El año en que se prohibió la Navidad

En 1647, los puritanos ingleses ilegalizaron las celebraciones navideñas.

El año en que se prohibió la Navidad

¿ERES PSICÓLOGO/A EN ?

Destaca entre toda tu competencia profesional.

Parece que la Navidad siempre ha estado presente. Es una celebración típica de diciembre que, a pesar de ser una festividad cristiana, se ha extendido por todo el orbe y se ha convertido en un día internacional. Y es que ¿hay alguien que pueda estar en contra de una jornada cuyos protagonistas son los regalos, la comida y la diversión en familia? Pues, aunque parezca mentira, sí.

Y no hablamos del típico grinch, préstamo anglosajón que hace referencia a las personas que odian la Navidad, sino que nos referimos a un momento muy concreto de la historia, en que la festividad se prohibió bajo pena de multas muy severas. Si te interesa, sigue leyendo. Hoy te narramos lo que aconteció en 1647, cuando los puritanos ingleses ilegalizaron las celebraciones navideñas.

Inglaterra, 1647: el año en que se prohibió la Navidad

En 1647, los puritanos, un sector radical de la recién surgida religión anglicana, se habían hecho con el poder en el Parlamento inglés tras la primera de las guerras civiles inglesas. El conflicto enfrentó a los monárquicos (los denominados cavaliers, caballeros) con los parlamentarios o roundheads, que opinaban que el rey ostentaba demasiado poder en detrimento del Parlamento. Entre estos últimos, estaban los denominados “puritanos”.

¿Quiénes eran estos puritanos? Se trataba de una rama tremendamente radical de la Nueva Iglesia de Inglaterra, que había surgido tras el cisma de Enrique VIII y su separación de Roma. Los puritanos deseaban construir un reino basado en los preceptos de la Biblia, la única verdad en la que creían y la única que, según ellos, podía guiar a los seres humanos hacia el verdadero camino de Dios.

En 1645, ya en el poder, los puritanos habían publicado su Directorio de Culto Público, una ley que pretendía “purgar” la religión anglicana de cualquier atisbo de catolicidad y paganismo. La Navidad, como fiesta de origen pagano y una celebración eminentemente católica, acabó en el punto de mira del nuevo gobierno, con consecuencias realmente funestas. La celebración navideña fue prohibida de forma definitiva en 1647, y su prohibición desató una fiebre de motines populares por todo el país.

Idolatría, paganismo y Roma

¿Por qué los puritanos odiaban tanto la Navidad? Recordemos que la fecha de nacimiento de Cristo es incierta. En la Biblia no se menciona cuándo aconteció, aunque, según los expertos, y dado que los pastores guardaron sus rebaños al raso, debería haber sido en primavera o a principios de verano. Pero la realidad es que en ningún pasaje del Nuevo Testamento se menciona la fecha exacta. Así, si tenemos en cuenta que para esta ala radical del anglicanismo solo era cierto lo que encontramos en la Biblia, podemos hacernos una idea de cuál era su concepción acerca de la Navidad.

El 25 de diciembre era el día álgido de las Saturnales romanas, unas fiestas paganas dedicadas al solsticio. La recién nacida Iglesia instauró ese día como el natalicio de Cristo para equipararlo al Día del Sol Invicto y relacionar al Mesías con la luz naciente (es decir, con la verdad). No es, por supuesto, la única festividad cristiana que se solapó con celebraciones paganas mucho más antiguas, pero ello, en lugar de desacreditar a la nueva religión, le garantizaba un lugar en el corazón de los antiguos romanos. Los puritanos veían en esta “adaptación” un terrible pecado. ¡Equiparar el nacimiento de Cristo con una festividad pagana! Eso solo podía ser una execrable herejía, un pecado imperdonable que había que borrar del calendario litúrgico. Y vaya si lo borraron.

Banquetes y juergas sin fin

La fecha “oficial” del natalicio de Cristo no solo estaba recubierta de paganismo, sino que también era uno de los días más señalados del calendario católico. En su férrea lucha contra la Iglesia de Roma, la Iglesia de Inglaterra pretendía “depurar” su fe de cualquier influencia católica. Y ¿qué otra festividad tenía entre los fieles el peso de la Navidad?

Uno de los aspectos que el puritanismo anglicano deseaba combatir a toda costa era la idolatría. Según su punto de vista, la exaltación que la Iglesia católica hace de la Virgen María, especialmente durante la época navideña, es una desviación del auténtico fervor religioso, que debe ir dirigido exclusivamente a Dios. Por otro lado, la tradición de San Nicolás, el santo navideño que trae juguetes a los niños, era otra manifestación de esa idolatría que tanto detestaban.

Además, en todos los países cristianos (e Inglaterra no era una excepción) se realizaban pantagruélicos banquetes los días de Navidad, que a menudo duraban desde Nochebuena hasta Año Nuevo. Durante estas celebraciones, no solo se desataba la gula, sino que también hacían acto de presencia la lujuria y la diversión en exceso. La “relajación” que suponían los días navideños era otro motivo por el que los puritanos veían con enorme recelo la celebración de la Navidad. Así, en cuanto llegó al poder, este sector radical impuso la prohibición de la Navidad. Una ley que, por supuesto, no gustó a todos.

La Navidad no se toca

La Navidad de 1647 fue la primera en la que se aplicó la nueva normativa. Se prohibió a los comercios cerrar sus negocios ese día, así como los banquetes, las fiestas y los villancicos. La prohibición alcanzó incluso la costumbre de cortar muérdago y acebo, por considerarla, una vez más, “pagana” y “anticristiana”. Existe un interesante grabado del siglo XIX que ilustra una escena de la época, en que un puritano reprende a unos niños que, gozosos, se disponen a cortar acebo navideño. Sus caras tristes y llenas de decepción son suficientemente expresivas.

Los puritanos creían estar salvando el alma de los ingleses, pero el pueblo no lo vio de esta manera. La Navidad era una fiesta muy querida que se celebraba desde hacía siglos de forma alegre y desenfadada y que permitía a las familias reunirse a comer, charlar, bailar y cantar. Esa misma Navidad de 1647 empezaron los disturbios.

En Canterbury, por ejemplo, cuando el alcalde de la ciudad arrestó al dueño de un negocio por cerrar el día 25, se levantó un motín por toda la ciudad que exigía el regreso de la Navidad. Entre algunas de las acciones que realizaron los insurrectos (y una de las menos violentas, todo hay que decirlo) fue la de colgar acebo por todas las calles y casas.

No solo Canterbury fue escenario de las revueltas. El odio hacia la nueva ley se esparció por toda Inglaterra: estallaron motines también en Norwich, Ipswich y otras ciudades, durante los que sus habitantes, muy disgustados, obligaban a las tiendas a cerrar para respetar el día festivo.

La prensa también se movilizó en contra de la ley. Apareció el famoso panfleto titulado Vindication of Christmas (Vindicación de la Navidad), a través del que su autor, John Taylor, un barquero afincado en Londres, reivindicaba el derecho del pueblo a celebrar el nacimiento de Cristo con cantos, comida y juegos. También la publicación The World Turned Upside Down (El mundo al revés) se hacía eco de la protesta; no solo de la prohibición de la Navidad, sino también del régimen extremo que pretendían imponer los puritanos al pueblo. La gente quería, en definitiva, divertirse.

El fin de un desatino

El gobierno puritano no solo no cedió, sino que endureció las medidas. En 1652, las multas reservadas a quienes celebraran la Navidad eran tan severas, que las familias pasaron a festejar el día clandestinamente, encerrados en lo más recóndito de sus hogares. Inglaterra seguía los pasos de Escocia (que ya había prohibido la Navidad en 1640) y se convertía en un país triste y gris.

El odio hacia la Navidad cruzó el Atlántico y arribó a Massachussets, una colonia especialmente influenciada por las ideas puritanas gracias a la llegada del Mayflower en 1620, un barco que transportó a numerosas familias de puritanos hacia el Nuevo Mundo. Allí se prohibió la Navidad en 1659 y siguió sin celebrarse hasta 1681, más de veinte años después de que la fiesta regresara a Inglaterra.

Los partidarios de devolver el poder al rey (los cavaliers), enfrentados contra los puritanos de Oliver Cromwell (1599-1658), vieron en el magno disgusto del pueblo la excusa perfecta para dar el golpe definitivo. Cansados de la austeridad puritana, el pueblo los apoyó. Era el fin de una era y de un auténtico desatino. Con el nuevo rey, Carlos II (el hijo del monarca decapitado en 1649), regresó la Navidad a Inglaterra. Era el año 1660. El país había estado trece años sin celebrarla… al menos, de forma oficial.

Newsletter PyM

La pasión por la psicología también en tu email

Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos

Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

  • CERVERA, F., 1647: El año en que los puritanos de Cromwell prohibieron la Navidad, en Historia National Geographic, 6 de diciembre de 2024
  • CARTWRIGHT, M., Guerras civiles inglesas, en https://www.worldhistory.org/, 18 de febrero de 2022
  • DJANGI, P., ¿Por qué Inglaterra canceló la Navidad entre 1647 y 1660?, en Historia National Geographic, 18 de diciembre de 2023
  • GARRETT, M., John Taylor and the Vindication of Christmas, en https://www.crayfordhistory.org.uk , 28 de octubre de 2022
  • VV.AA., Por qué la Navidad estuvo prohibida durante años en Estados Unidos y Reino Unido, en https://www.bbc.com/, 25 de diciembre de 2018

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Sonia Ruz Comas. (2025, octubre 17). El año en que se prohibió la Navidad. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/ano-que-se-prohibio-la-navidad

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese

Consulta a nuestros especialistas