Las cosas casi nunca son todo bueno o todo malo, y con la cafeína pasa algo parecido. Es cierto que muchas personas lo asocian con energía, pero muchas veces también se habla de ella como si fuera solo nervios y desvelos. Sin embargo, tomado en su justa medida, este estimulante natural podría tener beneficios que no siempre imaginamos.
En los últimos años se han publicado investigaciones que señalan que el café y otras fuentes de cafeína podrían jugar un papel interesante en la prevención o el manejo de los síntomas asociados a la depresión. No como una cura, claro, pero sí como un apoyo que es importante conocer. Hablemos, entonces, sobre el tema.
Depresión y cafeína: ¿qué tan real es esta relación?
La depresión es mucho más común de lo que pensamos y no aparece por una sola razón. Tiene que ver con la biología, con lo que vivimos en el día a día, con las emociones que cargamos y hasta con la manera en que nos relacionamos. Por lo general, los tratamientos incluyen terapia, cambios en los hábitos y, en algunos casos, medicamentos.
En medio de todo esto, el café ha empezado a ganar espacio en las investigaciones. La mayoría lo vemos como un empujón de energía, algo que tomamos para mantenernos despiertos, pero parece que podría influir en otros aspectos, como el estado de ánimo.
Algunos estudios apuntan incluso a la conexión entre el intestino y el cerebro, lo que es súper importante para entender cómo nos sentimos.
Qué dicen los estudios sobre la cafeína y la depresión
Hay varias investigaciones que han explorado este tema, y aunque no todas llegan a la misma conclusión ni lo explican de la misma manera, sí dejan ideas interesantes que hoy queremos compartir contigo.
En China, por ejemplo, un equipo de la Universidad Médica de Chongqing estudió cómo reaccionaban ratones sometidos al estrés con y sin cafeína. Por un lado, los que no recibieron nada mostraron comportamientos parecidos a la depresión, como apatía y pérdida de peso. Por otro, los que tenían cafeína parecían más protegidos.
Además, en esta misma investigación se descubrió que los ratones que recibieron cafeína mantenían una microbiota intestinal más estable y menos inflamación en el cerebro. Claro, se trató de un estudio con animales, así que no se puede aplicar directamente a personas, pero sí abre un camino.
Otro ejemplo viene del Biobanco del Reino Unido, donde participaron más de 146,000 personas. Ahí encontraron que quienes bebían entre 2 y 3 tazas de café al día tenían menos probabilidades de sufrir depresión o ansiedad. Los beneficios fueron más evidentes con café molido, con leche o sin azúcar, frente a otras presentaciones.
Por otro lado, en Portugal, investigadores como João Filipe Oliveira y Rodrigo Cunha miraron desde otro ángulo. Ellos estudiaron cómo la cafeína bloquea unos receptores neuronales llamados A2A, que parecen estar muy activos en personas con depresión. De hecho, se encontró que los cerebros de personas que se habían quitado la vida tenían una concentración mucho más alta de esos receptores. Esto podría explicar por qué quienes toman café con frecuencia tienen menos riesgo de depresión.
Y si ampliamos la mirada, otros estudios han visto que el café en general se asocia con beneficios para la salud, como menor riesgo de enfermedades como Parkinson, diabetes tipo 2 y hasta algunos tipos de cáncer. Aunque aún faltan estudios para profundizar en ello, los que se han realizado hasta ahora indican que, tomado con moderación, la cafeína suma más cosas positivas que negativas.
También hay un lado que no hay que ignorar
Sí, puede que si eres entusiasta del café estés celebrando por todo lo alto, pero es importante tener una visión equilibrada al respecto. También es cierto que tomar demasiada cafeína puede causar nerviosismo, problemas para dormir, dolor de cabeza o sentir que el corazón se acelera. Además, puede molestar el estómago o hacer que uno vaya al baño más seguido.
Además, hay estudios que apuntan a que más de cinco tazas al día podrían afectar la densidad ósea en algunas mujeres, aunque con suficiente calcio este efecto se compensa. Por eso, lo recomendable es encontrar el punto medio y escuchar al propio cuerpo, porque la tolerancia no es igual para todos.
Consejos prácticos para aprovechar la cafeína sin excesos
La idea no es ver al café como un tratamiento contra la depresión, sino como un aliado posible si se consume con equilibrio. A fin de cuentas, la depresión debe ser abordada siempre con ayuda profesional acudiendo a psicoterapia.
Pero más allá de eso, aquí te dejo algunos consejos "cafeteros" sencillos que puedes aplicar en tu día a día si te notas decaído/a o sospechas que puedes estar desarrollando síntomas propios de la depresión, los cuales debes combinar con realizar una primera visita al psicólogo:
1. Mantente en un rango moderado
La mayoría de estudios habla de 2 a 3 tazas al día como una cantidad segura y con posibles beneficios. Superar eso no siempre aporta más y puede traer efectos incómodos, como sentirte demasiado acelerado(a) o con problemas para dormir, así que lo mejor es que no te excedas.
2. Revisa la forma en que lo preparas
Según varios estudios, el café filtrado suele ser mejor para la salud del corazón, porque quita compuestos que pueden subir el colesterol. Si usas prensa francesa o métodos sin filtro, puedes alternar con café filtrado para equilibrar, sobre todo si tomas varias tazas al día.
3. Ten muy en cuenta la calidad
Un café molido, fresco y sin demasiados aditivos será más beneficioso que versiones instantáneas cargadas de azúcar o con jarabes. Así que, ¡sí!, es importante invertir en buen café, no solo porque sabe mejor, sino que también cuida más tu salud.
4. Escucha tu cuerpo
Si notas que incluso con poca cantidad sientes inquietud o malestar, sería importante reducir la dosis o pasar al descafeinado. Cada persona reacciona diferente, así que sugerimos que pongas atención a tus sensaciones y que hagas ajustes según lo que necesites.
5. Cuida los horarios
Tomar café muy tarde puede arruinar el sueño, y un descanso deficiente influye directamente en el estado de ánimo. De hecho, quienes sufren episodios depresivos vinculados al trastorno bipolar pueden ver sus salud mental especialmente desestabilizada si no duermen bien y de manera regular.
Lo mejor es dejarlo para la mañana o la primera parte de la tarde, porque así aprovechas su efecto estimulante sin sacrificar tus horas de sueño.

Javier Ares Arranz
Javier Ares Arranz
Psicólogo especialista en Depresión, Ansiedad y Pareja.
En conclusión, el café y la cafeína no son una solución definitiva contra la depresión, pero sí parecen tener un papel interesante cuando se consumen con equilibrio. Lo importante es entender que los estudios muestran un potencial, pero cada persona es distinta y la clave está en no abusar.
Así pues, con un consumo consciente, ese café de cada día no solo puede darte energía, también puede aportar un poco más de bienestar.


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