¿Te sientes sola en tu relación de pareja?

Muchas mujeres se ven involucradas en relaciones de pareja insatisfactorias que llevan a la soledad.

¿Te sientes sola en tu relación de pareja?

Estando en consulta, una paciente me dijo que se siente sola a pesar de tener su pareja. Siente la carga de ejercer un oficio, de llevar a los niños al colegio, de ayudarles en sus tareas, de llevarlos al médico y de sentirse obligada a tener relaciones sexuales con él por miedo a que le sea infiel.

Esto es lo que dijo: “Sabes, estoy tan cansada de hacerlo todo yo, siento que él vive su vida mientras que yo le tengo su ropa y comida lista... De vez en cuando ayuda con cosas de la casa, pero su mayor preocupación es que ya no tengo la energía sexual que tenía antes de ser mamá. No sé qué rumbo tomar, porque lo quiero, pero tampoco sé qué hacer para que no me deje sola con todo”.

¿Una tendencia hacia la soledad?

Estudios realizados en Latinoamérica han deducido que el 54% de las personas que vive en pareja y tiene hijos pequeños, refiere sentirse solas en sus vidas. Han encontrado tres factores que influyen sobre está situación y son:

  • El efecto de las redes sociales sobre las maneras de expresión en el afecto (sin contacto, por emoticones, gif, vídeos, mensajes escritos y no verbales, etc.).
  • La sobrecarga laboral.
  • La preocupación financiera.
  • La hipermaternidad (autoexigencias de la madre por proteger a los niños de las condiciones de vida actuales).

Otros estudios realizados por la universidad Autónoma de México encontraron que el hecho de sentirse solo estando con una pareja, es consecuencia de:

  • La distancia comunicativa, que se da cuando las personas ya no comparten las historias de sus días con la seguridad de estar al lado de una persona de confianza para compartir sueños, ideales y planificar.
  • Sentir la ausencia de esa persona que se considera especial e íntima, generando a largo plazo frustración, fracaso y temor al cambio.
Me siento sola con pareja

Una dinámica de pareja que fomenta la soledad y la frustración

He encontrado en mi experiencia profesional que cuando prevalecen los intereses personales sobre los comunes, la relación de pareja entra en riesgo de acabarse.

También he observado que, a su vez, el juicio, la crítica y las amenazas destruyen la estima y construyen el monstruo de la intolerancia, llevando a que la comunicación sea inmanejable. Logramos un doctorado en gritos, maestría en indiferencia y somos profesionales en egoísmo (queremos tener la razón).

La supermaternidad, por otro lado, es un cuento de nunca acabar, porque muchas veces las mujeres tendemos a considerar en exceso a los hombres o peor aún, estamos convencidas de que no pueden hacer las cosas como nosotras. Y dejarles este mensaje en su mente es una manera de programarlos para que nos consideren únicas en el oficio, nos dejen a la cabeza de la crianza y utilicen ese tiempo en ellos.

La conclusión es que nos hemos hecho el autogol de la vida: nos sentimos solas, cansadas y sin líbido. Y curiosamente, en muchos casos los hombres se perciben solos y hasta desplazados por los hijos, acto seguido, las redes sociales y los planes entre amigos los esperan.

¿Qué hacer?

Si sientes que tu pareja y tú tenéis vidas separadas a pesar de convivir en un mismo espacio, lo primero que debes hacer es dialogar para saber cuáles son los intereses comunes (incluyendo el de comunicarse), luego escribir los pasos que cada uno puede dar mirando hacia la misma dirección. Y empezar a hacerlo hasta lograrlo.

Por ejemplo: definen que un interés en común es volver a tener citas juntos. Los pasos son:

  • Repartir tareas del cuidado de los niños.
  • Dejarlos al cuidado de una persona de confianza.
  • Llegar temprano el día de la cita.
  • Reservar un restaurante.
  • Utilizar palabras cariñosas, evitando silencios.
  • Y Entregarse por completo en ese momento.

Recuerda escribir cada cosa en la que trabajar juntos, y por cada una de ellas, escribe los pasos. Hay que avanzar por ellos progresivamente, y como regla, lo mejor es empezar por:

  • Tener conversaciones sin gritos
  • Un acuerdo de: evitar risas (porque puede que genere la sensación de burla)
  • Y estar dispuestos a escucharse.

Una manera de afrontar esta situación es reflexionando sobre:

  • ¿Cuáles son nuestros objetivos comunes y cómo ayudarnos a que los llevemos a cabo?
  • ¿Cómo hacer que funcione mi vida en pareja, sin justificarme en que no tengo tiempo?
  • ¿Qué podemos hacer para ayudarnos cuando estamos cansados por el exceso de responsabilidades y lograr una energía adecuada para tener intimidad sexual?
  • ¿Cómo llevar a cabo mis intereses personales, sin afectar los objetivos que tenemos en pareja?
  • ¿Qué requiero de mí, para ajustar las cosas que siento que están restando en mi relación de pareja?
Liliana Patricia Ojeda

Liliana Patricia Ojeda

Psicóloga/Colombia

Profesional verificado
Bogotá
Terapia online

Te invito a que contactes conmigo. Cuéntame tu sentir, qué opinas o si requieres ayuda terapéutica.

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