Comprender cómo funcionan redes cerebrales como la del modo por defecto es fundamental para todo futuro profesional de la psicología. Por ello, contar con una formación científica sólida permite entender mejor la mente humana y aplicar ese conocimiento en la práctica clínica o en la investigación. En el Grado en Psicología de UNIE Universidad, los estudiantes adquieren las bases científicas necesarias para analizar los procesos cognitivos y emocionales desde una perspectiva global y multidisciplinar, hasta la especificidad de la profesión de la psicología.
El cerebro se ha considerado tradicionalmente como un órgano estático y poco dinámico, reaccionando a los estímulos y demandas que se le presentan. Como si el cerebro estuviese apagado y se activase exclusivamente cuando realiza una tarea. Como veremos en este artículo, esta perspectiva ha cambiado radicalmente, revelando un papel mucho más activo y dinámico.
Una evidencia de esto es que la actividad intrínseca del cerebro –es decir, en estado de reposo– consume aproximadamente un 20% de los recursos metabólicos del cuerpo, como puede ser a través de la glucosa y el oxígeno. Esto ha llamado la atención a los investigadores, pues el cerebro representa un pequeño porcentaje en comparación del peso corporal (un 2%) y, sin embargo, es el órgano que tiene el mayor coste energético. Este alto coste energético sugiere que el cerebro siempre está en funcionamiento, incluso cuando estamos en reposo o “sin hacer nada”, lo que le permite estar preparado para responder, interpretar y predecir su entorno de manera eficiente.
El descubrimiento de la red neuronal del modo por defecto
La red neuronal del modo por defecto (DMN, por sus siglas en inglés) es una de las principales redes cerebrales que refleja esta actividad intrínseca, siendo su descubrimiento una consecuencia inesperada de los estudios de neuroimagen–como muchas veces sucede en ciencia. Los investigadores descubrieron que un grupo de regiones cerebrales aumentaba notablemente su actividad metabólica cuando los participantes estaban descansando y no realizaban tareas que requerían atención hacia estímulos externos. Esto dejó al descubierto la actividad intrínseca o “por defecto” del cerebro.
Curiosamente, la DMN presenta una relación inversa con la red atencional dorsal, encargada de dirigir nuestra atención de forma externa. La actividad de la DMN aumenta durante tareas que implican una atención centrada en uno mismo (como recordar algo, o planificar el futuro) y disminuye en tareas de atención externa (como aprender a conducir)–aunque nunca se “apaga” del todo. Estos cambios dinámicos facilitan la transición fluida desde un estado más introspectivo hacia uno de concentración en una tarea.
Anatómicamente, la DMN está compuesta por diferentes regiones corticales, como la corteza prefrontal dorsomedial (dmPFC) y ventromedial (vmPFC), la corteza parietal medial (incluyendo la corteza cingulada posterior, precúneo y corteza retrosplenial) y lateral (lóbulo parietal inferior), y la corteza temporal medial y lateral.
Diseccionando red neuronal del modo por defecto
Además de su rol en la actividad espontánea o intrínseca, la DMN desempeña un papel fundamental en diversos procesos mentales:
- Sentido del yo y cognición social: La corteza prefrontal dorsomedial, la corteza cingulada posterior, y el lóbulo parietal inferior presentan un aumento en su actividad cuando reflexionamos explícitamente sobre características personales que tienen que ver con nosotros y la de otros–por ejemplo, ¿soy una persona amable o extrovertida? (Davey et al., 2016).
- Memoria declarativa: Regiones como la corteza cingulada posterior, el precúneo y la corteza temporal medial son fundamentales para la memoria episódica y autobiográfica, permitiendo recordar el pasado y planificar el futuro (Menon, 2023).
- Procesamiento emocional: Las emociones no se limitan al sistema límbico. La DMN ayuda a conceptualizar las emociones, integrando sensaciones fisiológicas concretas (como un corazón acelerado) con categorías emocionales abstractas (como el miedo o la alegría) para construir experiencias emocionales conscientes (Lindquist, 2019).
¿Qué ocurre cuando meditamos?
Se ha demostrado que la práctica de la meditación se asocia con una mayor conectividad entre la DMN y regiones de control cognitivo, especialmente con la corteza prefrontal dorsolateral, la cual aumenta su actividad durante la meditación. Esto sugiere que la meditación puede contribuir a regular la DMN, lo que se traduce en una reducción de la divagación mental y en un modo del cerebro más centrado en el presente.
Relevancia en la investigación
El descubrimiento de la DMN ha abierto un nuevo camino en el estudio de la organización y función cerebral, dando lugar a investigaciones dedicadas exclusivamente a examinar lo que ocurre durante el estado de reposo (resting-state studies), los cuales hoy en día son cruciales para comprender el desarrollo típico y atípico del cerebro.
La disfunción de la DMN y su interacción con otras redes cerebrales apuntan a ser factores clave en una variedad de trastornos, como la depresión o la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, la conectividad de algunas regiones de la DMN (como el lóbulo temporal medial) puede estar afectado en la enfermedad de Alzheimer. O en la depresión, altos niveles de rumiación pueden estar ligado a una sobreactivación de la corteza prefrontal dorsomedial.
En definitiva, el estudio de la red del modo por defecto nos ha llevado a replantear la naturaleza de la función cerebral y sigue siendo una de las fronteras más prometedoras de la neurociencia moderna.
Autor: Miguel Alejandro Rubianes, docente del grado de Psicología de UNIE Universidad


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad