El rey de todos los juegos es sin duda, el fútbol.
Es una práctica tan humana y significativa en nuestra época como pocos fenómenos sociológicos puedan serlo ya que abarca los distintos campos de la naturaleza humana y es capaz de convocar a la globalidad del ser humano en sus distintos niveles de conciencia y expresión. Su práctica no conoce fronteras ya que se practica en los cinco continentes haciendo que el mundo entero gire alrededor del balón.
Fútbol: un fenómeno social… y psicológico
Tanto el éxito como el fracaso de un jugador provienen de una combinación de capacidades condicionales físicas, psicológicas y técnicas. Por este motivo y por la relevancia mundial de este deporte se hace necesario estudiar estos factores que afectan el rendimiento del deportista, posicionándose el estudio de la personalidad del futbolista como uno de los factores más determinantes para el éxito deportivo, siendo de gran utilidad ya que se trata de un territorio en el que las conductas van a depender más de los rasgos de personalidad de los jugadores que de su entorno.
La personalidad de los futbolistas
El conocimiento de la personalidad del jugador de fútbol, acorde con la posición que desempeña podría ayudar a mejorar el rendimiento del equipo en general, y se podría seleccionar al jugador para cada posición específica tomando en cuenta no solo sus habilidades físicas sino también sus rasgos de personalidad que permitirán que un jugador determinado funcione mejor en una posición y no en otra.
Definiendo conceptos
Pero para poder hablar de personalidad en el deporte y en el fútbol en particular, es necesario hacer una descripción en líneas generales de lo que es este constructo que llamamos personalidad.
¿Qué es la personalidad?
- La personalidad es un constructo hipotético, inferido de la observación de la conducta, no siendo una entidad en sí misma que no implica connotaciones de valor sobre la persona caracterizada.
- La personalidad incluye una serie de elementos (rasgos o disposiciones internas), más o menos estables a lo largo del tiempo, que hacen que la conducta de una persona sea consistente en diferentes ocasiones y distinta de la conducta que otras personas mostrarían en situaciones comparables. Estas características de la personalidad de naturaleza estable y consistente, permiten que podamos predecir la conducta de los individuos.
- La personalidad también incluye otros elementos (cogniciones, motivaciones, estados afectivos) que influyen en la determinación de la conducta y que pueden explicar la falta de consistencia y de estabilidad de la misma en determinadas circunstancias.
- La conducta será fruto tanto de los elementos más estables (ya sean psicológicos o biológicos) como de los aspectos más determinados por las influencias personales (percepción de la situación, experiencias previas), sociales o culturales. Estos rasgos individuales y generales surgen de una complicada combinación de determinantes tanto biológicos como producto del aprendizaje, y en última instancia comprenden el patrón idiosincrásico de percibir, sentir, pensar, afrontar y comportarse de un individuo (Millon, 1990).
Posición en el campo (demarcación) y personalidad: ¿existe correlación?
Una de las características fundamentales de este deporte es que cada jugador desempeña una posición táctica dentro del campo de juego, en el que se identifican cuatro categorías principales: los porteros, cuya función es evitar que le metan goles; los delanteros, para marcar goles; los defensas para defender la zona de peligro y los centrocampistas que son los que manejan estratégicamente la pelota en el centro del campo generando las jugadas encaminadas a la elaboración de goles.
Estas cuatro categorías se caracterizan también por tener sus determinados estilos de personalidad de acuerdo a una serie de disposiciones estables de respuesta que son los rasgos y que se definen como las tendencias globales que tiene cada jugador en particular a emitir una u otra clase de respuesta que determina su conducta y sus pensamientos característicos. Es decir, cada jugador, dependiendo de sus rasgos de personalidad, estaría predispuesto a responder de manera igual o similar ante diferentes tipos de estímulos.
Por este motivo, nace la inquietud no solo de conocer el perfil general del jugador de fútbol, sino también las diferencias individuales en cuanto a personalidad de acuerdo a la posición que cada jugador desempeña dentro del campo de juego ya que esto ayudaría al entrenador a su mejor ubicación dentro del campo; tener en cuenta la tolerancia a la frustración de sus goleadores, resistencia del portero ante la presión de los penaltis, agresividad de los defensas y la estabilidad emocional para ver cómo se influyen unos a otros dentro del mismo equipo, etc.
Rasgos generales de personalidad de un futbolista
Existen diferencias individuales donde la práctica deportiva se relaciona con un cierto número de rasgos de personalidad sobre todo en rasgos como extraversión, estabilidad emocional y responsabilidad, siendo estos los rasgos más asociados a deportes como el fútbol, aunque no los únicos, como veremos a continuación.
- Extraversión, que hace referencia a un sujeto activo, optimista, impulsivo y capaz de establecer fácilmente contactos sociales.
- Estabilidad emocional, que se refiere a un individuo sereno y despreocupado.
- Responsabilidad, que indica una tendencia a ser ordenado y orientado al logro.
Por tanto, los futbolistas a nivel general son equilibrados, extravertidos, estables emocionalmente, dominantes, agresivos, competitivos y ambiciosos. Están orientados al logro y a la cohesión de equipos, activos y con pocas manifestaciones depresivas (Pascual, 1989).
Distintas investigaciones también ponen de manifiesto que el jugador de fútbol presenta estos rasgos: Afabilidad, Abstracción, Dominancia, Animación, Atención de normas, Atrevimiento, Sensibilidad, Vigilancia, Aprensión, Apertura al cambio, Perfeccionismo y Tesón. (Guillen-García, 2007).
Más atributos y rasgos de los futbolistas
Los futbolistas también poseen estrategias defensivas y adaptativas en términos conductuales, lo que los define como jugadores que se caracterizan por una gran habilidad de percibir las situaciones de forma favorable y con una alta capacidad de atención, según Apitzsch (1994).
La imagen que dan a los demás son de personas sumamente narcisistas y egocéntricas (Elman y McKelvie, 2003).
Poseen altas puntuaciones en los factores de radicalismo, inteligencia y control. (O´Connor y Webb, 1976)
Los futbolistas se presentan como autosuficientes ya que tienden a buscar construir su propio futuro y que este solo dependa de ellos, individualistas y solidarios, además de tensos, enérgicos, impacientes, intranquilos y reactivos. (Marrero, Martin-Albo y Núñez, 2000).
Los futbolistas se definen como personas autorrealizadas, con confianza y seguridad en sí mismos, buscan la satisfacción de sus propias metas, optimistas, con buen humor, simpáticos socialmente y tienen un espíritu humanitario. (Bara, Scipiao y Guillen, 2004).
Los jugadores de fútbol en general pertenecen a la escala de Conformismo, lo que indica que son conformes con la autoridad, la respetan y acatan sus normas. (García-Naveira, 2008; Aparicio y Sánchez-López, 2000).
Los jugadores de fútbol en general son sujetos dominantes, manipuladores, agresivos, competitivos y ambiciosos en sus relaciones sociales (Apitzsch, 1994; García, 2004 y García-Naveira, 2008).
Estos jugadores se mueven y actúan frente a intereses individuales como la motivación para mejorar una habilidad personal, por ser reconocido como el mejor en su puesto, ser titular, entre otras; y motivaciones grupales como ganar una copa o campeonato(Díaz-Morales y García-Naveira, 2001). Son exigentes consigo mismos y brillantes, y mantienen alta su autoestima para que el entorno los conforte.
Esto indica que los jugadores de fútbol tienden a cumplir sus propias necesidades pero tomando en cuenta a los demás para tomar decisiones sobre metas de carácter grupal.
Aunque los futbolistas al ser deportistas grupales son más dependientes de sus propios compañeros, necesitan recurrir a los demás para buscar estimulación externa, constante búsqueda de atención por parte de los demás miembros del equipo, poseen confianza hacia el otro, autodominio y responsabilidad social en mayor nivel que los deportistas individuales Bara et al. (2004).
Como hemos visto, los jugadores de fútbol poseen un estilo de personalidad característica, pero además se establecen diferencias de acuerdo con la ubicación y el rol que cumpla cada jugador en el campo de juego (Portero, Defensa, Centrocampista y Delantero) de acuerdo con la posición táctica que desempeñan dentro del equipo (Millon 2001).
Diferencias de personalidad de los futbolistas según la posición que ocupan dentro del terreno de juego
1. Porteros
Se caracterizan por su intuición y porque su conocimiento deriva de lo concreto, confiando más en la experiencia directa u observable que en los jugadores que ocupan las demás posiciones.
Son jugadores que confían mucho en sí mismos, creen ser talentosos, competentes y muy egocéntricos.
Los porteros son los jugadores más capaces de asumir riesgos y son sumamente disconformes con las situaciones predecibles.
Son muy creativos, comunicativos, dominantes y agresivos y siempre están en constante búsqueda de estimulación y atención. Son simpáticos y brillantes pero también exigentes y prefieren satisfacer primero sus necesidades personales a las de los demás.
2. Centrocampistas
Se caracterizan porque son reflexivos, tienden a procesar en mayor medida conocimientos por medio de la lógica y lo analítico y son capaces de tomar decisiones basándose en su juicio y en su experiencia directa y observable (intuición). (García Narváez, 2010).
Son los más simpáticos del equipo (concordancia) y los que establecen los vínculos afectivos más fuertes con los demás jugadores y tienden a ocultar sus sentimientos negativos.
Son intuitivos, buscan lo abstracto y lo especulativo y toman decisiones basadas en sus propias reacciones afectivas y guiándose por sus valores personales.
3. Defensas
Se caracterizan por ser los jugadores más intuitivos. Confían en sí mismos y son muy competentes y talentosos.
Son jugadores que buscan su estimulación en los demás y están motivados a satisfacer primeramente las necesidades de los demás y no las de sí mismos.
Se ubican en la escala de sometimiento lo que indica que se relacionan de forma sumisa ante los demás y se conforman con las normas sostenidas por los demás.
4. Delanteros
Se caracterizan por ser los jugadores más sistemáticos. Son predecibles, organizados, perfeccionistas y eficientes, capaces de adaptar los conocimientos nuevos a los ya existentes, buscando así formas seguras y que den resultados de generar jugadas productivas y apegarse a estas sin salirse demasiado de ese patrón comprobado. (Pérez. M, Navarro. R, Navarro. R, Ruiz. J, Brito. E, Navarro. M. 2004).
Son receptivos, dominantes y socialmente agresivos, ambiciosos y obstinados (polaridad de control). Estos son los jugadores que actúan de modo más independiente y menos conformistas con lo predecible, además de no acatar normas comunes o tradicionales, asumiendo los riesgos (discrepancia).
Aunque son simpáticos socialmente y establecen buenos vínculos con los demás jugadores y lealtades fuertes, son los menos motivados a satisfacer primero las demandas de los demás.
Se inclinan hacia la escala de la Afectividad, lo que los describe como jugadores que toman decisiones basadas en sus propias reacciones afectivas y guiándose por sus valores personales.
A modo de conclusión
Por todo lo expuesto hasta aquí, se hace necesario un modelo integrador que tenga en cuenta variables estables en el tiempo como los rasgos o estilos de personalidad y otras variables más cambiantes como las metas, motivaciones y estilos cognitivos.
Referencias bibliográficas:
- Apitzsch, E. (1994). La personalidad del jugador de fútbol de élite. Revista de Psicología del Deporte, 6, 89-98.
- García-Naveira, A. (2004). Diferencias individuales en jugadores de fútbol a través del tiempo: Estilo de Personalidad y motivación. Memoria de Licenciatura. Departamento de Psicología Diferencial. Facultad de Psicología. Universidad de Complutense de Madrid.
- García-Naveira, A. (2007). Estudio de la personalidad en los deportistas desde los modelos de Cattell, Eysenk y Costa y McCrae. Cuadernos de psicología del deporte, 8(2),43- 51.
- García-Naveira, A. (2008). El estilo de personalidad en jugadores de fútbol de competición y diferencias en función de la demarcación. Cuadernos de psicología del deporte, 8 (2), 19-38.
- García-Naveira, A. (2010a). Diferencias individuales en estilos de personalidad y rendimiento en deportistas. Memoria para optar al grado de doctor. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos II. Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid.
- Millon, T. (2001). Inventario de Estilos de Personalidad de Millon. Madrid: TEA Ediciones.