Sandra García: «El Yo no es algo fijo ni sólido, está en constante cambio»

Entrevistamos a la psicóloga Sandra García, de Adhara Psicología, experta en meditación y terapia.

Sandra García: El Yo no es algo fijo ni sólido, está en constante cambio

La meditación y la psicoterapia tienen muchos puntos de unión, tanto en su potencial para mejorar la salud mental, como en sus implicaciones a la hora de adoptar hábitos saludables.

Precisamente este es el tema que abordaremos en esta entrevista a la psicóloga Sandra García Sánchez-Beato, Directora de Adhara Psicología y experta en meditación, que propone una integración entre esta práctica y los principios de la psicoterapia a través del método Insight Light.

Entrevista a Sandra García Sánchez-Beato: conociendo el método Insight Light

Sandra García Sánchez-Beato es psicoterapeuta y meditadora, así como Directora de Adhara Psicología y Directora del proyecto Despertar, Psicoterapia & Meditación. En esta entrevista nos habla sobre Insight Light, un método que ofrece los beneficios de integrar la meditación en el proceso terapéutico.

Sandra García Sánchez-beato

Sandra García Sánchez-beato

Psicóloga General Sanitaria, Psicoterapeuta Humanista

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

¿En qué consiste el método Insight Light® desde el que trabajas?

Es un método basado en algunos pilares importantes, como la Psicoterapia Contemplativa. Integra a su vez, el camino de la filosofía budista sobre la idea del yo y la esencia de nuestra mente; los recursos de la Psicoterapia Humanista y los últimos avances sobre la neurociencia de la meditación.

Partimos de la base de que todos los seres compartimos una mente sutil que reside más allá de los fenómenos mentales y cuya naturaleza es la bondad. Sus cualidades inherentes, según los estudios de la filosofía budista, son la luminosidad, espaciosidad y su carencia de elementos que la obstruyen.

Estos aspectos, a su vez, nos aproximan a cualidades positivas como la compasión, la ecuanimidad, la alegría o el amor benevolente, que tenemos que potenciar.

Con el método Insight Light iniciamos un viaje que nos lleva de vuelta a casa. Está creado para ayudarnos a desarrollar nuestro potencial. Nos permite dirigir la luz de nuestra atención a nuestro interior para descubrir, a través de la conciencia, lo que ocurre en nuestra mente-corazón.

Por otro lado, contribuye a explorar la verdadera naturaleza de nuestra mente, más allá de condicionamientos, conceptos y procesos mentales, y a encontrarnos con ese espacio interno más luminoso, abierto y espontáneo que todos compartimos.

Insight Light nos ofrece un camino a recorrer, enfocado al crecimiento personal integral, contemplando la dimensión espiritual. En el ámbito profesional, nos aporta un método de trabajo que podemos integrar como recurso en el proceso terapéutico y en otros contextos, relacionados con la salud, el bienestar y la educación.

En su desarrollo hay una serie de premisas sobre las que se sustenta el método asociadas a la mente, tanto como contenedor de los procesos mentales como a la naturaleza de éstos.

En primer lugar, la insustancialidad del yo. Necesitamos hacer un acercamiento de investigación al concepto que tenemos del yo. Desde el budismo se considera que el yo no es algo fijo, sino que se configura por una serie de agregados que nos ofrecen la idea con la que construimos nuestra identidad.

No quiere decir que no exista, sino que existe de una forma diferente a como lo percibimos. Nos aporta la visión de que nuestra mente es un continuo en el que se van sucediendo instantes de conciencia que nos dan la sensación de ser algo sólido, pero en realidad no lo es.

Esta visión es muy inspiradora y reveladora, ya que las emociones y focos de conflicto se tornan más difíciles de mantener si se explora que el yo es algo conceptual e imputado formado por agregados.

En segundo lugar, soltar el aferramiento a la idea del yo. Al creer que nuestro yo es algo fijo, nos relacionamos con las emociones, conceptos y procesos mentales aferrándonos y manteniéndolos en nosotros. Al liberarnos de este aferramiento progresivamente las emociones no se retroalimentan y se disuelven espontáneamente.

Esto nos permite relacionarnos con nuestros condicionamientos desde una perspectiva más libre, puesto que podemos soltarlos y transformarlos sin engancharnos.

En tercer lugar, la vacuidad de los fenómenos. Profundizar en la vacuidad de las emociones, procesos mentales y fenómenos externos e internos, nos ayuda a no solidificar nuestra experiencia. En realidad, no hay nada que podamos retener. Necesitamos cohesionarnos internamente e integrarnos, liberándonos de la dualidad, para crear un flujo de conciencia que nos permita vivir con plenitud.

Finalmente, las cualidades de la naturaleza de la mente. La espaciosidad, luminosidad y no obstrucción, son cualidades inherentes de nuestra mente. Si nos entrenamos para vislumbrar esta mente sutil, será más fácil abrir ese espacio interno cuando nos sintamos presos de las emociones conflictivas. Evitamos así solidificarlas, y aprendemos a dejarlas marchar. Pierden intensidad y protagonismo si las vemos dentro de un espacio ilimitado.

Para explorar esta visión de nuestro mundo emocional, iremos trabajando con unas prácticas que estarán integradas: calma mental, la visión profunda de los fenómenos, la deconstrucción del concepto del yo y el cultivo de la compasión como cualidad que lo impregna todo.

¿Hasta qué punto la meditación y la psicoterapia forman parte de ámbitos diferentes?

A mi modo de ver, son dos caminos complementarios que nos permiten abordar la mente desde dos perspectivas.

Desde la psicoterapia trabajamos con la mente más ordinaria y sus focos de conflicto: nuestra historia personal, la raíz de las experiencias traumáticas, sus manifestaciones, creencias, modelos de apego...

Todo aquello que se ha ido integrando en nuestro continuo mental activando una serie de tendencias, creencias o atribuciones sobre nosotros mismos. Exploramos cómo el mundo exterior nos ha condicionado y creado unos marcos de referencia desde los que hemos aprendido a relacionarnos.

Lo que nos aporta la visión de la psicología budista y la práctica de la meditación es la observación de la mente sutil como el contenedor de los procesos mentales, con sus cualidades de espaciosidad, luminosidad y no obstrucción.

Estos procesos surgen de la mente, pero no son parte inherente de ella, y su naturaleza es insustancial. Por eso se pueden transformar y podemos erradicar las causas del sufrimiento.

¿Por qué cree que es importante que las personas puedan formarse en la teoría y la práctica de esta propuesta terapéutica?

Si trabajamos de manera complementaria los focos de conflicto con recursos psicológicos y entrenamos nuestra mente para observar esos procesos desidentificándonos de ellos, las tendencias negativas van perdiendo fuerza.

Si de manera paralela vamos cultivando cualidades como la compasión, el amor benevolente, la ecuanimidad u otras, las tendencias negativas se van disolviendo como una gota de tinta en un océano y las más arraigadas pueden ir perdiendo fuerza y frecuencia.

Con la atención plena y otras prácticas de meditación, se entrena la mente para observar cómo funcionan nuestras dinámicas internas negativas y poder soltar el aferramiento a esos mecanismos. En realidad las experiencias negativas que guardamos de nuestra historia, forman parte de unos recuerdos e imágenes fijas que retroalimentamos con pensamientos o emociones, y que sin embargo son bastante difusos.

No tienen ningún interés en quedarse con nosotros. Es el aferramiento y la dificultad que tenemos para soltarlas lo que nos enreda una y otra vez en la misma maraña emocional.

La manera en que nos relacionamos con ellas depende de nosotros. Precisamente porque su naturaleza inherente es insustancial y no sólida, podemos transformarlas e integrarlas en nuestro camino convirtiendo las experiencias negativas en palancas de cambio.

Insight Light nos ofrece una hoja de ruta. Una nueva manera de escribir nuestra historia, que nos ayuda a tomar conciencia de esa luz que reside más allá del dolor y en la que tenemos que confiar. Empezamos un camino para poder vislumbrar la verdadera naturaleza de nuestra mente y confiar en que podemos reposar en ella. Es como volver a casa.

Otro paso interesante es trabajar con la deconstrucción del yo. Desde la psicología necesitamos construir un sentido del yo cohesionado y fuerte. Desde la meditación aprendemos a manejarnos de una manera más realista y fluida con nuestra sensación de un yo. Este sentimiento de identidad se explora de manera que nos aporte cohesión y unión interna.

Sin embargo, sabemos desde la experiencia directa de la práctica, que el Yo no es algo fijo ni sólido, sino que está en constante cambio y evolución.

Esta experiencia transforma la sensación de una identidad sólida y rígida en una experiencia no dualista con la que podemos movernos con más libertad. Nos abre una nueva manera de abordar nuestras etiquetas mentales y el auto-concepto que tenemos de nosotros mismos, que en ocasiones puede ser muy limitante.

Al ir transformando y trabajando paralelamente con estas dos perspectivas, la relación con la mente ordinaria se va transformando, los focos de conflicto se van disolviendo y vamos estando más conectados con nuestra verdadera naturaleza. Consiguiendo progresivamente, un estado de mayor calma mental y bienestar general.

¿Cuál es la manera en la que se entiende la subjetividad humana desde la Psicoterapia Humanista?

Desde la Psicoterapia Humanista, trabajamos investigando la raíz de la emoción y los focos de conflicto.

Cada uno de nosotros nacemos en un entorno determinado en el que se manifiestan diferentes formas de relaciones: los modelos de apego, la interacción con los referentes parentales, el buen o mal trato que recibimos de nuestros padres, las normas o límites que se definen en los sistemas que frecuentamos, formas de comportamiento...

Todo ello va configurando un marco de referencia interno desde el cual vamos a interaccionar con nosotros mismos y con los demás.

Desde la aproximación terapéutica, exploramos esa subjetividad que determina la manera en que integramos las experiencias vividas y como nos relacionamos con ellas. Necesitamos conocer no solo cuales eran los espacios de conflicto, sus causas y sus manifestaciones, sino también como cada uno los decodifica y percibe.

Estas emociones perturbadoras se fijan a través de micro sucesos que pueden convertirse en micro traumas o traumas más complejos, llegando a condicionar de una forma muy limitante nuestra vida presente.

El tipo de emociones (su gestión, intensidad y procesos mentales asociados) dependerá de la historia personal de cada uno. Tendencias personales, modelo de apego, experiencias tempranas, traumas, sistema familiar...

A través de Insight Light, esta visión subjetiva se integra contemplándola dentro de un proceso de interdependencia. Se han dado una serie de causas y condiciones para que surgiera y se fijaran las experiencias en nuestro continuo mental de una manera determinada. Pero al ser algo condicionado, se considera que se puede transformar.

Podemos observar de manera desidentificada las circunstancias que se dieron. Como nuestra mente no es algo fijo ni sólido, sino un continuo con sus cualidades inherentes, podemos entrenarnos en transformar la relación que tenemos como esas experiencias.

La toma de conciencia juega un papel muy importante y la percepción de la realidad como experiencia subjetiva, nos permite transformar la visión de nuestra historia desde un lugar más amable hacia nosotros. Aunque el objetivo es ir avanzando hacia una visión más amplia y penetrante de la realidad.

A partir de tu trabajo en programas de formación, ¿cuáles han sido los aspectos que más han interesado o sorprendido a los alumnos?

Cuando los alumnos empiezan a meditar, se dan cuenta del enorme potencial que hay en su interior. Comienzan a sentirse más responsables de sus propias vidas. Al principio puede dar algo de vértigo, pero luego agradecen la sensación de libertad interna que esto les aporta.

Descubren que alcanzar un estado de felicidad y bienestar no depende de los fenómenos externos. Está claro que nos influye lo que ocurre a nuestro alrededor, pero comienzan a ser conscientes de que la llave de la felicidad está en sus manos: en su mente-corazón.

Otro elemento importante es la expansión de la conciencia. Descubren aspectos de ellos mismos y de los demás que antes pasaban por alto. Se sienten más libres a la hora de integrar cambios internos porque son más conscientes de la impermanencia e interdependencia de los fenómenos y los viven con más naturalidad y menos resistencias.

Destacaría otro aspecto, que quizá sea el más importante: aprenden a integrar una relación con ellos mismos mucho más amorosa y amable. Esto les permite tener una base estable desde la cual poner en marcha los cambios necesarios para liberar los focos de conflicto y relacionase con los demás desde la misma actitud de amabilidad y respeto.

La práctica de la compasión se extiende como el aroma de un perfume. Esto forma parte de un proceso, pero es un denominador común que surge de manera natural, si se hace un buen uso de la práctica.

¿Cuáles son los principales objetivos que te has propuesto al diseñar e impulsar estos cursos?

Existe un extenso camino recorrido por grandes maestros que han observado y estudiado la mente en profundidad durante siglos.

Mi aspiración es seguir profundizando en el camino de la meditación e integrar sus beneficios en la práctica de la psicología.

Poder facilitar recursos y técnicas que proporcionen a los demás, la posibilidad de alcanzar un estado de bienestar y plenitud. Ayudar a sembrar esas semillas para que fructifiquen y ayuden a madurar la mente.

Con esta motivación, he diseñado estos cursos. Para ofrecer una hoja de ruta donde aprender a confiar más en nuestra sabiduría y bondad innata.

Actualmente he creado varios programas que ayudan a recorrer este camino:

  • Transforma tu mente, despierta tu corazón. Es un curso de desarrollo personal de nueve meses, distribuido en sesiones semanales durante tres trimestres: conóce-te, conécta-te, reinventa-te. Recorremos un camino donde vamos profundizando, en cada uno, de manera integral.
  • Entrenamiento mental en gestión emocional en cinco pasos RIAST. Se trata de un programa de ocho semanas en el que aprendemos a gestionar y transformar las emociones utilizando cinco pasos.
  • Psicomeditaciones: son meditaciones que integran recursos terapéuticos para ayudarnos a tomar conciencia y transformar de manera inducida focos de conflicto.
  • Mentoring Mind: son sesiones terapéuticas en las que se utiliza como recurso la meditación, para entrenar la mente ante determinados conflictos o tendencias negativas. Desde la atención plena y la toma de conciencia, se aprende a neutralizarlas o sustituirlas por otras positivas.

Creo que a la psicología occidental todavía le queda mucho por aprender de la visión que nos aportan estas prácticas contemplativas.

Nos abren nuevas perspectivas que podemos investigar y aplicar dentro de nuestro mundo occidental. Hay mucha necesidad de regresar a una vida más sencilla y amable, donde podamos recuperar una nueva manera de relacionarnos con nosotros y con los demás.

Asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas, desarrollando cualidades como la compasión y dejando de buscar fuera lo que ya tenemos dentro.

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