurrente, incluso cuando no se tiene hambre y a pesar de las consecuencias negativas.

  • Tampoco se limita a ciertos tipos de alimentos o nutrientes específicos, sino que puede manifestarse con cualquier tipo de comida.

  • Artículo relacionado: "Los 14 tipos de adicciones más importantes"

¿Qué es lo que define a la adicción a la comida?

La adicción a la comida es un trastorno en el que la persona experimenta una dependencia hacia la comida que va más allá del hambre física, lo que se conocería como hambre emocional.

De entre sus posibles causas y factores de riesgos, encontramos que puede ser debida a una combinación de factores biológicos, psicológicos, ambientales, de aprendizaje y sociales:

  • Factores biológicos. Por ejemplo, existen determinados neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, implicados en el deseo de comer en exceso.
  • Factores psicológicos. La adicción a la comida puede ser desencadenada por una variedad de factores psicológicos, como la ansiedad, la depresión o el estrés; la comida puede ser una forma de aliviar estos sentimientos.
  • Factores ambientales. La disponibilidad de alimentos y/o los entornos estresantes o poco saludables pueden contribuir al desarrollo de la adicción a la comida.
  • Factores de aprendizaje. Los patrones de alimentación pueden ser aprendidos a través de experiencias tempranas en la vida, además de poder ser reforzados por la publicidad y los medios de comunicación.
  • Factores sociales: la presión social y la influencia de amigos y familiares con hábitos alimentarios poco saludables.

Algunos de los síntomas y señales que pueden indicar una adicción a la comida suelen ser comer grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, incluso cuando no se tiene hambre, con dificultades para poder controlarse, lo que se traduce en una pérdida de control y en cambios de ánimo si no puede comer o si se intenta limitar el consumo de alimentos. Esto, en ocasiones, puede llevarnos a evitar situaciones sociales que impliquen comida, como cenas con amigos o familiares, debido a la vergüenza o la culpa.

¿Qué consecuencias podría tener?

Algunas de las más visibles pueden ser los problemas digestivos (reflujo gastroesofágico, dolor abdominal, diarrea…) o el aumento del riesgo de enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades cardíacas…). Sin embargo, también a nivel psicológico se puede ver los efectos, como depresión, ansiedad, aislamiento social o problemas de sueño.

¿Cómo se trata?

En cuanto al tratamiento, será importante adquirir habilidades para manejar el estrés y la ansiedad sin recurrir a la comida como una forma de alivio, identificando y cambiando los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la adicción a la comida a través de la terapia cognitivo-conductual. También será recomendable mejorar las relaciones interpersonales y abordar las emociones que pueden contribuir a la adicción a la comida, a través de terapias interpersonales, así como entrenar en la consecución de habilidades de afrontamiento efectivas para manejar el estrés, la ansiedad y otros desencadenantes emocionales que pueden contribuir a la adicción a la comida. Es de gran relevancia poder contar con un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud, entre ellos psicólogos y nutricionistas, para determinar el mejor enfoque de tratamiento para cada persona.

¿Qué puedo hacer hasta conseguir valoración un profesional?:

  • Es importante identificar los desencadenantes emocionales que pueden contribuir a la adicción a la comida, como el estrés, la ansiedad o la tristeza; una vez identificados, se pueden desarrollar estrategias efectivas para manejar estos desencadenantes de una manera saludable, en lugar de recurrir a la comida.
  • Establece un patrón de alimentación regular para evitar los atracones de comida. Trata de comer cada tres o cuatro horas, y asegúrate de incluir todo tipo de alimentos en tu dieta.
  • Practicar la alimentación consciente, de manera que puedas prestar atención a los sentidos y disfrutar de los alimentos sin distracciones. Trata de apreciar los sabores, olores y texturas de los alimentos y enfócate en la experiencia de comer.
  • Busca apoyo emocional y motivación en amigos, familiares o grupos de apoyo para ayudarte a prevenir y tratar la adicción a la comida.
  • Mantén un estilo de vida saludable, que incluya actividades físicas, sueño adecuado, red social…
Instituto Europeo Alfi

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Si puedes seguir este tipo de recomendaciones, ya habrás comenzado a recorrer este camino, y con ayuda profesional, se hará mucho más llevadero. ¿Caminamos juntos?

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