La apatía laboral es uno de los fenómenos psicológicos ligados al malestar más habituales en los contextos de trabajo.
De hecho, es tan frecuente que muchas personas han llegado a normalizar su existencia, como su fuese una consecuencia inevitable del hecho de tener que trabajar para ganarse la vida. Pero lo cierto es que no es, ni debería ser, tomada como algo natural e intrínseco a cualquier trabajo remunerado.
En este artículo veremos cuáles son las causas más habituales de la apatía laboral y cómo combatirla.
- Artículo relacionado: "Psicología del trabajo y las organizaciones: una profesión con futuro"
¿Qué es la apatía laboral?
La apatía labora, es, en un sentido amplio, la falta de interés y motivación por el puesto de trabajo en el que se está y por las actividades a las que nos expone. No es ni mucho menos un trastorno psicológico, pero sí es una experiencia que os debilita emocionalmente y que debemos tener en cuenta para velar por nuestra calidad de vida.
La apatía laboral tiene efectos a nivel micro y también a nivel macro. En cuanto a la primera de estas categorías, da lugar a alteraciones psicológicas (no necesariamente psicopatológicas) que dañan la calidad de vida de la persona que se siente desmotivada con su puesto de trabajo. Algunas de las formas más habituales que adopta este desgaste emocional son las siguientes:
- La desmotivación hace a la persona más vulnerable a la procrastinación.
- La idea de estar desperdiciando meses o años de vida fomenta la aparición de síntomas de tipo depresivo.
- Los problemas de eficiencia y productividad causados por la procrastinación refuerzan el estrés laboral.
- El hecho de asociar el trabajo a una experiencia desagradable limita las posibilidades de conectar con el resto del equipo.
- La apatía laboral hace más probable que el trabajo realizado sea de poca calidad, generando conflictos y limitando las posibilidades de promoción en la empresa.
En cuanto al nivel macro de los efectos de la apatía laboral, podemos observar una serie de problemas que suceden en las relaciones que la persona mantiene con el resto de la plantilla, así como en el conjunto del departamento y/o de la organización. Los más frecuentes son los siguientes:
- Mal clima laboral.
- Menor capacidad para detectar errores (el trabajador desmotivado “se ciñe al guión” y tiende a no cuestionar nada).
- El estrés y el malestar contribuyen a que la frustración sea mal gestionada, lo cual da lugar a más discusiones evitables.
- La organización pierde la oportunidad de aprovechar los talentos del/la trabajador/a que no están siendo usados en su actual puesto y que no usa porque se limita a cumplir los requisitos mínimos (un coste de oportunidad).
Así pues, la apatía laboral es un problema doble. Por un lado, afecta a la propia persona que la sufre en sus propias carnes, causándole malestar emocional y contribuyendo de manera indirecta a la aparición de trastornos psicológicos. Por el otro, afecta a la organización en la que ese trabajador o esa trabajadora ejerce, dado que le resta capacidad de adaptación a las presiones del mercado y facilita que surja un mal clima laboral.
- Quizás te interese: "Tipos de motivación: las 8 fuentes motivacionales"
Posibles causas de este problema
En cuanto a las causas de la apatía laboral, pueden ser muy variadas y en parte dependen de las particularidades de cada individuo, pero por lo general destacan las siguientes.
- Incompatibilidad entre los valores personales y los valores de la organización.
- Ausencia de una función de los Recursos Humanos dedicada a detectar y potenciar los talentos de los trabajadores.
- Sobrecarga de trabajo (hace imposible tener una visión global de lo logrado y asocia el trabajo con la experiencia del malestar).
- Falta de estímulos en el lugar de trabajo (a usar en las pausas y momentos de descanso).
- Falta de incentivos por logros conseguidos a medio y largo plazo.
- Las habilidades del trabajador no se corresponden con las particularidades del puesto de trabajo
- Una mala gestión del tiempo que hace que se acumule el trabajo y/o que haya momentos en los que hay poco que hacer.
- Artículo relacionado: "Desarrollo Personal: 5 razones para la autorreflexión"
¿Cómo afrontar y superar la apatía laboral?
Estos son algunos consejos generales que te pueden ayudar.
1. Detectar el principal problema
Tal y como hemos visto, las causas so muy variadas, pero entender cuáles son las que hay tras el problema es necesario para solucionar la situación. Por eso, el primer paso es una etapa de observación y auto-observación, tratando de evitar sesgos e ideas preconcebidas. Solo de esta manera podremos paliar medidas que encajen con la naturaleza de la problemática.
- Quizás te interese: "Autoconocimiento: definición y 8 consejos para mejorarlo"
2. No renunciar a la vida social en el trabajo
La vida social que mantenemos con los compañeros de trabajo a través de las relaciones informales pueden ayudar a contextualizar y a ar valor a lo que hacemos. Por ejemplo, nos dan la posibilidad de saber qué es lo que los demás aprecian de nuestra manera de trabajar, e incluso puede que surja una sana competitividad. Además, la identidad grupal siempre ayuda a dar valor a lo que se busca conseguir como equipo.
3. Gestionar mejor el tiempo
Es muy importante mantener siempre un horario detallado y que incluya períodos de descanso. De esa manera minimizamos el riesgo de postergar las tareas a realizar, algo que hará la experiencia de trabajo algo mucho más fluido y que será más satisfactorio, evitando que lleguemos a la conclusión de que jamás seremos capaces de aportar lo que la empresa necesita (cundo en realidad tan solo necesitábamos adoptar una rutina de trabajo más eficiente y que o nos fuerce a hacer siempre horas extra).
4. Hablar abiertamente sobre nuestros intereses y planes de futuro
Los departamentos de Recursos Humanos pueden tener en cuenta esta información para recomendarnos ciertas vías de promoción o incluso para crear puestos de trabajo ad hoc adaptados a lo que buscamos, si damos muestras de ser buenos en algo.
5. Aplicar rutinas de autorrecompensa
No tenemos por qué optar solo a los incentivos dados por la empresa; también podemos ponernos a prueba a nosotros mismos y crear un sencillo sistema de recompensas simbólicas que nos permita monitorizar y valorar nuestro progreso. Lo ideal es que nos proponga metas a semanas, meses y años vista.
6. Perderle el miedo a la idea de cambiar de trabajo
No tenemos por qué estar obligaos a intentar que nuestro trabajo actual nos guste. A veces, la incompatibilidad entre nosotros y el trabajo que realizamos en determinada empresa es tan fundamental que la mejor opción es simplemente seguir por otro camino.
¿Buscas asistencia psicológica profesional?
Si te interesa disponer de apoyo psicológico ante los problemas relacionados con el trabajo o los proyectos profesionales, te invito a que te pongas en contacto conmigo.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Mi nombre es Tomás Santa Cecilia y soy psicólogo experto en el modelo de intervención cognitivo-conductual, con el que ayudo a adultos, adolescentes y empresas. Las sesiones pueden ser hechas de manera presencial en mi consulta, o a través del formato online por videollamada.