Hoy en día es relativamente fácil identificar líderes, ya sea en un trabajo o en algún movimiento, grupo político, social o religioso. Entendemos que un líder se encarga de dirigir o encabezar un grupo humano.
No obstante, un antilíder haría todo lo contrario, pues no logra concretar una conexión grupal entre los individuos de un trabajo u organización; resulta ser una persona que en vez de promover un buen trabajo en el grupo termina perjudicándolo. En este artículo veremos qué es un antilíder y cuáles son sus características principales.
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¿Qué es un antilíder?
Un antilíder sería aquella persona que no logra realizar una conexión con su equipo de trabajo y no logra generar la cohesión grupal. Por ello no consigue cumplir con los objetivos más importantes que se espera alcanzar. Así, un antilíder es un dirigente que tiene como objetivo principal lograr sus propias metas y no las del grupo y las de la organización a la cual pertenecen.
Una característica que puede tener esta persona es que puede representar un poder suficiente para poseer subordinados a los que maltrata. Es por ello que un antilíder tiende a intimidar, amenazar, gritar y el clima laboral está sujeto a sus estados de ánimo. Sumado ello, estas personas logran generar una pérdida sustancial a la organización a la que pertenecen.
Finalmente, se sabe que muchas de estas personas en el fondo presentan niveles elevados de inseguridad y de temor por ser reemplazados por alguien que pueda alcanzar un supuesto mayor nivel de desempeño o conocimiento que él o ella.
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Características de un antilíder al gestionar equipos
Generalmente, un antilíder suele presentar varias de las características de las que te presentamos a continuación.
1. Daña el clima laboral
Se sabe que el antilíder no presenta la capacidad y habilidad para poder inspirar y motivar a los otros, por el contrario, estas personas tienden a utilizar amenazas y la generación de miedo en los empleados para poder conseguir que ellos cumplan con sus deseos, órdenes o mandatos. Es así que el antilíder forma un ambiente de temor o miedo en el lugar donde se desempeña perjudicando negativamente el clima laboral en consecuencia daña el clima laboral.
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2. Búsqueda del beneficio personal
El objetivo final que tienen en su gran mayoría los antilíderes no resulta ser ni la empresa, ni la de sus colaboradores, pues cada decisión que toman la toman en función de su enriquecimiento individual y el mantenimiento del poder. Por ello es muy común ver conductas o actitudes en ellos que varía según a sus necesidades en consecuencia tienden a presentar conductas deshonestas, incoherentes, promesas incumplidas, etc.
3. Cree ser poseedor de la verdad
Es muy común poder notar que los antilíderes consideran ser poseedores de la verdad absoluta. Para ellos su opinión resulta ser la correcta, por lo que no promueven ni aceptan propuestas diferentes a las suyas. Es así que solo tienden a aceptar halagos por sus certezas o cuando los demás corroboran o alaban las ideas que ellos han mencionado o señalado.
4. Nunca asume la responsabilidad de los errores
Si existe algo que muy difícilmente vamos a poder apreciar es ver a un antilíder asumiendo la responsabilidad de algún fallo o error que haya podido haber cometido. Esto sucede debido a que estas personas consideran que todas sus acciones son siempre las correctas o idóneas, o al menos se comportan como si lo creyeran. Es por esta razón que los antilíderes siempre buscarán algún colaborador para poder responsabilizar o cargar el fracaso, no tomando responsabilidad del error que ellos mismos han cometido. Pero lo que sí asumirán como suyos serán los éxitos que los colaboradores obtengan como suyos.
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5. Evita la excelencia en su medio
Los antilíderes tienden a rodearse de profesionales que consideran menos capacitados o preparados o con menor experiencia; de esta manera nadie podrá dudar sobre su supuesta sabiduría y liderazgo. Es así que evitan que una persona talentosa pueda hacerlos opacar y pueda dejar en evidencia la carencia de liderazgo que poseen.
6. Es soberbio e inseguro
Los antilíderes tienen un carácter muy soberbio y negativo, pues renuncian a la nueva adquisición de aprendizajes y habilidades. Esto se da debido a que presentan un temor e inseguridad porque piensan que los demás podrían destacar sobre ellos, lo que termina conduciéndolos a no estimular la capacitación grupal del equipo de trabajo, pues priman su objetivo principal, el cual es que nadie le quite su puesto.
7. Falta de visión empresarial
Los antilíderes ostentan el poder por tradición o por imposición, casi nunca lo hacen por méritos propios. Como se mencionó anteriormente estas personas presentan una profunda inseguridad lo que los lleva a estar muy cómodos y querer siempre permanecer en su zona de confort, pues es en ese escenario donde pueden esconder los vacíos o las faltas que tiene en relación a sus habilidades o bien establecen objetivos irreales y desmesurados por un alarde de soberbia.
8. Incumplidor por excelencia
Los antilíderes se caracterizan también por prometer cosas y no cumplirlas, su equipo de trabajo o colaboradores realizan esfuerzos desmesurados por lograr conseguir la recompensa prometida y esta al final no se produce. Esto termina haciendo que estas personas vayan perdiendo toda su credibilidad. Es así que el equipo de trabajo termina perdiendo la confianza en ellos y no van a estar dispuestos en una siguiente oportunidad a seguir realizando adicionales esfuerzos.
9. Es temeroso
Los antilíderes también se caracterizan por ser personas temerosas e inseguras. En consecuencia, tienden a ser celosos de su parcela de poder, pues tienen un miedo irracional a que algún colaborador pueda hacer ver sus defectos o eclipsándolos, y esto los termina llevando a que solo se relacionen con personas que consideran que están por debajo de ti en cuanto a inteligencia, habilidades, etc. Es así que estas personas también se muestran acomplejadas y con miedo a mostrar desconocimiento o debilidad por ello tienden a rechazar sugerencias o consejos y no escuchan a los demás. Es así que buscan que los demás trabajadores no destaquen o brillen más que ellos. Resulta ser muy común que muchos de ellos terminan siendo despreciados por su propio equipo de trabajo.
10. Es desmotivador
Estas personas se caracterizan también por no fomentar el optimismo en los trabajadores y no ser capaces de crear sistemas de incentivos que generen una correcta motivación. Por el contrario, más que motivar logran desmotivar y reducir la implicación de sus colaboradores y subalternos.
11. Evita el riesgo
Los antilíderes también tienden a no luchar por los objetivos del grupo, por el contrario, solo velan por sus objetivos personales sin importarle el resto. Así mismo, estas personas tienden a evitar el riesgo a toda costa, pues se caracterizan por ser conformistas y se sienten satisfechos con el puesto e ingreso que ya han conseguido, llevando al estancamiento al no buscar alcanzar nuevas metas. Por ello es muy poco probable que puedan conducir a la organización algún desarrollo significativo o importante.
12. Es deshonesto
Estas personas también se caracterizan por no tener principios éticos o morales y no es extraño en su accionar que tiendan a cometer injusticias. Es así que el equipo deja de seguir al antilíder y, por lo contrario, habrá un sentimiento de desprecio sobre estas personas.
13. Falta de visión
Los líderes en su mayoría tienden a buscar el apoyo de la empresa o organización a cambio de brindarles un proyecto muy ambicioso, innovador y estimulante. Por lo contrario, los antilíderes una vez que están dentro de una organización no va ofrecer ni proponer algún cambio o mejora en la organización.
14. Es egoísta
Los antilíderes se caracterizan por tener una preocupación sobre sus propios intereses personales. Es así que difícilmente van a recibir el apoyo de sus colaboradores. Es muy probable que los trabajadores se den cuenta del riesgo que presentan al confiar su destino a estas personas, por lo que en toda medida tratarán de apartarlo de ellos.
15. Es poco realista
Mientras que un líder tiende a ser una que se adelanta al futuro, los antilíderes son todo lo contrario. Por ello muchos de los antilíderes pareciera que no tienen los pies sobre la tierra y viven alejados de la realidad. Un antilíder tiene la idea de que es una persona iluminada, dicho de otro modo, considera que posee un poder sobrenatural o por encima de todos para poder emprender, tomar acciones o conocer la verdad absoluta lo que termina poniendo en riesgo el futuro de la organización.
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