¿Por qué muchas parejas llegan al límite antes de pedir ayuda?

A veces, no se piensa en dar el paso de ir a terapia de pareja hasta que llega la ruptura.

¿Por qué muchas parejas llegan al límite antes de pedir ayuda?

¿ERES PSICÓLOGO/A EN ?

Destaca entre toda tu competencia profesional.

Desde chicos nos enseñan que los problemas de pareja se resuelven en privado. Que no hay que ventilar lo que pasa puertas adentro. Y así vamos creciendo, viendo discusiones que se repiten, silencios que se alargan, formas de tratarse que no siempre son sanas, pero que terminamos creyendo que son normales.

Algunas personas piensan que pelear todo el tiempo es parte de estar en pareja, porque así lo vieron toda la vida. Otras creen que discutir está mal, entonces se callan todo hasta que un día explotan. Y cuando eso pasa, ya no saben por dónde empezar a arreglar las cosas.

¿Por qué muchas parejas esperan a que todo esté al borde para buscar ayuda? Eso es lo que queremos explorar en este artículo.

Cuando la relación se pone cuesta arriba

Es normal que las parejas atraviesen desafíos en algún momento de la relación. No tiene nada de raro. Hay etapas que aprietan más que otras: cuando se van a vivir juntos, cuando llega un hijo, cuando cambia el ritmo de vida, cuando los hijos se van. Son momentos donde cambia todo, incluso uno mismo. Y, claro, si uno cambia, la relación también se mueve.

El problema no es que aparezcan esos momentos, sino que esas diferencias e inconvenientes se ignoren o se maquillen. Si no se habla de lo que duele, se acumula. Y lo que se acumula pesa. A veces una crisis no es más que eso: una señal de que hay cosas que necesitan ser miradas con más atención.

¿Qué está detrás de esas crisis?

A ver, no hay una sola causa, pero hay cosas que se repiten bastante y muchas veces las dejamos pasar porque “no es tan grave” o porque no sabemos que podrían tratarse mejor.

1. Se habla, pero no de lo importante

Una conversación no es solo intercambiar palabras. Hay parejas que hablan todo el día, pero nunca se dicen lo que realmente les pasa. Se evita lo incómodo, y al evitarlo, se va abriendo una distancia que después cuesta cerrar.

2. Cosas que se arrastran

Discusiones viejas, heridas que no se curaron, decisiones que se tomaron sin hablar… todo eso queda ahí, guardado. Y aparece después, en medio de una pelea por algo que, en teoría, no tenía tanto peso.

3. Cambios personales que afectan al vínculo

Cambiar de trabajo, perder a alguien cercano, enfermarse, mudarse… Son cosas que mueven mucho a nivel individual. Pero a veces olvidamos que eso también impacta en cómo nos relacionamos con quien tenemos al lado.

4. Desequilibrios que cansan

Cuando uno siente que siempre está dando más, cuando no se siente valorado o tomado en cuenta, empieza a desconectarse. Aunque esté físicamente presente, emocionalmente ya no está del todo ahí.

5. Diferencias en temas clave

La forma de criar a los hijos, el uso del dinero, el sexo, el tiempo libre, las relaciones con las familias… Si estos temas no se hablan de verdad, terminan siendo fuentes constantes de roce.

¿Cómo no llegar al punto de quiebre?

Muchos esperan a que no quede otra opción para pedir ayuda. Pero hacerlo antes ahorra mucho dolor. No hace falta que todo esté por romperse para empezar a cuidarse mejor. Entonces, ¿qué se puede hacer? Aquí damos algunas claves que podrían servir:

1. Decirse las cosas antes de estallar

Hablar cuando algo molesta o hiere, aunque incomode. Guardarse todo por miedo a generar conflicto solo termina generando conflictos más grandes.

2. Revisar cómo están cada tanto

No hace falta que sea algo formal. Basta con preguntarse de vez en cuando: “¿estamos bien?”, “¿qué nos gustaría cambiar?”. Pequeños chequeos ayudan a que no se acumulen tensiones.

3. Ir a terapia sin estar al borde del colapso

La terapia no es solo para “salvar” una relación que se está por romper. También sirve para prevenir, para entenderse mejor, para dejar de repetir patrones que duelen. Es un espacio donde cada uno puede expresarse sin miedo y donde se construyen nuevas formas de vincularse.

Un psicólogo no te dice qué hacer, pero sí te ayuda a ver las cosas desde otro lugar. A veces, lo que falta no es amor, sino herramientas para convivir de una manera más sana.

Cuando ya explotó: ¿se puede reconstruir?

Sí. Pero no con promesas vacías ni con discursos bonitos. Lo que se rompió no se arregla únicamente con palabras, sino con acciones. Hay que hacerse cargo, pedir perdón, demostrar que uno está dispuesto a cambiar y, sobre todo, volver a cuidar el vínculo.

No se trata de volver a como estaban antes. Porque lo de antes, en muchos casos, ya no funcionaba. Es construir algo nuevo, más real, más consciente. Y eso lleva tiempo, pero también puede ser muy valioso.

¿Por qué cuesta tanto pedir ayuda?

Porque nadie nos enseñó a hacerlo. Porque da miedo exponer algo tan íntimo. Porque creemos que es un fracaso. O porque pensamos que si el amor es fuerte, todo debería resolverse solo. Pero eso no pasa. El amor, por sí solo, no alcanza si no se lo cuida, si no se lo trabaja.

Buscar ayuda en estos escenarios es una forma de decir: “esto importa, quiero entender qué está pasando, quiero ver si podemos estar mejor”. Es una forma de cuidar y no tiene que ver con un fracaso.

Algunos pasos que ayudan

  • Reconocer lo que no está funcionando. Aunque incomode.
  • Escucharse de verdad. No solo para responder, sino para entender.
  • Hablar desde el respeto, no desde el enojo.
  • Hacer espacio para el otro. Con tiempo, con presencia, con atención.
  • Buscar apoyo si no pueden solos. Un terapeuta ayuda a ordenar, a ver más claro, a encontrar caminos.

Estar en pareja no significa que todo tiene que fluir siempre. Significa estar disponibles para atravesar los momentos buenos y también los que cuestan. Y pedir ayuda, cuando hace falta, es parte de ese cuidado.

Bárbara Zapico Salomón

Bárbara Zapico Salomón

Psicóloga De Pareja, Familia, Niños Y Adultos

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

Esperar a que todo esté a punto de romperse no es, precisamente, el escenario más ideal. Hablar antes, buscar apoyo, mirar hacia adentro y hacia el otro… todo eso puede evitar que algo que podría haberse trabajado termine en ruptura.

Newsletter PyM

La pasión por la psicología también en tu email

Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos

Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Bárbara Zapico Salomón. (2025, julio 23). ¿Por qué muchas parejas llegan al límite antes de pedir ayuda?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/pareja/por-que-parejas-llegan-al-limite-antes-de-pedir-ayuda

Psicóloga

Madrid
Terapia online

Psicóloga General Sanitaria experta en ofrecer asistencia psicológica a pacientes de todas las edades, tanto en terapia individual como en terapia familiar y de pareja, de manera presencial u online. Desde su consulta en la zona de Cahamartín realiza intervenciones psicológicas en casos de depresión, conflictos familiares, trastornos de la conducta alimentaria, crisis de estrés, y otros problemas habituales.

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese