No todas las denuncias que reciben las comisarías de policía son verdaderas. En algunas ocasiones, los denunciantes interponen este tipo de informes con la intención de recibir algún tipo de beneficio al denunciar que han sido víctimas de un robo o hurto.
Sin embargo, la amplia experiencia de la policía unida a la existencia de ciertos programas algorítmicos que analizan el lenguaje de este tipo de denuncias pueden detectar si el denunciante ha mentido o no.
Por sorprendente que pueda parecer, las denuncias falsas son detectables, algo que debería amedrentar a cualquiera que quiera engañar a los agentes. A continuación vamos a descubrir cuáles son las características de las denuncias falsas, en especial a lo que al lenguaje se refiere. ¡No dejes de leer si quieres averiguarlas!
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Existen claves para detectar denuncias falsas
Es casi de sentido común que no todas las denuncias que se interponen en comisaría o en los juzgados son ciertas. Un porcentaje de ellas son denuncias falsas, algo que puede ser especialmente común para delitos como los hurtos, los robos y cualquiera que implique algún tipo de ganancia económica a corto plazo. También hay denuncias falsas relacionadas con incidentes que, en caso de denunciarlos, pueden suponer el cobro de la póliza de algún seguro.
Interponer una denuncia falsa es, legalmente, el acto de acusar mediante denuncia a una persona por haber realizado un supuesto delito ante la autoridad correspondiente, a sabiendas de que el contenido de la misma es falso o que se sabe que el relato en ella expresado no se corresponde a la verdad. Las denuncias, sean verdaderas o falsas, siempre traen consigo la posibilidad de perjudicar socialmente a la persona denunciada, motivo por el cual si se es víctima de una denuncia falsa es siempre recomendable denunciar este delito.
Que hay denuncias falsas es una realidad pero, ¿cuáles son las características de las denuncias falsas? ¿Qué es lo que caracteriza a una denuncia para que se delate como de contenido falso? Lo de averiguar si una denuncia es falsa o no puede parecer un ejercicio de cartomancia, pero lo cierto es que no es tan difícil como se puede creer. De hecho, podríamos decir que quienes mienten al interponer una denuncia usan un lenguaje propio, una serie de expresiones y construcciones gramaticales que los delatan.
A pesar de lo que la mayoría pueda creer, lo cierto es que las personas mentimos de una forma similar. Cuando estamos frente a un policía, nuestro relato de cómo sucedió el robo que nos hemos inventado es casi siempre el mismo. A excepción del objeto robado, lo demás se mantiene estable: ambigüedad, día en el que ocurrieron los hechos poco claro y no fue posible ver a quien nos robó.
Estas son solo algunas de las características de las denuncias falsas, aspectos que han sido abordados algorítmicamente mediante programas como el propuesto por el grupo de Miguel Camacho en 2018 llamado VeriPol, una potente herramienta que puede dar datos fiables para establecer si el relato del denunciante es verdadero o no. Este programa, junto con la experiencia de los policías versados en años y años detectando la mentira de quienes interponen denuncias falsas, se han encontrado una serie de características comunes en las denuncias falsas concernientes a robos y hurtos.
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Características de las denuncias falsas
La mayoría de las denuncias falsas tienen unos patrones en su lenguaje más o menos evidentes para el policía experto, y más para un programa matemático sofisticado.
Desde hace varios años lo de detectar si una denuncia es verdadera o no ya no es un misterio, y gracias al desarrollo de potentes programas de análisis de la gramática, sintaxis y semántica de las denuncias por robos es posible conocer cómo de cierto es el relato que el denunciante nos ha dado. Prueba de ello es que los policías expertos detectan casi un 75% de las denuncias falsas, y el programa anteriormente mencionado llega hasta el 91%.
1. Ambigüedad temporal
Uno de esos predictores de que alguien miente al explicar lo ocurrido es la palabra “día”. Esta palabra aparece en las denuncias falsas no porque los robos fueran a plena luz del día, sino porque el denunciante usa expresiones de tiempo muy poco específicas como “hace unos días”, “un día”, “hará un par de días”.
Cuando se es víctima de un delito real, lo normal es acordarse con claridad en qué día en concreto sucedió, algo que queda evidenciado en las denuncias verdaderas con expresiones de tiempo más específicas como “ayer”, “el jueves”, “la mañana del lunes”... La ambigüedad de cuando se dieron los hechos es un patrón característico de las denuncias falsas.
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2. Robo desde atrás
Otra de las expresiones que suele aparecer en este tipo de denuncias es que el “robo se dio desde atrás” y parecidas. El denunciante fue víctima de un delito por detrás, en forma de tirón de bolso o apertura de la mochila, sin que le diera tiempo a verlo.
Los robos falsos suelen ocurrir por detrás porque salva al denunciante de tener que dar detalles, diciendo que no pudo ver nada más de quien le robó porque no le dio tiempo a nada. Las palabras como “tirón”, “hombro”, “de la mochila”, “espalda” pueden servir como señales de alarma.
3. Ladrón bien tapado
En las denuncias falsas de hurtos y robos el delincuente tiene toda la pinta del malo malísimo de una película. Es habitual que se le refiera como una persona que llevaba casco, e iba vestida de negro, pues los malos siempre van de negro. En este tipo de denuncias el ladrón suele estar bien tapado, como si fuera a robar un banco o fuera sacado del reparto de La Casa de Papel.
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4. Centradas en el objeto
Al margen de lo que nos hayan robado, ser víctima de un delito es una experiencia traumática de la que es inevitable que nos acordemos como un mal trago. Si nos han robado algo de valor está claro que nos vamos a acordar de él, pero el acto en sí es recordado de forma especialmente intensa.
Las descripciones en las denuncias falsas no se centran en los hechos, sino en el objeto. Las palabras más mencionadas en este tipo de denuncias tienen que ver directamente con el valor económico del objeto sustraído, como por ejemplo “seguro”, “compañía” y “contrato”.
Además suele pasar que la marca del dispositivo robado es cara, algo que puede llamar especialmente la atención si se ve que el denunciante tiene un nivel adquisitivo más bien escaso.Por ello se encuentran palabras como “Apple” o “iPhone”.
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5. Lejanía con la casa del denunciante
Una de las características más curiosas de las denuncias falsas es el de que cuánto más cerca haya ocurrido de la vivienda del denunciante más probable es que sea cierta, a excepción de que haya sucedido en la propia casa.
Una denuncia en la que se especifica que los hechos ocurrieron cerca del hogar de la víctima, con expresiones como “en el portal de casa”, tiene más probabilidades de que sea verdadera.
En cambio, quienes interponen denuncias falsas tienden a ubicar los hechos lejos de su hogar, lejos de sus conocidos como vecinos que pudieran confirmar a la policía que esa persona está mintiendo.
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6. Aspectos sintácticos y gramaticales
Los recursos gramaticales y sintácticos de la denuncia también pueden indicar si esta es falsa o no. Parece ser que los pronombres personales y demostrativos (yo, él, ellas, ese, aquel...) e incluso los verbos “ser” y “estar” aparecen en mayor proporción en las denuncias verdaderas. En las falsas, en cambio, los denunciantes son poco proclives a concretar utilizando pronombres específicos como “yo”, “él”, “este”, “aquel”...
La sintaxis también delata. Los sintagmas introducidos por el adverbio “apenas” (“apenas pude verle”, “apenas recuerdo”) suelen indicar falsedad. Un alto número de negaciones se relaciona también con la mentira, con frases como “no puedo dar más datos”, “no he recibido heridas”, “no le pude ver”, “no conseguí reconocerle”...
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7. Fondo en la acción
Las denuncias verdaderas se centran en el fondo en la acción, mientras que las falsas se centran en describir objetos, que es lo único que el denunciante ha visto. En las verdaderas aparecen en mayor proporción palabras relacionadas con las cualidades y acciones específicas, como “cara”, “pelo”, “barba”, “edad”, “hombre”... palabras que precisan cómo era quien cometió el delito y la situación específica en cómo se dieron los hechos.
8. Extensión de la denuncia
Las denuncias falsas suelen ser más cortas, aunque esto no lo debemos interpretar como que todas expresión escueta de algo es necesariamente falsa. Una cosa son las denuncias en contexto judicial y otr, muy distinto, son las opiniones interpuestas en la página de comentarios de una página de un restaurante o de un hotel. No es rasgo de todas las mentiras la brevedad, sino que hay que contextualizarla.
Reflexión final
Todos estos rasgos característicos de las denuncias falsas no constituyen por sí solos falsedad. Es su combinación y persistencia entre el número de palabras totales las que indican la probabilidad de que el hecho denunciado por alguien sea falso. También cabe decir que es difícil exponer todas las características de las denuncias falsas y, aunque se conozcan, estas no van a salvar a nadie de que su denuncia no sea identificada como falsa por un policía bien dotado en la materia.
Teniendo en cuenta que las denuncias falsas son constitutivas de delito y que la policía tiene potentes herramientas para detectarlas, es mejor pensárselo dos veces antes de intentar colársela a los agentes.
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