La teoría del Yin y el Yang es un elemento que ha formado parte de la corriente filosófica del taoísmo (y la filosofía china antigua en general) durante miles de años pero que también, de manera reciente, se ha incorporado a la cultura pop occidental y a las creencias New Age. De hecho, incluso se ha tratado de incorporar este concepto a terapias holísticas no fundamentadas en la psicología ni en la medicina basadas en la evidencia científica.
Pero... ¿en qué consiste exactamente eso del Yin y el Yang? ¿De qué manera se relaciona esta creencia con la psicoterapia? Veámoslo.
El Yin y el Yang en el taoísmo
Cuando hablamos de la teoría del Yin y el Yang no nos referimos a una teoría científica, sino a un marco de pensamiento relacionado con la tradición de la filosofía china de hace varios miles de años. Es, por decirlo de algún modo, una teoría muy desdibujada y apoyada en conceptos muy abstractos, algo normal teniendo en cuenta su antigüedad. Además, los conceptos de lo que son el Yin y el Yang no pueden entenderse sin tener en cuenta lo que es el taoísmo y cómo era el contexto histórico en el que aparecieron las ideas fundamentales de esta filosofía.
Aunque el taoísmo como religión cohesionada apareció alrededor del siglo III d.C., los escritos en los que se basa son atribuidos a un filósofo conocido como Lao Tse que se cree que vivió aproximadamente en el siglo VI a.C. Sin embargo, como en el caso de Homero, no está claro si se trata de un personaje mítico o no: su nombre significa "viejo maestro", algo a partir de lo cual es fácil relacionarlo, por ejemplo, con uno de los arquetipos de los que habló Carl Jung.
El taoísmo originario fue una filosofía basada en la metafísica que aborda cuestiones tanto sobre cuál es la naturaleza de lo que existe (animales, seres humanos, mares, ríos, estrellas, etc.) como lo que debe ser hecho, es decir, la moral. Según los escritos atribuios a Lao Tse, lo que es correcto hacer emana de el orden natural de las cosas, así que naturaleza y moral son una sola cosa. Actuar mal, por consiguiente, es "desviarse" de la senda por la que transcurre el cambio en la naturaleza cuando esta permanece en armonía.
El camino: Tao Te King
Con lo que hemos visto hasta ahora ye tenemos muchos de los ingredientes básicos del taoísmo: el concepto de cambio, el concepto de armonía y la idea de que lo malo es desviarse del "camino" natural. De hecho, el nombre del único libro atribuido a Lao Tse se conoce como Tao Te King: tao significa "camino" y te, "virtud".
Seguir las ideas de Lao Tse significa aceptar que la naturaleza cambia constantemente, que existe un sendero o camino por el que este cambio se produce en armonía con la naturaleza, y que la virtud está en no alterar esta armonía, dejar que el mundo vaya cambiando por sí mismo. Así, la manera en la que se debe seguir este "camino de la virtud" se llama wu wei, que significa "no acción". No alterar lo que fluye de forma natural, por así decirlo.
Si Karl Marx entendía la filosofía como una herramienta para cambiar el mundo, Lao Tse sostenía la idea contraria: el camino del Tao consiste en no alterar la el universo a partir de deseos y objetivos personales basados en la necesidad; hay que guiarse por la sencillez y la intuición a la vez que se renuncia a las ambiciones.
A fin de cuentas, filosofar sobre el Tao no puede conducir a nada bueno, porque es concebido como una entidad metafísica que está más allá del intelecto humano, y tratar de llegar hasta su esencia a partir del pensamiento podría dañar el orden natural del universo, lo que sustenta todo lo que existe.
Los eternos complementarios del Yin y el Yang
Al igual que el filósofo griego Heráclito (y todos los filósofos presocráticos en general), en los escritos atribuidos a Lao Tse se pone mucho énfasis en el proceso del cambio, lo que hace que todo lo que hay a nuestro alrededor esté transformándose constantemente, incluso lo que parece ser inmóvil.
¿Cómo explicar que en las mismas cosas parezcan existir a la vez el cambio y la permanencia? Lao Tse recurrió a la idea de la dualidad y de los cambios cíclicos para explicarlo. Para él, todo lo que existe y lo que podemos ver contiene dos estados entre los que se establece un equilibrio: el día y la noche, la luz y la oscuridad, etc. Estos elementos no son exactamente opuestos y su razón de ser no es acabar con el otro, sino que más bien son complementarios, ya que el uno no puede existir sin el otro.
Los conceptos del Yin y el Yang, pertenecientes a la filosofía china antigua, sirven para referirse a esta dualidad que los pensadores chinos veían en todo. Una dualidad en la que cada estado contiene una parte de su complementario, porque ambos son co-dependientes; El Ying y el Yang es el modo en el que para Lao Tse se expresa el cambio que lo envuelve todo, lo que muestra la transición entre lo que se ha sido y lo que llegará a ser.
En el Ying y el Yang se representa una dualidad en la que es muy difícil separar los dos elementos que la componen. De hecho, en su representación visual es mucho más fácil entender el conjunto que forman estos elementos que cada uno de ellos individualmente, algo que denota que no son exactamente los dos extremos de algo, sino dos elementos de una totalidad.
Más concretamente, el Yin se refiere a un estado en el que las cosas son frías, húmedas, suaves, oscuras y de carácter femenino, y el Yang representa lo seco, lo duro lo luminoso y lo masculino. Para la filosofía china antigua, esta dualidad estaría presente en todas las cosas, y si es tan abstracta y ambigua es justamente porque intenta abarcarlo todo.
La naturaleza humana según el Tao
El taoísmo no nació como una religión en la que las reglas desciendan de una o varias deidades que ofrecen un trato preferente al ser humano; en esta filosofía, las personas tienen el mismo rango que cualquier otro elemento del cosmos. Eso significa que están sujetas a los cambios cíclicos como todo lo demás, y que no hay en ellas una esencia inmutable que las haga más importantes que el resto. Es por eso que en el libro de Lao Tse se enfatiza la necesidad de mantener un perfil bajo y de seguir el camino con sencillez.
Según el Tao Te King, todos los cambios que pueden llegar a producirse en un ser humano quedan expresadas también por esta lógica de los complementarios del Ying y el Yang. Así pues, la armonía consiste en asegurarse de que el Yin y el Yang se mantengan en ese equilibrio perfecto.
Sin embargo, esto solo tiene sentido en el marco de la filosofía tradicional china y espexcialmente en el taoísmo. Fuera del ámbito filosófico esta idea de armonía no sirve para describir ni la realidad ni la mente humana en términos científicos, o al menos no por sí sola.
Teoría del Yin y el Yang en las terapias alternativas
Algunas formas de terapias alternativas (es decir, sin base científica suficiente) utilizan la idea del Yin y el Yang como un elemento teórico en el que apoyar afirmaciones acerca del poder curativo de ciertas prácticas. La ambigüedad del taoísmo original es mezclada con toda clase de afirmaciones de carácter específico acerca de los efectos de realizar una u otra actividad, como si el taoísmo y la filosofía china fuesen garantía de prácticas terapéuticas a aplicar en situaciones particulares.
Es decir, que se mezcla una serie de afirmaciones sobre prácticas que funcionan para problemas específicos (del estilo de "si haces taichí envejecerás más lentamente", etc.) con enunciados totalmente abstractos (del estilo de "la virtud está en la armonía"). Es por eso que la apelación a la filosofía china en general y al Yin y el Yang en particular para justificar la utilidad de ciertas estrategias no es apropiada en psicoterapia, que se apoya en soluciones concretas a problemas específicos.