Pautas de psicoterapia: ¿por qué son tan importantes?

Te regalaré una frase para la vida: la salud mental también se entrena. Son muchos los pacientes que llegan a consulta con el objetivo de estar bien y con el deseo de afrontar y resolver las situaciones que se van produciendo en la vida. ¿El problema? Muchas veces, la maleta de herramientas para lidiar con ellas se ha quedado vacía.

Los psicólogos podemos ayudar a las personas a mejorar su vida y por eso compartimos tareas y pautas de psicoterapia que les permitan adquirir nuevas habilidades para acercarse a la vida que quieren construir y a resolver los inconvenientes que desean solventar.

¿Qué son y para qué sirven las tareas y pautas de psicoterapia?

Las tareas y pautas de psicoterapia son ejercicios que sirven para ayudar a las personas a interiorizar otras maneras de resolver situaciones y problemas. Hay una clave importantísima en ellas: a mayor repetición, mayor y mejor efecto.

En estos casos, el profesional de la salud mental es el encargado de brindar estas instrucciones, que tendrán relación con proceso personal que está viviendo el paciente en un momento dado. Estos ejercicios pueden presentarse en forma de asignaciones como experimentos, ejercicios de repetición que les permitan observar patrones o entrenar nuevas habilidades y de otras maneras, según lo requerido por cada persona.

Al tener presente que salud mental también se entrena, se hace mucho más fácil entender por qué son tan importantes las tareas y pautas de psicoterapia. Pongamos un ejemplo: cuando decidimos aprender una habilidad, como jugar al tenis, asumimos que hay un proceso que con la práctica nos llevará a mejorar. Hay varias formas de llegar a ese conocimiento: apuntarnos a clases o ser autodidactas. Lo mismo podría pasar con el proceso terapéutico.

Imagina ahora que tienes la disposición de hacerte cargo de tu salud mental. Tienes varias opciones: asistir con un profesional para tener un proceso personalizado o buscar información (confiable) en la red sobre el asunto específico que deseas resolver. Aunque ambos podrían funcionar en cierto punto, pero ¿cuál crees que será más rápido y exacto?

Así el aprendizaje de tenis sin el profesor tiende a alargarse más en el tiempo y normalmente genera peores resultados, el camino para mejorar tu salud mental sin una guía profesional y personalizada podría abrumarte, frustrarte y llevarte a resultados no deseados (o más lentos).

El psicólogo, especialmente dentro de la terapia cognitivo-conductual, propone a su cliente estrategias y tareas para gestionar conflictos, expresar mejor sus necesidades, lidiar con sensaciones incómodas y hacer frente a la impaciencia, al exceso de autoexigencia. Al final, somos las propias personas quienes decidimos qué hacer y cómo, pero existen muchas maneras de llevarlo a término.

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Algunos ejemplos de tareas y pautas de psicoterapia

A continuación, te contaré algunas situaciones hipotéticas seguidas de algunas tareas y pautas que podría proponer en cada caso:

Situación 1:

Supongamos que una persona que está ansiosa. Siente presión en el pecho, descansa mal, tiene pensamientos constantes sobre los inconvenientes que tuvo el día anterior en el trabajo con algunos compañeros. Le da vueltas a la mala interpretación que han podido hacer de sus palabras y busca maneras de poder explicar sus razones para decir lo que dijo. Intenta hacer bien las cosas con jefes y compañeros y se esfuerza para que nadie le pueda reprochar que hace mal su trabajo.

Si la meta es conseguir moderar la importancia de la opinión de los demás, convendría proponer las siguientes pautas en psicoterapia:

Durante las próximas dos semanas no te adelantarás a la necesidad de alguien una vez por día. Anota cuál fue. Así te demostrarás que no es tan importante conseguir que los demás te valoren de manera positiva todo el tiempo.

Es necesario que vivas estas dos semanas entendiendo que probablemente será incómodo para ti no adelantarte a la necesidad de alguien, pero no lo será tanto como habías creído. Por otra parte, no es necesario evites a toda costa adelantarte a esas necesidades en todo momento, lo importante es que cuando digas que no lo vas a hacer convivas con tus sensaciones.

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Situación 2:

Supongamos una persona que duerme 3 horas menos los viernes y sábado que duerme bien. Es conductor de autobuses en una línea interurbana. La anticipación a no poder descansar y el miedo a dormirse estando al volante produce gran alerta y dificultad para mantener el sueño durante toda la noche. Si su meta es mejorar el descanso y gestionar su preocupación, podemos sugerir la siguiente pauta de psicoterapia:

Cada noche es importante que te acuestes solamente cuando tengas sueño. No te obligues a dormir. Empecemos por asumir lo que ahora está pasando. No estas durmiendo y te pasas la noche pensando en lo cansado que estás mañana. Como no ayuda a dormir el obligarte a hacerlo, hay que ir reduciendo la obligación.

No puedes tener ningún despertador a la vista. Es importante que no hagas el cálculo cada poco rato sobre el número de horas que te restan de sueño. Si llevas más de unos 30 minutos sin conciliar, levántate de la cama y vete a otra habitación a leer una novela.

Situación 3:

Pensemos en una persona que sufre constantes crisis de ansiedad. Teme que le pueda dar un infarto si las pulsaciones suben en exceso. Por este motivo, intenta no hacer esfuerzos y mantener siempre su corazón en niveles de aceleración moderados.

Si su meta es aprender a regular su sistema nervioso y distinguir entre situaciones realmente amenazantes, la siguiente pauta podría ayudarle mucho en su situación:

Hagamos un experimento: quiero que subamos un tramo de diez escaleras a un ritmo moderado y que cuando lleguemos arriba nos quedemos quietos durante unos cinco minutos, dejando que el corazón lata a su ritmo. Quiero que te centres también en lo que estás sintiendo en este momento y no en lo que temes que te ocurra más tarde.

Necesito que convivas con las sensaciones normales de tu cuerpo en un entorno poco amenazante como este, para que puedas reducir tu nivel de alerta ante ellas. Esta es solo una tarea para iniciar, ya que iremos valorando otras.

¿Funcionan las tareas y pautas de psicoterapia?

Hay un refrán que dice que “nadie aprende en cabeza ajena” que se hace muy presente en estos casos. Las personas aprendemos, principalmente, de nuestras experiencias, no de lo que nos cuentan. La capacidad para pensar y analizar las cosas es muy importante para entender e interiorizar, pero el aprendizaje suele ser menos intenso y menos duradero si no lo vivimos.

En este sentido, las tareas y pautas de psicoterapia son claves para integrar ese conocimiento desde sus propias vivencias, desde su propio cuerpo, abriendo espacios para tomar conciencia de nuestras acciones cada día.

La guía de un profesional que esté al tanto de la realidad del paciente y que conozca el procedimiento adecuadamente es vital para proponer pautas que generen resultados que de otra forma no se alcancen. Las tareas y pautas de psicoterapia sí funcionan, y son muy útiles especialmente cuando se van secuenciando y ajustando al aprendizaje que va haciendo cada persona. Es importante recordarte que una sola experiencia no es suficiente para gestionar miedos, bloqueos o malestares, por eso es tan importante la constancia.