Para bien o para mal, el amor es algo que llega de manera inesperada. No atiende a razones ni a cálculos racionales de lo que nos conviene desde una perspectiva realista. Simplemente llega con el enamoramiento, como una oleada de emociones, y hace que nuestra manera de experimentar la vida se transforme en cuestión de días o pocas semanas.
Por eso, no hay nada que impida que aparezca el amor no correspondido, o uno claramente asimétrico en el que una parte de la pareja da mucho y la otra no invierte demasiado tiempo, esfuerzo o afecto. Así pues, mucha gente termina haciéndose una pregunta clásica: ¿cómo dejar de querer a alguien que no me valora? En las siguientes líneas desarrollaremos justamente este tema.
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Las características del amor no correspondido
Tal y como hemos visto, si bien las relaciones de pareja están compuestas (o deberían estar compuestas) por dos personas que se aman y que forman un vínculo afectivo, el amor puede darse perfectamente de manera unilateral. Querer a alguien no implica que ese alguien nos quiera, tal y como muchas personas descubren dolorosamente a lo largo de su vida. Pero eso no significa que debamos resignarnos a sufrir de manera pasiva las consecuencias de ese desengaño.
Es cierto que uno no puede manipular de manera directa sus propias emociones, pero sí podemos tomar varias medidas para que el mal momento pase lo más rápidamente posible y podamos orientar nuestro foco de atención en proyectos de vida que sí nos permitan ser felices.
Así pues, la clave está no en empezar a odiar ni despreciar a quien n nos ha correspondido, sino simplemente en dejar de hacer que sea una prioridad pasar tiempo con esa persona o pensando en ella. El amor correspondido no deja de doler de la noche a la mañana, pero si no lo alimentamos convirtiéndolo en una obsesión y a través de la rumiación, sus repercusiones psicológicas y su relevancia se extinguirán sin más en cuestión de semanas.
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Cómo dejar de querer a quien no te valora
Para saber cómo seguir tu camino sin preocuparte de manera obsesiva por el hecho de que alguien no te ame, sigue estos pasos.
1. Evita los recordatorios
En la medida de lo posible, evita exponerte a contextos que te traigan recuerdos relacionados a esa persona. Hazlo de manera razonable, dado que a la práctica es imposible evitar esta clase de estímulos. Ten en cuenta los más relevantes, y adopta unos hábitos que no te hagan pensar en ellos.
Por ejemplo, cambia de bar para ir a tomar algo los fines de semana, o ve a pasear por otros lugares. Del mismo modo, es bueno que al principio no tengas contacto con esa persona, aunque eso no significa que debas adoptar una dinámica relacional hostil con ella.
2. Adopta una perspectiva distanciada
En casi cualquier situación es posible adoptar una perspectiva distanciada que nos permite analizar de un modo más calmado y objetivo lo que está pasando. Esto es muy útil a la hora de trabajar los problemas amorosos, ya que ayuda a desechar la idea de que el dolor psicológico que sentimos ante la frustración de no sentirnos amados describe lo que valemos.
Así, es una manera de tener una visión más realista y razonable de uno mismo, una que no esté sujeta a los sesgos pesimistas que aparecen al experimentar el desamor a causa del rechazo por parte de alguien que no nos valora.
A fin de cuentas, esa persona no nos conoce de un modo completo y exacto: su manera de percibirnos está condicionada por el modo en el que nos hemos relacionado con ella, que a su vez es una manera de interactuar que no hemos usado con otras personas y que de hecho no tiene por qué ser igual a lo que hacemos cuando estamos a solas.
3. Piensa en aquello que sabes de ti y que el otro no sabe
Haz un listado de cosas positivas que sabes acerca de ti y que crees que la persona que no te valora lo suficiente desconoce. El objetivo de esto no es preparar una lista de argumentos para convencerla de que te quiera, claro, sino un recordatorio de que más allá de la imagen de ti que refleja el modo en el que esa persona se relaciona contigo, tienes muchos puntos fuertes que no debes olvidar.
4. Date tiempo
Es importante no fijarse objetivos poco realistas acerca del tiempo que debe llevar recuperarse emocionalmente. Si crees que en tres días ya estarás bien y esto no ocurre, eso puede hacer que te obsesiones más con el problema, haciendo que dure más.
Así pues, lo mejor es no fijarse una meta temporal que marque un momento en el que debas sentirte bien. En vez de eso, fíjate metas en el día a día que no tengan que ver con sentirte de un modo u otro, sino con hacer determinadas acciones que te lleven a ilusionarte con otros proyectos en compañía o en solitario.
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