La depresión es un padecimiento que aparece frecuentemente en las consultas psicológicas; una problemática de salud a nivel mundial que afecta a niños, jóvenes, adultos y ancianos; así como a hombres y mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 350 millones de personas en el mundo viven con depresión; siendo así la primera causa de problemas de salud y discapacidad a nivel mundial. Tan sólo en México, 34.5 millones de personas se han deprimido, de los cuales 14.48 millones son hombres, y 20.37 millones son mujeres; siendo la cuarta causa de discapacidad en el país.
Veamos cuáles son las estrategias de afrontamiento de la depresión.
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Las características básicas de la depresión
La depresión se caracteriza por mantener más de dos semanas un estado de tristeza profunda, muchas veces sin saber la razón; a diferencia de la tristeza como emoción, la cual es transitoria y generalmente causada por algo que se percibe como negativo para la persona.
A esto se le suma una ausencia de placer y falta de motivación por cualquier actividad. Se experimenta una alteración en el apetito y el peso, ya que en ocasiones se presenta una pérdida de los mismos, mientras que en algunos casos la persona muestra un apetito excesivo.
De la misma forma, el sueño también se ve afectado a manera de insomnio o exceso de sueño no restaurador. La persona presenta fatiga o pérdida de energía, mostrando abatimiento en su rostro y falta de cuidado en su persona; además de caminar, moverse y hablar de forma lenta.
Sin embargo, las características de la depresión no se limitan a alteraciones físicas como las que se acaban de mostrar, ya que la persona también experimenta sentimientos de minusvalía y culpabilidad por cosas sin importancia, como si se tratara de un estorbo para las personas a su alrededor. Inevitablemente se manifiestan limitaciones en la capacidad mental, es decir, el pensamiento se hace lento y disminuyen la atención y la concentración.
Finalmente, aparecen pensamientos de desesperanza, mostrando una apatía hacia la vida; por lo que la persona piensa en la muerte como remedio. De hecho, de acuerdo a la OMS cada año se suicidan cerca de 800,000 personas, lo que representa la segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 29 años.
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Estrategias de afrontamiento de la depresión
¿Qué hacer cuando un amigo o familiar sufre depresión? Veámoslo.
1. Reconocer su sufrimiento
Primeramente, se necesita escuchar y reconocer su sufrimiento. De repente se suele intentar animar a la persona usando frases como: “¡Ánimo! No estés triste”, “Ya no llores”; provocando culpabilidad y frustración, ya que no es algo que dependa de la persona el cómo sentirse.
En cambio, cuando se valida su sentir y se muestra empatía, nos convertimos en acompañantes.
2. No alimentar su tristeza
No se trata de reforzar su padecimiento fomentando la autocompasión o incapacitar a la persona, sino tratarla como alguien que está pasando por un momento difícil. Así mismo, ayuda al familiar a mantenerse ocupado con paseos, entretenimientos, pequeños trabajos, etc.
3. Tomar enserio cualquier insinuación o amenaza de suicidio
Se comete un grave error cuando se pasa por alto señales de este tipo, pues la persona puede estar dando un aviso. Lo más recomendable es permanecer al pendiente de la persona con depresión, no dejándola sola mucho tiempo.
4. Buscar ayuda profesional
En este punto, es muy común recurrir únicamente a la medicación. Sin embargo, a pesar de ser útil, sólo disminuye los síntomas pero no soluciona el problema de la depresión. Por lo que es habitual encontrar personas bajo tratamiento farmacológico lidiando con la depresión por un tiempo prolongado: meses o más de un año.
Además, la persona bajo medicación antidepresiva no comienza a notar los efectos del medicamento hasta después de dos o tres semanas de haber iniciado el tratamiento. De manera que lo más recomendable es iniciar un proceso psicoterapéutico para trabajar en las áreas requeridas.
Consejos para prevenir esta alteración mental
Estas son algunas recomendaciones a aplicar en el día a día.
1. Realiza ejercicio físico aeróbico
El equilibrio químico y hormonal producido por los fármacos también puede conseguirse o suplirse con el deporte y la actividad física.
La fatiga es fuente de salud y de buen humor, ya que esta clase de ejercicio produce serotonina, el cual es un neurotransmisor que está relacionado con sensaciones de placer y bienestar; además de que el ejercicio promueve un estado de paz mental, disminuye los niveles del estrés cotidiano y mejora la autoestima.
Esta clase de beneficios convierten al ejercicio en el antidepresivo más efectivo y, tristemente, el menos utilizado.
2. Evita el aislamiento
Un estudio (Nolen-Hoaksema y Morrow, 1991) llevado a cabo en la ciudad de San Francisco (EUA), mostró que el aislamiento favorece las emociones y los pensamientos depresivos. Es recomendable contar con una red de apoyo, como pueden ser los amigos o la familia.
3. Mantente ocupada u ocupado
Ya sea al aire libre o en casa, busca una ocupación; de esa forma las actividades ayudarán a mantener tu mente alejada de los pensamientos que acentúan la depresión.
4. Busca ayuda profesional
Si estos consejos no logran ser suficiente, la ayuda del psicólogo siempre será la mejor opción para salir de la depresión. Una psicoterapia adecuada puede lograr los resultados deseados.
La depresión es un problema complejo, por lo que el proceso de recuperación suele ser lento; de manera que se requiere de paciencia tanto de la persona afectada como las de su entorno. Aunque la depresión suele requerir intervención psicológica, las estrategias de autoayuda resultan beneficiosas como apoyo al tratamiento psicológico e incluso prevención.
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