Tener un hijo es una de las experiencias más gratificantes que puede experimentar el ser humano. Sin embargo, algunas madres experimentan lo que se conoce como depresión posparto.
Los estudios científicos muestran que entre un 10 y un 15% de las progenitoras pueden sufrir este trastorno, tal y como pudo comprobar el Colegio de Enfermería de Valencia.
Por suerte, los pacientes con esta condición tienen un buen pronóstico gracias al trabajo de los psicólogos.
En las siguientes líneas profundizaremos en este fenómeno y nos adentraremos en sus causas, síntomas y tratamiento.
Tipos de depresión
Es frecuente sufrir algún bajón de vez en cuando, pues la vida tiene momentos buenos y malos. De hecho, algunas experiencias pueden afectarnos con tanta intensidad que nos cueste volver a la normalidad. Sentirse triste por un hecho que haya ocurrido es normal, el problema sucede cuando el sufrimiento se convierte en una parte demasiado importante de nuestra vida y afecta a nuestro día a día, influyendo negativamente en nuestro bienestar. .
En estos casos hablamos de depresión, y según diferentes manuales de trastornos mentales, los trastornos depresivos pueden clasificarse de distintas maneras.
- Depresión mayor: Es el tipo de depresión más grave. Existen dos clases: de episodio único y recidivantes.
- Distimia: conocida como depresión leve.
- Depresión maníaca: aparece en el trastorno bipolar.
- Trastorno depresivo estacional: ocurre durante una etapa del año. Por ejemplo, en invierno.
- Depresión posparto: algunas madres, especialmente las primerizas, pueden padecer este trastorno.
Si deseas saber más sobre los diferentes tipos de depresión, puedes leer nuestro artículo: “¿Existen varios tipos de depresión?”
¿Qué es la depresión posparto?
Tener un hijo con la persona que amamos es uno de los grandes regalos de la vida. Pero, en ocasiones, esta gran experiencia puede traer consigo la depresión posparto. Las primeras semanas después de un parto pueden ser una etapa de vulnerabilidad par la madre, que puede experimentar gran variedad de emociones, no todas ellas positivas.
En ocasiones, este sentimiento puede aparecer sin explicación alguna. La ansiedad, la tristeza, el insomnio, la fatiga, la irritabilidad, el cansancio excesivo, el nerviosismo, el pesimismo, pueden afectar a las primeras semanas o meses de maternidad.
Síntomas
Una de las características más destacadas de este tipo de depresión es que se produce después del parto, y puede durar hasta un año después del nacimiento del hijo. Pero, ¿qué síntomas experimentan las personas con depresión posparto?
- Irritabilidad: la irritabilidad puede hacer acto de presencia en madres con depresión posparto, que pueden sentirse agitadas con su familia, pareja e incluso su nuevo hijo.
- Tristeza: el síntoma más habitual. La persona experimenta un estado de ánimo negativo, ganas de llorar y puede experimentar baja autoestima.
- Insomnio: los problemas para dormir y la dificultad para conciliar el sueño son frecuentes.
- Ansiedad: las personas con depresión posparto experimentan niveles altos de ansiedad.
- Falta de apetito sexual: la desmotivación por el sexo puede aparecer como consecuencia de la depresión posparto.
- Pérdida de apetito: como en otros tipos de depresión, las personas con este trastorno suelen tener menos ganas de comer, especialmente en las fases iniciales. No obstante, algunos individuos comen dulces y grasas en exceso para aliviar el malestar psicológico.
- Fatiga: la depresión posparto causa que la persona se sienta cansada, agotada y fatigada, tanto mentalmente como físicamente.
Causas
La depresión posparto puede aparecer por diferentes motivos. Son los siguientes:
- Dificultad de adaptación a los cambios. Por ejemplo, cuando la madre no dispone de tiempo para sí misma.
- Los cambios en las relaciones sociales y/o laborales.
- Preocupaciones relacionadas con su capacidad para ser una buena madre
- Falta de sueño
- Expectativas irracionales sobre el hecho de ser madre, especialmente en los primeros meses.
Tratamiento
La depresión posparto puede aparecer especialmente en madres primerizas, y una de cada diez progenitoras lo experimenta. Por suerte, el tratamiento psicológico funciona muy bien por lo que el paciente suele tener un buen pronóstico.
Muchos pacientes acuden al médico de cabecera en busca de ayuda, pero lo ideal es acudir a un centro psicológico como los que aparecen en nuestra lista “Las 10 mejores clínicas de psicología y psicoterapia”. Para aquellas personas que no deseen o no puedan acudir a una clínica presencial, pueden beneficiarse de la ayuda de un psicólogo como los que se mencionan en nuestro ranking: “Las 6 mejores clínicas de terapia online”.
La importancia de la psicoterapia
Lo ideal es realizar sesiones de psicoterapia con un experto en Psicología perinatal, que es una rama de la psicología orientada al período comprendido entre la concepción, embarazo, parto, posparto y crianza de un hijo.
Generalmente, los psicólogos suelen emplear técnicas cognitivo conductuales, que según las investigaciones tienen un gran porcentaje de éxito.
- Quizás te interese profundizar en este contenido. Puedes saber más en nuestro artículo: “Las 10 técnicas cognitivo-conductuales más utilizadas”
Nuevos modelos terapéuticos para el tratamiento de esta patología
Ahora bien, en los últimos años, nuevos tipos de psicoterapia han comenzado a emplearse, y los resultados también positivos.
La terapia cognitiva basada en Mindfulness o la terapia de aceptación y compromiso son unas de las más empleadas, y ambas pertenecen a las terapia de tercera generación, también conocidas como terapias contextuales.
Si deseas saber más sobre estos tipos de terapias, puedes leer nuestros artículos: