Comprendiendo la autorrealización profesional

El psicólogo humanista Abraham Maslow postuló en los años 40 la idea de que todos los seres humanos enfocan su vida hacia la satisfacción de determinadas necesidades vinculadas al desarrollo personal y al proceso de dar sentido a la propia vida, si bien en muchos casos deben centrarse antes en metas más cortoplacistas y vinculadas a la salud, la higiene y la seguridad.

Una vez esas necesidades básicas han sido cubiertas, según Maslow, nuestra manera de pensar nos conduce de manera natural a querer realizar esos proyectos ilusionantes.

Este funcionamiento es común en todas las personas, y además del ámbito interpersonal y social, en la actualidad el trabajo juega un papel fundamental en esta clase de experiencias. A fin de cuentas, pasamos muchas horas semanales dedicándonos al trabajo remunerado, y no tiene sentido separar este ámbito del resto de aspectos de la vida. Si sentimos que perdemos el tiempo en nuestro puesto de trabajo, difícilmente experimentaremos el desarrollo personal. Es por eso que en este artículo exploraremos el concepto de “autorrealización profesional”.

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¿Qué es la autorrealización profesional?

El concepto de “autorrealización” hace referencia a la experiencia de estar satisfaciendo las necesidades más elevadas y abstractas, aquellas que nos permiten sentirnos bien no solo con nosotros mismos, sino también con nuestras vidas y con lo que hacemos en general. Consiste en conectar nuestro proyecto de vida con un significado vital, algo que se corresponde con nuestros valores e intereses más arraigados en nuestro Yo.

La autorrealización profesional es, pues, el proceso según el cual los trabajadores logran una satisfacción consigo mismos y con su vida laboral por medio de lo que hacen en el contexto laboral, logrando los objetivos planteados y obteniendo un justo reconocimiento.

Para lograr esta autorrealización es necesario que haya en nuestra labor diaria una serie de motivadores que nos generen bienestar en el lugar de trabajo, que nos hagan sentir bien con nosotros mismos y nos haga ser percibidos como trabajadores valiosos no ya para una empresa en concreto, sino para la sociedad en general.

Estos motivadores se relacionan con una serie de ejes esenciales que, unidos todos ellos y retroalimentandose, nos permitirán encontrar esta satisfacción general en el trabajo.

A continuación veremos de manera breve los principales elementos que caracterizan la autorrealización profesional y las implicaciones que estos tienen en la vida de las personas tanto a nivel personal como laboral.

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¿Cuáles son los elementos esenciales que caracterizan la autorrealización profesional?

A lo largo de nuestra vida, las personas podemos pasar por distintos empleos. Algunos estarán más acordes con nuestros objetivos a largo plazo y puede que otros lo estén menos.

Todos los empleos pueden tener aspectos positivos o negativos, lo importante es identificar aquellos elementos de cada trabajo que más nos pueden beneficiar en el futuro, teniendo siempre una visión a largo plazo sobre nuestro porvenir.

Para analizar correctamente si determinado empleo es el más conveniente para nosotros debemos tener en cuenta cuáles son los ejes principales que definen la autorrealización profesional, un objetivo final que todos los trabajadores deberíamos tener en mente.

Estos son los principales vectores con los cuales puede lograrse alcanzar la autorrealización en el trabajo; cada uno de ellos juega un papel fundamental para conseguir tal objetivo.

1. Satisfacción/Crecimiento

La satisfacción con el trabajo realizado y el crecimiento tanto a nivel personal como profesional que uno va adquiriendo durante el proceso son esenciales para lograr la autorrealización.

Esta satisfacción tiene que ver con hacer un trabajo que nos gusta, con sentirnos valorados positivamente, con vivir experiencias intensas y enriquecedoras y también con sentir que somos parte importante del esquema de la empresa u organización de la que formamos parte.

Además, la satisfacción también se relaciona con el hecho de disfrutar de la mayoría de las horas en las que estamos trabajando, es decir, de hacer un trabajo que nos llena.

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2. Remuneración económica

Aunque a menudo se evita hablar de la importancia de la remuneración económica, lo cierto es que es una parte fundamental para la motivación de los trabajadores en todo el mundo.

Se trata de uno de los motores que empujan a cada empleado a dar lo mejor de sí mismos durante su jornada laboral y constituye una motivación real y tangible, ya que se relaciona con la satisfacción de una gran variedad de necesidades físicas y psicológicas.

Con el dinero ganado por el trabajo realizado, los trabajadores pueden acceder a todo tipo de bienes y servicios que les permiten vivir mejor y más felices, así como también les permite hacer regalos o viajes de ocio para descansar.

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3. Tiempo

En cualquier trabajo remunerado el tiempo del que disponemos para descansar entre jornada y jornada laboral resulta esencial para la salud mental y física del trabajador.

De nada nos sirve tener un empleo que nos satisfaga y cuya remuneración económica sea generosa si no disponemos luego de tiempo para descansar durante la semana realizando aquellas actividades que más nos gustan.

El trabajo ideal debería podernos disfrutar de la familia y los amigos durante la semana y permitirnos también pasar tiempo personal disfrutando de nuestras aficiones o simplemente descansando en casa.

La autorrealización profesional se basa en el equilibrio

Es por eso que para lograr la autorrealización profesional es necesario encontrar un equilibrio perfecto entre los ejes Satisfacción, Dinero y Tiempo.

Es decir, que el trabajo perfecto será aquel que nos permita disponer a partes iguales de cada uno de esos tres ejes de manera proporcional: Que nos permita tener experiencias significativas que nos hagan crecer y que nos permita disponer de un buen sueldo y de tiempo para disfrutarlo.

Si bien es cierto que ese puede ser uno de los caminos para lograr la autorrealización profesional, algunas personas puede que valoren por encima de todo el dinero o el tiempo libre, ya que no todos somos iguales ni concebimos la vida de la misma manera.