La psicología forense tiene alcance en diferentes escenarios del mundo judicial, y la clínica médico-forense es uno de los más importantes.
Mediante estas líneas trataremos de clarificar las cuestiones principales que rodean a esta rama de la psicología. Repasaremos los diferentes tipos de actuaciones que se pueden requerir al perito psicólogo en este campo y las características que tendrá su informe forense.
- Artículo relacionado: "Psicología Forense: definición y funciones del psicólogo forense"
¿Qué es la psicología pericial en la clínica médico-forense?
Para poder conocer en qué consiste la tarea de la psicología pericial en la clínica médico-forense, primero debemos entender para qué sirve dicho organismo. La clínica médico-forense es un centro público en el que se realizan informes periciales destinados a valorar los posibles daños físicos o psicológicos (que son los que nos atañen), que haya podido sufrir una persona por una situación que se va a enmarcar dentro de un proceso judicial.
Por lo tanto, en el caso concreto de la psicología pericial en la clínica médico-forense, nos estamos refiriendo a la labor de un perito psicólogo dentro de esta institución, generalmente realizando informes forenses en los que se evalúen las hipotéticas secuelas psicológicas que ha podido experimentar un individuo tras una presunta agresión o situación que puede ser de índole muy diversa.
Pero esa no es la única tarea que puede tener un psicólogo forense que trabaje en este contexto. Como veremos más adelante, también puede recibir peticiones del juez destinadas a valorar cuestiones como la posible imputabilidad de un acusado, la presencia de alguna psicopatología en alguien que esté inmerso en un proceso judicial, etc. Lo veremos con detalle en el siguiente punto.
Tipos de actuación de la psicología pericial en la clínica médico-forense
Efectivamente, son varias las misiones que puede tener el profesional que trabaje en el campo de la psicología pericial en la clínica médico-forense. Aunque hemos adelantado algunas de ellas, vamos ahora a revisarlas en profundidad.
1. Secuelas psicológicas
Una de las principales actuaciones que el juez correspondiente va a solicitar al perito psicólogo es la de evaluar las secuelas a nivel psicológico que haya podido experimentar un individuo. En este caso, la labor del profesional de la clínica médico-forense será realizar una exploración psicológica de la persona afectada en busca de dichas secuelas.
Es importante tener claro que el perito psicólogo siempre va a ser extremadamente cauto en sus conclusiones, y en caso de encontrar un posible daño psicológico, siempre se referirá a la posible compatibilidad de dichas secuelas con la agresión sufrida.
- Quizás te interese: "Psicología pericial en juzgados de incapacidad: qué es y áreas de actuación"
2. Psicopatología
Otra de las cuestiones primordiales que se estudian dentro de la psicología pericial en la clínica médico-forense es la presencia de una posible psicopatología en un individuo inmerso en un proceso judicial. En este sentido, el perito realizará una entrevista y administrará las pruebas que considere convenientes para encontrar una hipotética enfermedad mental que pudiera estar relacionada con sus actos.
Por supuesto, los informes forenses realizados, como en el resto de juzgados donde actúa esta disciplina, tienen un carácter de asesoramiento para el juez, que es el que tiene siempre la última palabra y por lo tanto la decisión final respecto a la sentencia que impondrá o no al acusado, según su criterio.
3. Credibilidad del testimonio
Una de las tareas más complejas que se incluyen entre las funciones de la psicología pericial en la clínica médico-forense es la de la evaluación de la credibilidad del testimonio, generalmente en el caso de niños que han sido presuntas víctimas o testigos de algún delito, como puede ser el abuso sexual.
Obviamente esta es una de las situaciones más delicadas a las que se puede enfrentar un profesional y su labor, que siempre ha de ser impecable, en este caso no puede dejar margen al más mínimo fallo.
Existen herramientas y protocolos de entrevistas para menores diseñados para reducir la sugestionabilidad al máximo, como el SVA, el GEA-5, el Reality Monitoring o el SAL, pero cualquier paso en falso puede contaminar una respuesta e incluso llegar a invalidar la prueba.
Una de las técnicas clásicas es comprobar en primer lugar la credibilidad del testimonio del menor en cuestión al respecto de cualquier otro hecho, neutro, como puede ser lo que hizo en su última fiesta de cumpleaños. Por supuesto, la edad y la etapa del desarrollo psicoevolutivo en la que se encuentre el niño serán claves para la evaluación y la aplicación de unas pruebas u otras.
Estos factores van a determinar tanto la comprensión del lenguaje como el uso y la riqueza del mismo, y por lo tanto el experto en psicología pericial en la clínica médico-forense debe tenerlo muy en cuenta antes de afrontar la exploración. Es fundamental además que el perito valore la posibilidad de una confusión entre realidad e imaginación, una invención llevada a cabo por alguna motivación, e incluso una hipotética inducción por parte de un tercero.
Tras la exhaustiva evaluación del perito psicólogo, concluirá si el testimonio es creíble o es increíble, fundamentándolo adecuadamente.
4. Imputabilidad
La imputabilidad es otro de los temas centrales de la psicología pericial en la clínica médico-forense. A nivel jurídico, una persona va a ser imputable siempre y cuando sus condiciones psicológicas le permitan conocer la realidad y además sea capaz de obrar en función de esa percepción. Por lo tanto, una de las tareas del perito psicólogo es evaluar en qué grado se cumplen estos parámetros en el acusado.
Es importante tener claro que el mero hecho de que en la persona exista una psicopatología, no lo convierte automáticamente en alguien inimputable. Para que esto ocurra, dicha enfermedad ha de tener una relación directa con el acto que ha realizado y por el que se le está juzgando.
Algunos de los casos que podrían llegar a hacer inimputable a una persona son los siguientes. En primer lugar, la absoluta incomprensión del concepto de ilicitud. Esta condición podría darse en sujetos que sufran un déficit en sus capacidades cognitivas, por la razón que sea. Igualmente, una intoxicación total a causa del consumo de alguna sustancia también puede llegar a afectar a la imputabilidad de una persona.
Otra de las condiciones que se estudian en la psicología pericial en la clínica médico-forense con el objetivo de ayudar a valorar la imputabilidad, es la posible distorsión de la realidad que pueda tener el sujeto incluso desde su mismo nacimiento, debido a alguna condición psicopatológica. También serían un motivo a tener en cuenta el hecho de que hubiera actuado en defensa propia o defensa de otras personas.
Por último, una cuestión que se torna fundamental. El psicólogo forense nunca va a concluir que una persona es imputable o es inimputable, pues esta es siempre una decisión del juez. En cambio, lo que hará será plasmar la concordancia o no del estado del sujeto en el momento del acto del que se le acusa con alguno de los supuestos de inimputabilidad, siempre en términos de posibilidad.
5. Peligrosidad
Finalmente, encontramos la peligrosidad como una de las cuestiones a estudiar dentro de la psicología pericial en la clínica médico-forense. En este caso, el juez solicitará al perito psicólogo la evaluación de la peligrosidad de una persona que presuntamente ha cometido un delito, de cara, entre otras cosas, a poder tomar medidas cautelares que prevengan de la comisión de otras hipotéticas actividades delictivas.
Como en las cuestiones anteriores, el psicólogo forense deberá explorar al sujeto, valiéndose de la entrevista y de las herramientas necesarias que provean al profesional de los datos necesarios para poder realizar un perfil que encaje o no con una posible conducta peligrosa. Toda esta información será remitida al juez para que pueda tomar las decisiones que crea oportunas.
Los niveles de intervención de la psicología pericial en la clínica médico-forense
La psicología pericial en la clínica médico-forense, como en otros escenarios jurídicos, puede materializarse en tres niveles diferentes, que supondrían tres fases de actuación del perito psicólogo.
1. Clínico
El primer nivel es el clínico. Se trata de la primera fase de intervención y engloba todo lo relativo a la exploración del caso en cuestión y la realización de una entrevista de corte forense, que no debemos confundir con una entrevista clínica, pues la persona no está por propia voluntad ante el profesional sino que se encuentra allí debido a un proceso judicial, lo que puede alterar el testimonio. El profesional deberá tener en cuenta esta cuestión.
2. Informe forense
Una vez recopilada toda la información necesaria, el perito estará preparado para elaborar el correspondiente informe pericial del caso, en el que se responderá a la cuestión planteada por el juez, al que se le va a remitir dicho documento.
3. Ratificación
El último nivel de la psicología pericial en la clínica médico-forense es la ratificación en sala del informe forense realizado. El psicólogo expondrá el contenido del documento ante el tribunal y responderá a las cuestiones relativas al informe realizadas por las partes o por el juez.
Referencias bibliográficas:
- Chacón, F., García, J.F., García, A., Gómez, R., Vázquez, B. (2009). Guía de buenas prácticas para la elaboración de informes psicológicos periciales sobre custodia y régimen de visitas de menores. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
- Godoy-Cervera, V., Higueras, L. (2005). El análisis del contenido basado en criterios (CBCA) en la evaluación de la credibilidad del testimonio. Papeles del psicólogo.
- Manzanero, A.L., Muñoz J.M. (2011). La prueba pericial psicológica sobre la credibilidad del testimonio: reflexiones psicolegales. Madrid, Sepin.
- Vázquez, B. (2005). Manual de Psicología Forense. Síntesis.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad