Existen distintos tipos de fobias, algunas de ellas realmente extrañas. Por ejemplo, la hexakosioihexekontahexafobia o miedo al número 666, la turofobia o miedo al queso, o la uranofobia o miedo al cielo después de la muerte. Hoy hablaremos de otra fobia poco común: la apeirofobia o miedo al infinito.
Pero antes de empezar a hablar de esta fobia, y para entender mejor que caracteriza los trastornos fóbicos, comenzaremos explicando brevemente en qué consisten las fobias en general.
Si quieres saber más sobre las fobias extrañas, puedes leer nuestro artículo: "Las 15 fobias más raras que existen"
¿Qué es una fobia?
La fobia es un fuerte miedo irracional e incontrolable a las situaciones, objetos, actividades o personas. Pertenece al grupo de trastornos de ansiedad, y su síntoma más característico es el excesivo e irracional deseo de evitar los objetos o situaciones como manera de reducir la ansiedad o malestar que pueden sufrir estas personas.
Los expertos afirman que ciertos factores genéticos y ambientales favorecen la aparición de una fobia. No obstante, una de las causas que mayor consenso levanta entre los investigadores es que las fobias surgen porque la persona ha tenido experiencia traumática (mayoritariamente en la infancia), a la que después asocia el elemento que le causa temor. Este aprendizaje se produciría por condicionamiento clásico.
¿Quieres saber más sobre el condicionamiento clásico? Te recomendamos nuestro artículo “ El condicionamiento clásico y sus experimentos más importantes”
Es importante destacar que la asociación que provocaría la fobia puede ser directa o indirecta. Se habla de asociación directa cuando ha sido ese elemento (objeto, situación, etc.) la causa misma que desemboca en una fobia. Por ejemplo, si un niño es arañado por un gato al que inconscientemente molestaba, y fruto de esta experiencia desarrolla una fobia a los gatos. La asociación indirecta hace referencia a cuando el temor aparece desplazado. Por ejemplo, cuando un niño tiene fobia a las vacunas solo por el hecho de saber que duelen.
Clasificación de las fobias
Las fobias pueden clasificarse de la siguiente manera: fobia social, agorafobia y fobia específica.
- Fobia social: Este tipo de fobia se caracteriza porque la persona que lo padece siente un miedo irracional hacia situaciones de interacción social. Por ejemplo, cuando tiene que hablar en público, pues tiene miedo a ser juzgado, criticado o humillado. Éste es un trastorno serio que no debe confundirse con la timidez. Las personas con fobia social pueden sentir una fuerte ansiedad al hablar por teléfono o comer frente a otras personas, por lo que evitan este tipo de situaciones.
- Agorafobia: Aunque muchas personas piensen que la agorafobia es el miedo irracional por estar en espacios abiertos como grandes calles o parques, esto no es exactamente así. Los individuos que tienen agorafobia sienten una fuerte angustia producida por situaciones en las se sienten desprotegidos y vulnerable cuando sufren una crisis de ansiedad. En otras palabras, sienten pánico a que la situación escape a su control. El paciente con este tipo de fobia suele recluirse en su casa como forma de evitación.
- Fobia específica: El miedo irracional en este caso se produce ante un estímulo, por ejemplo, una situación, un objeto, un lugar o un insecto. Por tanto, la apeirofobia estaría clasificada dentro de este tipo de fobia.
Conoce más sobre los distintos tipos de fobias en este artículo: "Tipos de fobias: explorando los trastornos del miedo"
Características de la apeirofobia
Pensar en el universo y el infinito puede provocarnos ciertas preguntas o reflexiones difíciles de responder, que nos pueden causar cierto grado de ansiedad. Ahora bien, cuando este pensamiento sobre el infinito o a las cosas inmensas nos produce un miedo irracional extremo y un gran malestar, entonces estamos ante un caso de apeirofobia.
El concepto de apeirofobia hace referencia a un tipo de fobia poco habitual. Solemos hablar con total normalidad de otras fobias en el que su objeto fóbico es tangible: fobia a las arañas o la fobia a los payasos, por ejemplo. Todos ellos objetos o personas que se pueden tocar y evitar con facilidad. Para algunos, imaginarse la fobia al infinito puede incluso resultar complicado.
El miedo al infinito puede aparecer tanto por el día como por la noche. Por ejemplo, cuando el sujeto que lo sufre está tan tranquilo en el salón de su casa y un pensamiento intrusivo sobre el infinito le provoca un serio problema de ansiedad. O cuando está en su cama, intentando conciliar el sueño, y la misma imagen le provoca un fuerte miedo que no le permite dormir en toda la noche.
Vértigo existencial
La apeirofobia es un tipo de fobia en la que el foco del miedo es algo totalmente abstracto, y no un ser vivo, un paisaje o un objeto determinados. Eso significa que depende de actividades ligadas a la introspección y a la imaginación, aunque sus síntomas no tienen por qué aparecer solo cuando se reflexiona en silencio y con los ojos cerrados.
Existen ciertas experiencias que nos entran por los sentidos y, en ciertos casos, nos pueden hacer pensar en lo infinito. Estos estímulos sensoriales dependen de cada persona, pero algunos de los más recurrentes son el cielo, el mar o las secuencias numéricas que no terminan nunca.
La Aperiofobia se experimenta como una sensación de vértigo producida por la idea de que, como se está entrando en contacto con el infinito, no hay ningún punto de apoyo en el que la persona pueda permanecer "anclada" y manteniendo cierto control de la situación. Esta idea hace que, en cierto sentido, sea similar a la agorafobia, ya que en esta tambi8én aparece una oleada de miedo ante la idea de que el entorno se vuelve inabarcable e imposible de controlar.
Tratamiento
Ya que la apeirofobia es un trastorno de ansiedad provocado mayoritariamente por experiencias traumáticas del pasado, es necesario acudir a un profesional de la salud mental lo antes posible. La terapia cognitivo-conductual o el Mindfulness han demostrado ser muy eficaces en la superación de este tipo de trastornos, aunque es importante tener en cuenta que los síntomas de la apeirofobia casi nunca desaparecen del todo.
Puedes saber más sobre estos tipos de terapia en nuestros artículos: