Puede que no digan nada, pero lo sienten todo. Y eso que sienten se refleja en sus acciones… y esas acciones, por lo general, vienen como respuesta a una gran incertidumbre por no entender lo que ocurre, miedo ante un futuro que desconocen, tristeza por el duelo de la vida que conocían y que ya no es.
Desde muy pequeños, los niños son grandes observadores, por los que la separación de los padres puede dejar huellas emocionales profundas si esta ruptura no es gestionada ni comunicada de una forma que les haga más sencillo atravesar la situación.
En este artículo hablaremos sobre cómo afecta la separación de los padres a los niños con edades comprendidas entre 2 y 5 años, y qué estrategias pueden llevar a cabo para cuidar su salud psicológica y emocional.
La separación de los padres: un momento complejo para los niños
Cuando los padres deciden separarse, no solo les afecta a ellos. Para los niños, es un cambio que puede ser bastante confuso y doloroso. Según UNICEF, los niños suelen sentir tristeza, miedo y mucha incertidumbre en este proceso. Sin embargo, lo importante es cómo los padres manejan la situación, ya que eso influye mucho en cómo los pequeños van a vivir esta etapa.
Los niños perciben más de lo que pensamos; de hecho, aunque no siempre sepan cómo expresarlo, notan las tensiones, los cambios y las ausencias. Aunque la separación sea difícil, no tiene por qué ser algo negativo en el desarrollo de los niños si los padres se enfocan en brindarles un ambiente de seguridad y apoyo.
- Artículo relacionado: "¿Para qué sirve la Psicología Infantil?"
¿Cómo influye en los niños de 2 a 5 años?
Durante los primeros años de vida, los niños están en pleno proceso de aprender a entender sus emociones y el mundo que les rodea, por lo que la separación de los padres puede generarles mucha inseguridad, sobre todo porque no entienden bien lo que está pasando.
A continuación, te mostraremos cómo suele sentirse ese proceso en los niños pequeños según su edad:
Niños de 2 años a 3 años
En esta etapa, los niños no tienen la capacidad de entender que sus padres ya no van a estar juntos. Por eso, las emociones que sienten se reflejan más en su comportamiento. Es común que tengan rabietas, que regresen a comportamientos más infantiles como mojar la cama o que les cueste más dormir.
A esta edad, muchos niños creen que, si se portan bien, sus padres se van a volver a juntar. Por eso, lo más importante es darles mucha seguridad y mantener el contacto con ambos padres. Es útil también que, aunque todo cambie, sigan con algunas rutinas que les brinden estabilidad.
Niños de 3 a 5 años
Cuando los niños tienen entre 3 y 5 años, empiezan a entender un poco más sobre lo que ocurre, aunque no al 100%. Por eso, a menudo se hacen preguntas como "¿Por qué papá ya no vive aquí?" o "¿Es mi culpa que estén peleados?". Debido al egocentrismo propio de esta edad, pueden sentirse responsables de la separación.
Aquí es clave aclarar estos malentendidos y asegurarles que no tienen nada que ver con lo que está pasando. También pueden empezar a experimentar miedos o sentirse más ansiosos. Para ayudarles, es importante seguir con las rutinas, darles espacio para hablar de lo que sienten y siempre mostrarles que no son culpables.
Cómo gestionar una separación si tienen hijos pequeños
Sabemos que la separación no es fácil para nadie, pero hay maneras de hacerla más llevadera para los niños. Aquí compartimos contigo algunas recomendaciones prácticas para acompañar a tus hijos en este proceso.
1. Habla con ellos de manera clara, sencilla y adaptada a su edad
Explica lo que está pasando de una forma honesta, pero sin entrar en detalles que no puedan entender. Usa palabras simples para que comprendan que, aunque las cosas sean diferentes, siguen siendo amados por ambos padres.
Es normal que repitan preguntas o busquen explicaciones más detalladas. Responde con paciencia y calma.
2. Mantén rutinas estables
Los niños pequeños se sienten más seguros cuando hay estabilidad, incluso cuando todo lo demás cambia. Procura conservar las rutinas cotidianas, como las horas de las comidas, el momento de ir a dormir y los tiempos de juego. La idea es que tengan algo familiar que les dé calma y seguridad.
- Quizás te interese: "Gestión del tiempo: 13 consejos aprovechar las horas del día"
3. Eviten discutir frente a ellos
Los niños no necesitan estar involucrados en discusiones o tensiones entre los padres. Es mejor mantenerlos alejados de los conflictos para que no se sientan atrapados entre dos bandos.
4. Asegura la presencia de ambos padres
Cuando sea posible y seguro, asegúrate de que tu hijo siga teniendo contacto con ambos padres. Esto es clave para que se sienta acompañado y querido por los dos, y para que no sienta que está perdiendo a uno de los dos.
5. Ayúdales a expresar lo que sienten
Los niños pequeños a menudo no saben cómo poner en palabras lo que sienten. Anímales a que se expresen, ya sea hablando, dibujando o jugando.
Si se sienten tristes o enojados, diles que está bien sentir esas emociones, pero que lo importante es que estás allí para apoyarlos.
6. Busca ayuda profesional si lo necesitas
Si notas que tu hijo está teniendo dificultades para adaptarse o muestra cambios de comportamiento que no desaparecen, hablar con un psicólogo infantil puede ser útil. Un profesional puede ayudar a tu hijo a procesar lo que está viviendo de una forma sana.
7. Cuídate también tú
Recuerda que, para poder cuidar a tus hijos, también necesitas cuidar de ti. La separación es un momento difícil, y buscar apoyo emocional, ya sea con un amigo, familiar o un terapeuta, puede ser una buena opción. Al estar bien, podrás estar mejor para ellos.
Norma Conde
Norma Conde
Psicoterapeuta, Tratamiento del Estrés, Ansiedad, Depresión, Duelo, Autoestima, Gestión emocional, Terapia de pareja.
Aunque la separación de los padres es dolorosa, no tiene por qué marcar un antes y un después negativo en la vida de los niños. Si los padres trabajan juntos para crear un ambiente de amor, estabilidad y comprensión, los pequeños pueden atravesar este proceso de la mejor manera posible.
Lo que más necesitan tus peques es saber que, incluso aunque muchas cosas cambien, su madre y su padre siempre estarán allí para hacerles sentir seguros y serán amados.