El dolor de cabeza o cefalea es un problema muy habitual que puede llegar a ser incapacitante si su intensidad o su frecuencia son elevadas.
Si bien los tipos más comunes de cefalea no se deben a enfermedades y por tanto no resultan peligrosos, otros son sintomáticos de afecciones subyacentes que requieren tratamiento médico.
Existen más de 150 tipos de dolor de cabeza con sus propias causas y síntomas. Si queremos descubrir cómo podemos resolver nuestras cefaleas, un primer paso fundamental es identificar cuál es el dolor de cabeza que sufrimos.
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¿Cuáles son las causas del dolor?
Por lo general la sensación de dolor es provocada por lesiones en tejidos que disparan las células conocidas como nociceptores. Estos receptores captan señales mecánicas, térmicas y químicas que indican posibles daños en el organismo.
No obstante ni el daño en las células ni la reacción de los nociceptores son causas directas de la sensación de dolor, sino que ésta se ve influida en gran medida por variables no biológicas como la experiencia o la emoción.
Cuando llega al sistema nervioso, la estimulación nociceptiva se une a nuestros pensamientos, recuerdos y sentimientos antes de que se produzca el dolor. Así, la sensación final depende tanto de factores externos como de nuestra propia mente.
El dolor de cabeza en particular suele estar influido por factores como la tensión muscular, los problemas vasculares o la respuesta idiosincrática del organismo al estrés, a ciertas sustancias o a trastornos médicos. No obstante las causas y características de las cefaleas dependen en gran medida del tipo específico al que nos refiramos.
Cefaleas primarias
Según la Clasificación Internacional de las Cefaleas existen más de 150 tipos de dolor de cabeza que se pueden dividir en tres categorías principales: las cefaleas primarias, las secundarias y las de otro tipo.
Al contrario que los secundarios, los dolores de cabeza de tipo primario se dan en ausencia de trastorno físico, por lo que no resultan peligrosos.
1. Cefalea tensional
El dolor de cabeza de tipo tensional es el más habitual de todos. Estas cefaleas son causadas por tensión muscular; esta puede deberse a estrés o bien a causas físicas, como la contracción intensa y continuada de los músculos del cuello o de la mandíbula.
Este tipo de cefalea suele manifestarse como una tensión o presión constante en los dos lados de la cabeza. En los casos más intensos incluso tocar los músculos afectados puede provocar dolor.
Las cefaleas tensionales normalmente causan un dolor más leve y por tanto son menos incapacitantes que las migrañas y otros tipos de dolor de cabeza, pero existe un alto riesgo de que la cefalea tensional episódica se convierta en crónica, produciéndose los ataques todos o casi todos los días.
2. Migraña
Las migrañas son dolores de cabeza causados por la activación de neuronas de la corteza cerebral. Algunos expertos las atribuyen también al estrechamiento de vasos sanguíneos encefálicos, lo cual haría que la sangre y el oxígeno no lleguen de forma correcta al cerebro. No obstante la hipótesis vascular de la migraña ha perdido apoyo en el pasado reciente.
Este tipo de cefalea produce un dolor más intenso que el de la mayoría de cefaleas tensionales. Las migrañas suelen consistir en sensaciones similares a pinchazos o pulsaciones en uno de los lados de la cabeza.
Los estímulos que desencadenan la migraña varían enormemente en función de la persona: puede deberse a estrés, esfuerzo, falta de sueño, iluminación intensa, consumo de determinados alimentos…
Distinguimos entre migrañas con aura y migrañas sin aura. Las migrañas sin aura son las más frecuentes y aparecen de forma súbita, mientras que las migrañas con aura vienen precedidas por síntomas visuales, sensoriales, lingüísticos y motores.
3. Cefalea trigémino-autonómica
El nervio trigémino recibe las sensaciones captadas por muchos músculos de la cabeza, como los de la cara, los ojos, la boca o la mandíbula. Las cefaleas que implican principalmente la acción refleja del trigémino son conocidas como “trigémino-autonómicas”. Además, conforman uno de los tipos de cefalea más dolorosas y difíciles de gestionar, ya que no tienen que ver tanto con la circulación como con ciertas alteraciones en el nervio.
Los síntomas de este tipo de cefaleas son muy parecidos a los de la migraña, de modo que suelen afectar sólo a una mitad de la cabeza y consistir en dolor pulsátil. No obstante la intensidad del dolor es mayor a la de las migrañas.
En la cefalea trigémino-autonómica se incluyen síndromes como el dolor de cabeza en racimos, un tipo de cefalea muy doloroso que afecta a la región de los ojos y las sienes y que se asocia a síntomas como congestión nasal, lagrimeo y sudoración facial.
4. Cefalea tusígena
Si bien es infrecuente en la población general, la cefalea tusígena se produce en una proporción importante entre las personas que acuden al médico a consecuencia de tos intensa.
Algunos síntomas habituales de la cefalea tusígena son náuseas, vértigo y trastornos del sueño. Estas cefaleas se desencadenan después de ataques de tos y pueden ser muy breves o durar más de una hora.
5. Por esfuerzo físico
Se clasifican como “cefalea por esfuerzo físico” aquellas en que los síntomas no son debidos a ninguna causa intracraneal, sino simplemente a la práctica de ejercicio muy intenso. El flujo anormal de la sangre puede hacer que partes del sistema nervioso se resientan
Ocurre más frecuentemente en lugares donde hace mucho calor o que se encuentran a una altitud elevada, y el dolor que comporta suele ser de tipo pulsátil.
Por otro lado, realizar una tarea que requiere un esfuerzo constante del mismo tipo puede hace que aparezca este síntoma, que es una manera de avisar de que deberíamos parar cuanto antes.
6. Por relación sexual
La cefalea primaria asociada con actividad sexual se atribuye a pérdida de líquido cefalorraquídeo que causa una bajada de la tensión intracraneal. El dolor se produce en los dos lados de la cabeza y se intensifica a medida que la persona se excita, alcanzando su punto máximo cuando llega al orgasmo.
Se trata de un problema que tiene que ver con la gestión de la atención, las dificultades para relajarse, y la realización de esfuerzos físicos continuados.
7. Por crioestímulo
“Cefalea por crioestímulo” es el nombre oficial del clásico dolor de cabeza producido por el contacto con algo muy frío, bien sea porque toca la parte exterior de la cabeza, porque se inhala o porque se ingiere, como sucede con los helados. El dolor de la cefalea por crioestímulo tiende a ser punzante, unilateral y de corta duración.
8. Cefalea hípnica
Las cefaleas “despertador” aparecen sólo durante el sueño, haciendo que la persona se despierte. Afecta normalmente a personas de más de 50 años y tiende a ser persistente. Comparten algunas características con la migraña, como la sensación de náusea.
Cefaleas secundarias
Las cefaleas secundarias son consecuencia de afecciones, como trastornos vasculares o lesiones cerebrales, que tienen como síntoma el dolor y pueden requerir un tratamiento específico en función de cuál sea la causa subyacente.
1. Por traumatismo
Golpes en el cráneo o en las cervicales, como los producidos por accidentes de tráfico, pueden provocar cefaleas pasajeras o crónicas (si duran más de tres meses desde el traumatismo).
No sólo los golpes pueden provocar cefaleas por traumatismo, sino que estas también pueden deberse a otras causas, como explosiones y la presencia de cuerpos extraños en la cabeza.
En general estas cefaleas aparecen conjuntamente con otros síntomas causados por el mismo traumatismo, como pueden ser problemas de concentración o memoria, mareos y fatiga.
2. Por trastorno vascular
Este tipo de dolor de cabeza es consecuencia de problemas cerebrovasculares como ictus isquémico, hemorragia cerebral, aneurisma o malformación arteriovenosa congénita. En estos casos la cefalea suele ser menos relevante que otras consecuencias del accidente vascular.
3. Por consumo o abstinencia de sustancias
El consumo abusivo o la inhalación de sustancias como el alcohol, la cocaína, el monóxido de carbono o el óxido nítrico también puede provocar y agravar dolores de cabeza. Asimismo la supresión de sustancias que se consumen de forma habitual, como puede suceder con el alcohol y las drogas, es otra causa frecuente de cefalea.
4. Por infección
Algunas causas comunes de este tipo de cefalea son las meningitis y las encefalitis bacterianas o víricas, las parasitosis y las infecciones sistémicas. Aunque en la mayoría de casos la cefalea desaparece una vez se ha curado la infección, en algunas ocasiones puede persistir.
5. Por trastorno mental
En ocasiones las cefaleas se categorizan como secundarias a trastornos psiquiátricos si existe una relación temporal y causal entre ambos fenómenos. No obstante, en estos casos el dolor parece tener un origen psicógeno más que biológico.
En este sentido la Clasificación Internacional de las Cefaleas da una importancia especial a los trastornos psicóticos y al de somatización, consistente en la presencia de síntomas físicos en ausencia de patología médica identificable.