Estar nervioso en algunas situaciones sociales puede ser normal, ya que a veces es una respuesta natural al hablar en público, tener una cita con alguien o someterse a situaciones similares. Sin embargo, cuando las interacciones de todos los días causan mucha ansiedad, vergüenza, inseguridad y temor intenso por la opinión de los demás, puede que la persona sufra fobia social (trastorno de ansiedad social).
En este artículo veremos cómo reconocer la fobia social, y qué hacer.
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¿Cómo detectar la fobia social?
La fobia social nos afecta física y mentalmente, siendo el miedo y la ansiedad incapacitante para la persona, ya que le afecta en las diferentes áreas de su vida (laboral, social, personal).
Se habla de fobia cuando la intensidad con la que la persona experimenta el miedo es injustificada, desmesurada y reduce la capacidad de acción provocando el bloqueo emocional de la persona.
Marta Garrido González, psicóloga especialista en Psicólogos Málaga Psicoabreu, señala que las personas que sufren fobia social son conscientes de que sus sensaciones son irracionales pero, a pesar de ello, hacen lo posible por evitar enfrentarse a la situación temida como consecuencia de la ansiedad anticipatoria.
Así, mucho antes de que la persona deba afrontar la situación temida ya comienza a padecer ansiedad porque no puede dejar de pensar en eso.
La anticipación puede provocar que el sujeto actúe de forma inadecuada, llegando a entrar en un círculo vicioso, ya que provocara mayor miedo para las situaciones futuras. Este temor tiene que interferir notablemente en su vida para poder establecer este diagnóstico.
Diferencia entre fobia social y timidez
El trastorno de ansiedad social es diferente a la timidez, puesto que las personas tímidas son capaces de participar en situaciones sociales (aunque tengan vergüenza o estén nerviosas), y las personas que tienen fobia social son incapaces, llegando en la mayoría de las ocasiones a aislarse de la gente que les rodea.
Así, las características de la timidez son las siguientes:
- Intensidad y duración es proporcional al estímulo que lo ha provocado.
- La ansiedad desaparece gradualmente.
- Aceptación y aprendizaje.
A continuación veremos un ejemplo:
Una alumna tiene que exponer un trabajo que ha realizado delante de todos sus compañeros. Esa situación le genera estrés y nervios, ya que siente miedo a que le salga mal, que se olvide de lo que tenía que exponer, etc. Es un miedo racional y esperable, ya que es una situación que la persona no realiza normalmente, y no tiene práctica (causa que genera más nerviosismo).
Las características de la fobia social, por otro lado, son las siguientes:
- Preocupación por convertirse en el centro de atención.
- Temor de comer y beber en público.
- Temor a hablar al público, a hablar con amigo.
- Miedo a sufrir situaciones que le resulten vergonzantes delante de un público.
- Intensidad y duración en el tiempo.
- Afecta a las áreas de su vida.
Un ejemplo de fobia social puede ser el siguiente:
En el caso anterior; imaginemos que la persona mantiene sus pensamientos negativos durante más tiempo, llevándole a perder la seguridad en sí mismo, tener la sensación de fracaso y malestar constante.
El temor es excesivo e irracional y la persona tiende a evitar las interacciones sociales (la anticipación ansiosa infiere en el funcionamiento normal del individuo). La respuesta de ansiedad de la persoba le puede llevar a una crisis de angustia, de modo que evita la situación temida o incluso se bloquea (no pudiendo desarrollar la exposición).
Síntomas
Las personas que padecen fobia social muestran ansiedad extrema ante situaciones sociales. Es un miedo persistente y crónico que provoca síntomas a nivel físico, cognitivo y conductual. Esta fobia puede aparecer por una determinada situación o puede surgir en la interacción con todas aquellas personas que no conoce.
Los síntomas físicos de la ansiedad
Estos son una característica habitual en las personas que padecen fobia social. Un alto porcentaje de pacientes presentan palpitaciones, mareos, desmayos, ataques cardiacos, temblores de manos, pies o voz, sequedad de boca, tartamudeo, sudor en manos y cuerpo, y rubor (angustia y vergüenza). Padecer niveles muy altos de ansiedad puede llevar a los pacientes a sufrir ataques de pánico.
Los psicólogos del equipo Psicoabreu afirman que los síntomas físicos son los que llevan a las personas a acudir a las consultas en busca de terapia psicológica.
Los síntomas cognitivos
Son pensamientos recurrentes de que uno no podrá hablar, de inferioridad, vergüenza, desconcentración (olvido de lo que queríamos decir). La anticipación (imaginando lo que va a ocurrir), los pensamientos autocríticos (parezco tonto, estoy haciendo el ridículo, etc.).
Los síntomas emocionales y conductuales
Los más destacables son la pérdida de confianza en uno mismo, el aislamiento social, la incapacidad para participar en situaciones sociales, y evitar situaciones temidas.
Causas
Las personas que la padecen fobia social sienten un miedo irracional ante situaciones en las que puedan verse juzgados por los demás, por lo que las evitan. Este trastorno de ansiedad puede comenzar en la adolescencia y suele afectar a hombres y mujeres en la misma proporción.
Como ocurre con muchas alteraciones mentales, la fobia social surge de la interacción de factores biológicos y ambientales.
Herencia
Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios, al menos en parte (tanto conductas genéticas como conductas adquiridas)
Estructura del cerebro
El núcleo amigdalino puede influir la respuesta del miedo. Así, las personas que tienen este núcleo hiperactivo pueden padecer una respuesta ante el miedo exagerada (que causa un aumento de ansiedad en situaciones sociales).
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Entorno
La fobia social puede ser una conducta adquirida. Puede haber relación de aprendizaje de hijos que copian episodios de ansiedad que padecen los padres. Además, algunas personas tienen ansiedad después de pasar por situaciones sociales desagradables e incómodas.
Factores de riesgo
Varios factores pueden aumentar el riesgo de padecer el trastorno de ansiedad social:
1. Antecedentes familiares
Si tus padres o hermanos biológicos tienen trastorno de ansiedad social, tienes más probabilidades de tenerlo
2. Experiencias negativas
Los niños que padecen rechazo, ridículo o humillación pueden ser más propensos a desarrollar el trastorno de ansiedad social.
3. Carácter
Las personas tímidas, introvertidas al enfrentar situaciones pueden tener un riesgo mayor.
4. Tener una apariencia que llame la atención
Por ejemplo, el tartamudeo o la desfiguración facial pueden aumentar la timidez y provocar trastorno de ansiedad social en algunas personas.
Tipos de fobia social
Existen dos tipos de este trastorno de ansiedad.
Fobia social generalizada
La padecen aquellas personas que experimentan altos niveles de ansiedad en la gran mayoría de situaciones sociales y en interacción con las personas.
Fobia social especifica
Se desarrolla cuando las situaciones de ansiedad solo aparecen en determinados momentos (temor a ser observado mientras come o bebe, hablar en público, escribir delante de otros,…)
Tratamiento psicológico
El equipo de psicólogos de los gabinetes de psicología Psicólogos Málaga PsicoAbreu está especializado en el tratamiento psicológico de los trastornos de ansiedad social y fobia social. La terapia psicológica está encauzada a que el paciente pierda el temor a determinadas situaciones y recupere su vida social.
Con la terapia cognitivo conductual se ayuda a identificar, entender y cambiar los pensamientos que causan la fobia. En algunas situaciones es necesario el tratamiento farmacológico (ansiolíticos o antidepresivos) para aliviar síntomas de la ansiedad junto con el tratamiento psicológico.
Referencias bibliográficas:
- Chambless, D. L.; Fydrich, T.; Rodebaugh, T. L. (2008). "Generalized social phobia and avoidant personality disorder: Meaningful distinction or useless duplication?". Depression and Anxiety. 25 (1): 8 - 19.