Gimnofobia (miedo a la desnudez): causas, síntomas y tratamiento

También conocida como 'nudofobia', genera una ansiedad incontrolable.

Gimnofobia

La desnudez del cuerpo humano ha sido objeto de debates éticos y morales desde hace siglos. Mientras que algunas personas lo consideran como un estado natural de la persona, otras perciben un cuerpo humano desnudo como algo ordinario o vulgar, que no debería ser expuesto a la vista de otras personas.

Cuando esta aversión a la percepción de una persona desnuda va más allá de los sentimientos de aborrecimiento o tirria y se convierte en temor o miedo exagerado, puede que nos encontremos ante un caso de gimnofobia.

¿Qué es la gimnofobia?

La gimnofobia, también conocida como nudofobia, es un tipo de fobia específica categoriza dentro de la clasificación de los trastornos de ansiedad. En el caso de esta fobia concreta la persona experimenta un temor patológico a la desnudez tanto propia como ajena.

Este temor que se vive como una sensación exagerada, persistente e irracional, se presenta en aquellas que siente una aversión patológica a la posibilidad de que sean vistos desnudos o de ver a otras personas, incluso dentro de aquellos contextos en los que la desnudez es algo natural y aceptable, como por ejemplo los vestuarios de un gimnasio.

Una de las características más distintivas de las personas com gimnofobia es que, en ciertos casos, la respuesta de ansiedad no aparece de forma generalizada con todas las personas, sino que se restringe a un grupo reducido de la población.

De la misma manera, a través del estudio de casos, se ha podido constatar que en muchos de lo pacientes de gimnofobia existe un sentimiento de inferioridad con respecto al propio cuerpo, que permanece subyacente al desarrollo de la fobia.

Estas personas tienden a comparar su cuerpo con aquellos que aparecen en medios de comunicación y publicaciones, en los cuales en los ideales o cánones de belleza se encuentran tan sumamente distorsionados que incluyó algunos rasgos naturales del ser humano son vistos como imperfecciones, lo que lleva a la persona a experimentar altos niveles de angustia y frustración.

Este terror patológico a ver un cuerpo desnudo, incluyendo el propio, puede llegar a ocasionar grandes interferencias en los planos más íntimos de la persona, la cual puede negar a mantener contacto físico o sexual, debido a la ansiedad que la provoca la idea de tener que estar desnudo frente a alguien y que ese otro alguien se encuentre en el mismo estado de desnudez.

De la misma manera, un gimnofobia evitará encontrarse con situaciones que impliquen tener que quitarse la ropa, tales como ducharse en un vestuario con más gente o incluso acudir a ciertas revisiones médicas.

Características de un miedo fóbico

Tal y como se menciona anteriormente la gimnofobia es un trastorno de ansiedad, por lo que el miedo experimentado en ella es sustancialmente diferente a un miedo normativo o adaptativo.

Las principales características que distinguen un temor patológico de un miedo considerado normal son:

  • Sensación de temor excesivo y desproporcionado en comparación con la amenaza real que supone la situación o el estímulo fóbico
  • Es irracional, por lo que la persona no es capaz de encontrar una explicación razonable a su reacción
  • Es incontrolable, por lo que la persona es incapaz de dominar las sensaciones que experimenta
  • Genera conductas evitativas y de huída
  • Aunque solamente aparezca ante la situación temida, este temor es constante a través de tiempo y las situaciones

Síntomas del miedo a la desnudez

A pesar de que el principal síntoma de gimnofobia es la experimentación de un gran temor ante la aparición del estímulo temido, en este caso la desnudez, existen otros muchos síntomas propios de la reacción de ansiedad que la persona experimenta.

Estos síntomas no tienen porque aparecer de la misma manera en todas las personas con gimnofobia. Sin embargo, estos síntomas sí que se pueden clasificar en tres categorías diferentes, según si corresponden a síntomas físicos, cognitivos o conductuales.

1. Síntomas físicos

Los primeros síntomas que percibe la persona de manera consciente cuando hace frente al estímulo fóbico son los síntomas físicos. Estos son debidos a una hiperactividad del sistema nerviosos la cual provoca todo tipo de cambios y alteraciones en el organismo:

  • Incremento del ritmo cardíaco
  • Aumento de la tasa respiratoria
  • Palpitaciones
  • Sensación de falta de aire
  • Rigidez muscular
  • Aumento de la sudoración
  • Dolor de cabeza
  • Alteraciones gástricas como dolor de estómago y/o diarrea
  • Náuseas y/o vómitos
  • Sensación de vértigo o de mareo
  • Desmayos y pérdida del conocimiento

2. Síntomas cognitivos

Los síntomas físicos de la gimnofobia siempre van acompañados, a su vez, de una serie de síntomas cognitivos que se manifiestan mediante pensamientos distorsionados e irracionales acerca de la desnudez humana.

Estas ideas se caracterizan por ser irracionales e intrusivas y, además, pueden ir acompañadas de imágenes mentales de contenido catastrófico en relación a los posibles peligros o amenazas del estímulo fóbico.

3. Síntomas conductuales

Como suele ocurrir con las fobias específicas, los propios síntomas de esta acaban interfiriendo o condicionando los propios patrones de conducta de la persona. Estos tienden a alterar la manera en la que esta se comporta en la vida diaria, generando dos tipos de respuestas consideradas como síntomas conductuales: las conductas evitativas y las conductas de escape.

Por conductas evitativas entendemos todos aquellos comportamientos que la persona con gimnofobia lleva a cabo con el objetivo de eludir la situación o estímulo temido. Como por ejemplo evitar entrar a los vestuarios de un gimnasio.

Sin embargo, las conductas de escape se originan cuando el sujeto no ha podido enfrentarse con el objeto de fobia, por lo que realiza todos lo actos o comportamientos posibles que le permitan escapar de la situación lo antes posible.

Causas

Al inicio del artículo se comentaba que la base de gimnofobia puede estar relacionada con un sentimiento de inferioridad hacia el propio cuerpo, el cual se ha visto potenciado o desarrollado hasta convertirse en una fobia.

Sin embargo, existen otros muchos factores que pueden ejercer un papel especial a la hora de desarrollar un fobia, siendo el más común la experimentación o vivencias altamente traumáticas o con un alto contenido emocional, en las que la desnudez poseía un papel más o menos relevante.

A pesar de que en ocasiones puede resultar complicado determinar el origen concreto de una fobia, existen una serie de mecanismos o factores de riesgo que pueden favorecerla. Estos son:

Tratamiento

Por suerte, existen una serie de tratamientos muy efectivos que, independientemente de la gravedad en la que se presenta la fobia, pueden ayudar a disminuir los síntomas de la persona y permitirle llevar un ritmo y estilo de vida normal.

En el caso de gimnofobia, y de cualquier tipo de fobia específica, el tipo de intervención que más éxito presenta es la terapia cognitivo conductual; en la cual, además de una reestructuración cognitiva para eliminar los pensamientos distorsionados, se llevan a cabo técnicas de exposición en vivo o de desensibilización sistemática (DS).

En este tipo de técnicas, el paciente se expone de forma gradual a las situaciones relacionadas con la fobia, bien en directo o bien mediante la imaginación. Junto con esto, se realiza un entrenamiento en técnicas de relajación que permiten disminuir el nivel de los síntomas físicos de la ansiedad.

Referencias bibliográficas:

  • Bourne, Edmund (2005). The Anxiety & Phobia Workbook, 4ª ed. New Harbinger Publications.
  • Wolpe, Joseph (1958). Psychotherapy by reciprocal inhibition.. Stanford University Press.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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