El gran cambio de nuestro tiempo viene de la mano de internet. Las nuevas tecnologías han propiciado que todos estemos conectados e informados a través de smartphones y ordenadores.
Aunque a primera vista este mayor acceso a informaciones y comunicaciones solo suponga una clara ventaja para nuestra especie, lo cierto es que también hay personas que pierden el control y mantienen una relación problemática con estas tecnologías, hasta el punto de desarrollar cuadros clínicos derivados de su mal uso.
¿Cómo nos afectan las redes sociales?
Como vimos en un artículo de hace unos meses, las redes sociales (como Facebook, Twitter, Instagram) son una gran forma de mantener el contacto con personas que están lejos, pero a la vez ha propiciado trastornos, como por ejemplo el Síndrome FOMO. Parece que estamos tan conectados a las redes que hemos perdido la capacidad de centrarnos en nosotros mismos, en nuestro bienestar y en el momento presente.
Pero este no es el único problema derivado de las redes sociales. En consulta también acuden personas adictas a la recompensa que les produce tener más seguidores o más 'likes' en sus fotografías. Incluso están de moda los retiros espirituales en que decenas de personas aprovechan el fin de semana para liberarse de la carga tóxica que les genera la dependencia a las nuevas tecnologías.
Entrevista a Marta Marín Martínez, de Clínica Mariva
Para profundizar en todas las problemáticas que están generando las nuevas tecnologías en general, y las redes sociales en particular, hemos querido conversar con Marta Marín Martínez, de Clínica Mariva en Valencia.
Bertrand Regader: ¿Ha afectado a nuestra autoimagen y a nuestra manera de valorarnos el hecho de usar habitualmente las redes sociales en Internet?
Mariva: Creo que no cabe duda de que sí. Comenzamos utilizando redes sociales en las que, aunque la imagen era importante, no era lo principal o no tenía por qué serlo. Compartíamos textos y demás, pero esto ha llegado hasta el punto en el que la red social dominante se basa en la imagen como punto fuerte, por lo que, hemos llegado a un punto en el que está afectando en exceso.
¿Cómo han cambiado las relaciones interpersonales desde que usamos plataformas como Facebook o Instagram?
Estas redes sociales tienen como uno de sus puntos positivos que permiten mantener relaciones, conocer las últimas novedades de amigos etc, por lo que ayudan a mantener el sentimiento de pertenencia, algo básico para el ser humano.
Sin embargo, también es importante reflexionar sobre que, a veces tenemos a contactos en redes sociales con los que no quedamos hace años, ¿es necesario entonces conocer aspectos sobre su vida o viceversa?
Específicamente en el ámbito de las relaciones de pareja... ¿qué clase de problemas surgen por el uso de estas plataformas online?
Surgen problemas, especialmente, en cuanto a celos. Hay un evidente repunte de consultas en nuestro centro por problemática de este tipo “le ha dado a like a una foto de otra chica… sigue en redes sociales a su ex pareja… no me contesta los whatsapps al momento… habla con otro chico…” son frases que escuchamos a diario y que, en contra de lo que podemos pensar, no son solo cosa de jóvenes. Opino que el problema no es la red social, hay un problema de celos y desconfianza y la red social o el uso de la mensajería instantánea está sirviendo como catalizador.
Otro tipo de problemática común es la de que la pareja esté junta pero uno o ambos estén más pendientes del móvil, mirando otras cosas o incluso pendientes de subir fotos sobre lo que hacen. En estos casos, te diría lo mismo que en el caso anterior, ya hay un problema de base que no es la red social en sí.
Por otro lado, el uso de estos recursos digitales viene con el coste de una cierta pérdida de privacidad. ¿Tendemos a subestimar esta desventaja?
Claro, es lo que comentábamos, que tenemos contactos que igual hace años que no vemos y que están al día de nuestra vida. Estamos restando valor a la intimidad, algo que es un valor de primer orden y que, creo, deberíamos cuidar mucho más.
También se habla del modo en el que las redes sociales nos mantienen pegados a la pantalla. ¿Cómo se explica esta capacidad que tienen para estar pendientes de lo que sube y comparte el resto de nuestros contactos?
Las personas sienten curiosidad por lo que hace la gente a su alrededor, es algo natural, pero, que puede pasar a ser “cotilleo” y , es por eso, por lo que las redes sociales, así como los realities de televisión tienen tanto éxito. Nos suele gustar mucho asomarnos a la ventana y ver que hace el vecino, y la red social permite esto de forma instantánea, aunque, siguiendo con la metáfora, es una ventana con muchos filtros en los que no vemos la realidad total del vecino, sino que, generalmente, su parte más positiva, lo que puede mermar nuestra autoestima por la dichosa comparación social.
Posiblemente las personas con problemas de ansiedad no llevan bien el torrente de información que nos arrojan plataformas como Facebook o Twitter. ¿Se plasma esto en los casos que se ven en terapia?
Lo que peor llevan las personas con ansiedad, o incluso sin ella, es la sensación de tener que estar disponible y localizable en cualquier momento, eso es algo que impide desconectar.
Por otra parte, como bien dices, la sobre estimulación, es muy perjudicial para la ansiedad y es esencial que reaprendamos a mirar una película, escuchar música, salir con amigos… disfrutando solo de esa tarea y no mirando el móvil.
¿Se nos está educando a competir en número de likes, retweets y comentarios en las fotos?
Sí, aunque poco a poco, estamos dándonos cuenta de lo inútil que es y mucha gente está optando por eliminar las redes sociales de su vida, pero, esto es especialmente preocupante en el mundo de los jóvenes y adolescentes, porque, en una edad fundamental para el desarrollo de una adecuada autoestima, estamos fomentando que esta se base en la percepción de los demás y su reacción ante nuestra imagen o la imagen que queremos dar, esto es nefasto para el desarrollo de una autoestima sana.
¿Y qué hay de las personas que deciden no usar las redes sociales? ¿Se ven perjudicadas por la falta de capacidad para conocer gente nueva?
Como hemos hablado, percibo que es una tendencia al alza, aunque aún sigue siendo extraño conocer gente que haya decidido prescindir de redes sociales y los que lo hacen, suelen tender a sentirse más excluidos y, a la hora de conocer a gente nueva, comienza a ser indispensable, incluso, para entablar relaciones de pareja.