La ética del coach

El coaching, como cualquier otra disciplina orientada a intervenir en personas y organizaciones, no es ajena al ámbito de la ética. No se trata únicamente de un instrumento que pueda ser “aplicado” en individuos o equipos, detrás de las acciones que dan forma a la labor del coach hay una serie de valores y una moral sin las cuales su trabajo no tendría razón de ser.

Sin embargo, la ética del coach no puede ser individual y totalmente privada y subjetiva: si así fuera, estaría desconectada de la sociedad y no podría encajar con los intereses y metas de quienes contratan sus servicios o acuden a ellos en busca de ayuda profesional.

Es por eso que existen una serie de estándares éticos que guían al coaching. E este artículo daremos un breve repaso a esas ideas clave que hay detrás de la ética del coaching, empezando por una definición de los conceptos básicos.

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¿Qué es el coaching? ¿Qué es la ética?

Empecemos con lo principal, aclarando términos. ¿En qué consiste el coaching? Se trata de una disciplina basada en la intervención en personas, equipos y organizaciones con el objetivo de detectar su potencial y aprovecharlo teniendo en cuenta sus valores, metas y filosofía de funcionamiento, rompiendo viejas inercias disfuncionales y abriendo nuevas posibilidades de acción.

La labor de los coach es siempre en positivo, no tanto para paliar ni mitigar problemas severos de tipo psicológico y comportamental sino más bien para descubrir talentos latentes, replantear objetivos y maneras de trabajar, e impulsar procesos de desarrollo personal o proyectos profesionales ambiciosos.

Así pues, la labor del coach tiene que ver tanto con ayudar a personas individuales (estudiantes de oposiciones, deportistas de élite, gente que quiere reformular su carrera profesional o que busca darle un impulso a su desarrollo personal) como a empresas y altos cargos con personas a su cargo.

Algunos de los temas más trabajados desde el coaching son el liderazgo, la motivación, la gestión del estrés, la dinamización de equipos, la resolución de conflictos, el manejo de la concentración, el rendimiento laboral, y más.

Por otro lado… ¿qué es la ética? Se trata del ámbito del pensamiento filosófico que delimita los conceptos de lo que está bien y lo que está mal, es decir, las acciones deseables y las acciones a evitar. Así pues, la ética no tiene una función meramente descriptiva, sino que es normativa, señalando no lo que es sino lo que debe ser.

La ética es una labor conjunta, en el sentido de que crea normas que van más allá del individuo, y aspira a crear reglas que puedan ser aplicadas de manera racional y sistemática, sin discriminar de manera arbitraria ni dar lugar a tratos de favor. De esta manera, desde la ética pueden surgir pautas de comportamiento que dejen claro de antemano qué acciones son adecuadas y cuáles suponen una ruptura de las normas y los consensos.

Puede decirse que prácticamente todas las profesionales tienen una dimensión ética, dado que en todas se produce una interacción social, y es por eso que cada vez más es más frecuente crear códigos deontológicos en los que quede fijada la ética en la que se sostiene la actividad de un “gremio” o sector. Y el coaching no es una excepción a esta tendencia.

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¿Existe un código ético del coaching?

A día de hoy no hay un código ético universal del coaching, en el sentido de que no todos los coach necesitan, para serlo, aceptar una serie de normas y pautas de comportamiento concretas. Sin embargo, sí existen entidades en las que se agrupan y quedan representados muchos profesionales del coaching y que han creado códigos éticos que siguen una gran cantidad de coach. Estos estándares éticos pueden solaparse y complementarse entre sí.

En esta línea, cabe destacar que la International Coaching Federation (ICF), la mayor organización de coach a nivel internacional con más de 35.000 asociados, tiene su código ético que demarca los estándares de profesionalidad y buen hacer.

En este quedan incluidos los valores que deben guiar el trabajo del coach (es decir, los conceptos clave que definen este tipo de trabajo y la relación profesional que se establece con el ciente/coachee), los estándares éticos de responsabilidad con el cliente, con la profesionalidad y con la sociedad, y el compromiso con la ética del profesional del coaching.

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