El desempleo es otra de las consecuencias que desgraciadamente está dejando la pandemia, creando una situación de gran desgaste entre la población. Al principio de la pandemia, todos pensábamos que sería algo temporal y que con unas semanas de confinamiento se resolvería. Pero lo cierto es que la realidad es otra, y se está prolongando demasiado en el tiempo.
En este contexto, muchas personas se han quedado sin trabajo, y eso también tiene consecuencias psicológicas.
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El impacto psicológico del desempleo
Al principio la pérdida de empleo pasa por una fase de shock, seguida de un cierto entusiasmo, pues al principio piensas en descansar y dedicar más tiempo a las cosas que te gustan, en unas mini-vacaciones. Pero después viene la bajada, la pérdida de motivación, la desesperanza… Este proceso puede estar desencadenado por varios meanismos psicológicos, tal y como veremos.
1. Pérdida de rutinas y referentes sobre qué hacer
El trabajo da seguridad, estabilidad, nos da una rutina, nos ayuda a tener un horario, una organización... lo que es muy bueno para nuestra estabilidad mental.
La rutina ayuda a generar hábitos, y con la pérdida del empleo, se van perdiendo también esos hábitos y podemos empezar a adquirir otros menos saludables; por ejemplo, ir más al bar, beber o fumar más, fomentar la adicción a los videojuegos, el aislamiento pues de deja ver un cierto deterioro en las relaciones familiares y sociales...
2. Desgaste de la autoestima
Todas estas consecuencias afectan también a la autoestima. Porque muchas veces, en las reuniones sociales, cuando los demás comparten temas y anécdotas de trabajo, ellos sin embargo sienten que en su vida no les ha ocurrido nada. Todo eso genera pensamientos negativos, las personas desempleadas entran en comparaciones constantes, y ellas mismas se infravaloran, se ven inseguras en las conversaciones, y se van retrayendo socialmente.
También les puede ocurrir cierta dejadez en la imagen; descuidan el arreglarse, el vestirse con ropa planchada... todo eso contribuye también a un malestar psicológico, que perjudica la autoestima.
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3. Efectos del estrés por desempleo
Por otro lado, no hay que olvidar que el desempleo va ligado a la limitación de recursos materiales. Esta tiene un impacto psicológico notable que se expresa rápidamente sobre todo en las clases medias y bajas, es decir, la mayor parte de la población.
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La importancia de ir a terapia
Muchas personas com problemas psicológicos por desempleo tardan en pedir ayuda profesional, y cuando acuden a consulta es porque tienen algún cuadro de ansiedad, insomnio, problemas digestivos, o incluso cansancio físico injustificado.
¿Por qué es bueno acudir a terapia? Cuando una persona se encuentra en esta situación, hay que trabajar con sus pensamientos. Hay que evitar entrar en esas comparaciones, en la infravaloración... Hay que aprender de nuevo a valorarse a quererse, trabajando la motivación y canalizándolo hacia la nueva búsqueda de empleo, nuevos proyectos e ilusiones, y trabajar las expectativas.
Practicar ejercicio y establecer un horario son algunos consejos muy importantes para este tipo de situaciones. Mantener los hábitos de cuando íbamos a trabajar, cuidarse, arreglarse, mantener la actividad física y mental, y descansar bien. Es muy bueno también quedar con otra persona que se encuentre en la misma situación, para compartir rutinas, así como la energía positiva.
No tiene por qué ser algo negativo. Muchas personas aprovechan esta situación para reinventarse, para plantear un cambio de sector, una mejora laboral, o incluso montan un nuevo negocio, un proyecto con los que recuperan la ilusión, incluso mejoran mucho su vida anterior al desempleo.
En estas situaciones no hay culpables ni rivales, hay que canalizar esa ansiedad hacia cosas positivas, apoyándonos en la familia y en los amigos. Además, no hay que aislarse, recordando que la mayoría de la gente ha pasado por esa situación en algún momento de su vida y buscar ayuda profesional, cuando se necesite.