La diferencia entre abstinencia y recuperación tras una adicción

Conocer las señales de que una adicción está remitiendo es clave para superarla.

La diferencia entre abstinencia y recuperación tras una adicción
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Mucha gente cree que cuando alguien que está atravesando una adicción deja una droga o el alcohol ya está “curado”. Ojalá fuera así de fácil. Dejar de consumir es un paso enorme, claro, pero es solo el inicio. La recuperación es más larga, más compleja y toca mucho más que lo físico.

No es raro que haya recaídas: estudios dicen que entre un 40 % y un 60 % de las personas que luchan con adicciones pasan por alguna. Eso no significa que no valga la pena seguir intentando, sino que muestra que este camino no es tan lineal como muchos piensan.

Vamos a explorar, entonces, qué es lo que diferencia a la abstinencia de la recuperación cuando hablamos de adicciones.

Lo que pasa en la abstinencia

La abstinencia es ese proceso en el que tu cuerpo empieza a reaccionar porque ya no recibe lo que antes le dabas. Y, no, no es cuestión de que tú de verdad no quieras dejarlo, lo que ocurre es que el cerebro se acostumbra a esa sustancia y, cuando desaparece, vienen síntomas que pueden ir desde ansiedad e insomnio hasta fiebre, dolor intenso o convulsiones si la dependencia es fuerte.

Aquí es donde mucha gente se confía y decide “desintoxicarse” en casa. El problema es que eso puede ser muy peligroso, sobre todo con sustancias como el alcohol o las benzodiacepinas, donde dejarlo de golpe, según el caso, puede poner en riesgo la vida de la persona.

En cambio, una desintoxicación médica tiene pasos claros: se evalúa la historial, se corta el consumo de forma controlada, se cuidan los síntomas con medicinas y apoyo constante, y se vigilan los signos vitales todo el tiempo. Esta parte ayuda a estabilizarse para poder mirar más allá. Es el primer gran paso, pero no es todo el camino.

Lo que de verdad significa recuperarte

Recuperarse no es solo estar limpio. Es mirar de frente los motivos que te llevaron al consumo y aprender otra manera de vivir. La adicción no afecta solo el cuerpo; también influye muchísimo en las emociones, relaciones, autoestima y hasta tu forma de pensar.

Recuperarte es reconocer lo que pasa, pedir ayuda, trabajar con profesionales y construir rutinas que te sostengan. También es aprender a gestionar emociones, a identificar qué te hace vulnerable y a crear nuevas formas de conexión con los demás.

Este proceso puede tomar tiempo, y está bien que así sea. Cada persona avanza a su propio ritmo y es importante tomarlo en cuenta.

Diferencias claras: abstinencia vs. recuperación

La abstinencia y la recuperación son etapas distintas y complementarias. Muchas veces se confunden porque ambas forman parte del mismo proceso, pero cada una tiene un enfoque y un objetivo diferente:

Comencemos repasando los términos. Primero, la abstinencia es la reacción física del cuerpo al dejar la sustancia. El organismo se ajusta y aparecen síntomas que pueden durar desde unos días hasta varias semanas.

Por otro lado, la recuperación es el proceso a largo plazo que empieza después de pasar la abstinencia. Implica sanar heridas emocionales, cambiar hábitos y reconstruir relaciones. Y, ambas tienen características diferentes:

  • La duración: la abstinencia es temporal; la recuperación no tiene un límite de tiempo fijo y se sostiene con apoyo constante.
  • Su objetivo: la abstinencia busca estabilizar el cuerpo; la recuperación apunta a transformar la vida en general.
  • El alcance: la abstinencia se centra en lo físico; la recuperación trabaja lo mental, emocional y social.

Verlo así ayuda a no quedarse solo con el logro de dejar de consumir. Pasar la abstinencia es un gran paso, pero la verdadera sanación llega con el trabajo diario de la recuperación, que es más profundo y prolongado.

Cómo ayuda la terapia en todo esto

La terapia psicológica es una herramienta central para entender lo que pasa y construir una base sólida para sostener el cambio.

Un buen acompañamiento terapéutico te da claridad sobre lo que hay detrás de la adicción, te enseña a manejar pensamientos que pueden llevarte a consumir otra vez y te ayuda a identificar situaciones de riesgo antes de que se vuelvan un problema.

Además, los espacios de terapia ofrecen contención emocional y apoyo sin juicios, algo que muchas personas necesitan cuando empiezan este camino. Hay enfoques individuales, familiares y grupales, y la combinación de estos puede hacer que el proceso sea más efectivo.

También se integran tratamientos médicos cuando hace falta, ya que algunas terapias incluyen medicamentos que disminuyen los antojos o los síntomas. En conjunto, terapia y tratamiento médico no solo te ayudan a dejar una sustancia, sino a encontrar nuevas formas de vivir, más estables y saludables.

Consejos para acompañar tu recuperación

Como ya lo hemos visto, la recuperación es una construcción constante, así que aquí te daremos algunos consejos que pueden hacerla más llevadera:

1. Busca ayuda pronto

Si ya reconociste que hay un problema de dependencia, no esperes a “tocar fondo”. Pedir apoyo profesional temprano puede evitarte sufrimiento y darte herramientas desde el inicio. Sabemos que a veces el miedo a dar ese paso es grande, pero lo que viene después suele ser un alivio.

2. Rodéate de personas que te apoyen

Tener gente con quien hablar cuando lo necesitas ayuda muchísimo. No siempre será la familia; puede ser una amistad, un terapeuta o alguien que pasó por lo mismo. Lo importante es que no tengas que cargar con esto a solas.

3. Cuida tu cuerpo

Tu salud física también necesita atención. Tener una mejor higiene de sueño, comer de forma más balanceada y moverte un poco cada día ayuda a tu mente a estabilizarse. Esto no es solo “ser sano”, es darle a tu cuerpo lo que necesita para sanar.

4. Acércate a grupos de apoyo

Escuchar experiencias reales de personas que entienden por lo que pasas puede darte fuerza. Estos espacios también te ayudan a poner en perspectiva tu proceso y a sentirte acompañado o acompañada.

5. Atiende tu salud emocional

La adicción muchas veces está ligada a ansiedad, depresión o traumas. Es por esta razón que trabajar con un especialista no solo te ayuda a mantenerte sobrio, sino a comenzar a mirar más a fondo para saber de dónde viene tanto dolor.

Clínica Recal

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6. Sé paciente contigo

Este camino no tiene un calendario fijo. Habrá días fáciles y días pesados, pero cada esfuerzo suma. Ser paciente no significa rendirse; es aceptar que la recuperación es una construcción constante.

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Clínica Recal. (2025, septiembre 23). La diferencia entre abstinencia y recuperación tras una adicción. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/drogas/diferencia-entre-abstinencia-y-recuperacion-tras-adiccion

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