La amnesia retrógrada consiste en la pérdida de recuerdos previos a una lesión cerebral o bien, según algunas perspectivas, relativos a experiencias de ansiedad y estrés intensos.
En este artículo analizaremos qué es la amnesia retrógrada y cuáles son sus causas más frecuentes, y describiremos los cuatro tipos más representativos.
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¿Qué es la amnesia retrógrada y qué la causa?
El término “amnesia” hace referencia a un síndrome neurocognitivo cuya característica definitoria es la afectación selectiva de la memoria. Cuando la persona presenta una incapacidad para adquirir información nueva decimos que tiene amnesia anterógrada; si los problemas de memoria afectan a recuerdos previos a la enfermedad, la amnesia es retrógrada.
Los dos tipos de amnesia pueden darse de forma conjunta o no. El síndrome amnésico, provocado por lesiones en la región medial de los lóbulos temporales del cerebro como las que se dan en el síndrome de Wernicke-Korsakoff, se diagnostica en base a la presencia de amnesia anterógrada; en estos casos no siempre hay un grado relevante de amnesia retrógrada.
Por lo general la amnesia retrógrada afecta sobre todo a la memoria declarativa o explícita, que incluye la memoria semántica, la episódica, la autobiográfica y la espacial. En cambio, la memoria procedimental o implícita suele estar conservada en las personas con esta alteración, por lo que no olvidan las destrezas que habían aprendido antes de la lesión.
En cualquier caso, los recuerdos son fenómenos complejos compuestos por distintos tipos de información; es por esto que, incluso en los casos en que existe una disociación entre la afectación de los componentes de la memoria declarativa, resulta complicado diferenciar una función del resto, y por tanto comparar los déficits en cada una de ellas.
La principal causa de la amnesia retrógrada son las lesiones en el hipocampo y en otras estructuras relacionadas, tanto corticales como subcorticales, sobre todo del lóbulo temporal. Estos daños pueden deberse a traumatismos craneoencefálicos, déficit de vitamina B1 por desnutrición o consumo abusivo de sustancias tóxicas como el alcohol, entre otros.
También se han descrito casos de amnesia retrógrada de origen psicógeno, asociados fundamentalmente a experiencias de estrés muy intenso y característicos de los trastornos disociativos. A pesar de las críticas que han recibido las conceptualizaciones sobre este tipo de amnesia, en la actualidad se está investigando sus bases biológicas con resultados prometedores.
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Tipos de amnesia retrógrada
Como hemos dicho, las lesiones cerebrales que provocan la mayor parte de casos de amnesia retrógrada se asocian con frecuencia a la presencia de amnesia anterógrada. Este criterio es uno de los más relevantes en la clasificación de las amnesias retrógradas, junto con las causas de la alteración y las características concretas de los déficits.
1. Con gradiente temporal
Con frecuencia la amnesia retrógrada presenta un claro gradiente temporal: los recuerdos del pasado remoto tienden a conservarse en mayor medida que los más recientes. Esto ha sido atribuido al hecho de que el sistema nervioso requiere un periodo de tiempo largo para consolidar un recuerdo de forma definitiva a través de la formación de conexiones corticales.
Este gradiente temporal no siempre se observa y su intensidad se ve influida por factores muy distintos, entre los que destacan la localización y la extensión del daño cerebral. En muchos casos el síndrome de Wernicke-Korsakoff, ejemplo prototípico del síndrome amnésico, la amnesia retrógrada puede extenderse hasta 20 años antes del inicio de la enfermedad.
2. Amnesia retrógrada pura
Algunos autores usan el término “amnesia retrógrada pura” cuando esta alteración se da en ausencia de amnesia anterógrada, independientemente de cuál sea su causa; por contra, otros consideran que debe ser empleado para hacer referencia a los casos de amnesia retrógrada funcionales, es decir, aquellos en que no hay ninguna lesión cerebral.
Si nos ceñimos a la primera conceptualización la amnesia retrógrada pura se asocia a lesiones en el tálamo, un núcleo de sustancia gris (compuesto principalmente por cuerpos neuronales y células gliales) que tiene un papel clave en la recuperación de recuerdos a través de sus conexiones con el hipocampo, además de servir como punto de relevo sináptico.
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3. Amnesia generalizada o global
Las lesiones que afectan a las áreas del cerebro implicadas en la memoria tienden a provocar tanto amnesia retrógrada como anterógrada; cuando esto sucede hablamos de amnesia generalizada. Un caso especial es la amnesia global transitoria, en la cual se dan déficits mnésicos pasajeros debidos a accidentes isquémicos leves, estrés intenso u otras causas.
4. Amnesia psicógena
El concepto “amnesia psicógena” recoge las alteraciones de la memoria retrógrada causadas por factores psicológicos. Desde distintas orientaciones teóricas se ha atribuido estos casos a experiencias traumáticas y/o intensamente estresantes; la ansiedad puede alterar la codificación de información, si bien la represión de recuerdos no está tan aceptada.
En este sentido cabe destacar la relación de la amnesia retrógrada psicógena con los trastornos disociativos, que incluyen la fuga disociativa y el trastorno de identidad disociativo. La amnesia psicógena es considerada el núcleo de esta categoría diagnóstica, cuestionada por muchos miembros de la comunidad científica por su relación con la sugestión.