Está claro que la posibilidad de ser madre o padre forma parte del proyecto vital de muchas personas. Ahora bien, en el caso de las personas trans, este deseo aparece con frecuencia, pero suele estar atravesado por dilemas específicos, tanto a nivel subjetivo como estructural.
La literatura científica de los últimos años ha mostrado que no se trata de un deseo marginal ni excepcional en esta minoría, sino de una dimensión central del desarrollo adulto que merece ser comprendida desde una perspectiva psicológica amplia, sensible a los contextos sociales y sanitarios.
El deseo de parentalidad como parte de la identidad y el proyecto vital
Para muchas personas trans, el deseo de tener hijas o hijos no surge de forma aislada, sino como algo integrado dentro de la construcción de la identidad personal.
La parentalidad se vincula con ideas de continuidad, legado, cuidado y pertenencia. Sin embargo, este deseo no siempre se vive de forma lineal. Aparecen ambivalencias relacionadas con la propia historia corporal, con el miedo a no encajar en los modelos normativos de “buena madre” o “buen padre” y con la incertidumbre sobre las posibilidades reales de llevar a cabo ese proyecto.
Desde la Psicología, resulta relevante entender que estos deseos pueden coexistir con dudas profundas, sin que esto implique menor legitimidad del proyecto parental. La tensión entre el anhelo de formar una familia y el temor al rechazo social suele ser un eje central en los relatos de vida.
Barreras personales: disforia, salud mental y condiciones materiales
Entre las barreras personales, la disforia de género ocupa un lugar clave. Procedimientos relacionados con la reproducción, como la estimulación ovárica, la congelación de gametos o el embarazo en hombres trans, pueden intensificar el malestar corporal y emocional. Esta experiencia no solo es física, sino profundamente simbólica, ya que activa normas de género interiorizadas desde edades tempranas.
A ello se suman factores psicológicos como la ansiedad anticipatoria, el miedo a la discriminación futura de los hijos o las dudas sobre la propia capacidad de cuidado. El estrés de minorías, ampliamente descrito en población trans, también influye en la percepción de la parentalidad como un proyecto viable o no.
Las barreras económicas son igualmente relevantes. Los tratamientos de preservación de fertilidad y reproducción asistida suelen ser costosos y, en muchos contextos, no están cubiertos por los sistemas públicos. Esto introduce una inequidad estructural que condiciona quién puede, en la práctica, acceder a determinadas opciones reproductivas.
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Barreras sociales: normas de género, estigma e invisibilidad
En el plano social, las personas trans se enfrentan a normas de género rígidas que asignan la maternidad y la paternidad a cuerpos y identidades concretas. Cuando una persona trans expresa su deseo de ser madre o padre, a menudo se encuentra con discursos que cuestionan su legitimidad, patologizan su deseo o lo consideran “antinatural”.
Esta presión social genera un conflicto interno que puede llevar a la represión del deseo, a la postergación indefinida del proyecto parental o a la vivencia de culpa. La falta de referentes visibles de familias con progenitores trans contribuye a esta sensación de soledad, al dificultar la construcción de modelos posibles con los que identificarse.
Los medios de comunicación y los discursos políticos tienen un papel importante en este proceso, ya que moldean las representaciones colectivas sobre qué formas de familia son consideradas válidas.
Barreras institucionales y sanitarias
Las instituciones sanitarias y legales constituyen otro nivel de barrera. Muchos servicios de salud no están preparados para acompañar los deseos reproductivos de personas trans desde una perspectiva afirmativa. La falta de protocolos claros, la escasa formación en diversidad de género y el trato discriminatorio en consultas de ginecología, urología o reproducción asistida generan experiencias de rechazo que desincentivan la búsqueda de ayuda.
En el ámbito legal, las normativas sobre filiación, adopción o reconocimiento de la parentalidad pueden ser confusas o restrictivas. En algunos países, las leyes no contemplan adecuadamente las realidades trans, lo que coloca a las personas en situaciones de inseguridad jurídica. Este contexto institucional actúa como una barrera que no solo limita las opciones reales, sino que también impacta en el bienestar psicológico.
Adolescencia: cuando el deseo se confronta con decisiones irreversibles
En etapas tempranas, especialmente durante la adolescencia, el deseo de ser madre o padre en el futuro se cruza con decisiones relacionadas con los tratamientos de afirmación de género. La posibilidad de iniciar bloqueadores puberales o terapias hormonales plantea dilemas complejos sobre la preservación de la fertilidad. Muchos adolescentes trans se sienten atrapados entre aliviar la disforia en el presente y preservar opciones reproductivas futuras.
Desde una mirada psicológica, este momento es especialmente sensible, ya que la capacidad para pensar en el largo plazo aún está en desarrollo. La calidad de la información recibida, el apoyo familiar y el acompañamiento profesional resultan determinantes para que estas decisiones no sean vividas como traumáticas.
Implicaciones para la práctica psicológica
Para los y las profesionales de la Psicología, el acompañamiento de los deseos de maternidad y paternidad en personas trans requiere una postura ética clara: validar la experiencia, evitar supuestos cisnormativos y ofrecer espacios seguros de exploración. No se trata de dirigir la decisión, sino de facilitar procesos de reflexión informados, integrando las dimensiones emocionales, corporales, sociales y legales.
El trabajo interdisciplinar con equipos médicos, trabajadores sociales y asesores legales se vuelve imprescindible cuando el proyecto parental avanza hacia etapas más concretas. Asimismo, resulta fundamental la formación continua en diversidad de género y en derechos reproductivos.

Bárbara Zapico Salomón
Bárbara Zapico Salomón
Psicóloga De Pareja, Familia, Niños Y Adultos
Hacia una comprensión integral de los deseos de parentalidad
En definitiva, los deseos de paternidad y maternidad en personas trans no son una excepción, sino una expresión más de la necesidad humana de vinculación, cuidado y trascendencia. Las barreras personales y sociales que los rodean no derivan del deseo en sí, sino de un contexto que aún no ha integrado plenamente la diversidad de cuerpos, identidades y familias.


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