Dentro del contexto social donde nos desarrollamos, independientemente de la región y la cultura, existe un sinfín de personalidades diferentes que definen a los individuos.
En este artículo nos centraremos en revisar cuáles son los rasgos más característicos de las personas frías y calculadoras, para entender mejor cómo piensan y el porqué de sus comportamientos, los cuales muchas veces pueden parecer un tanto insensibles para el resto de las personas.
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¿Cómo es realmente una persona fría y calculadora?
En nuestra sociedad se suele estigmatizar a las personas según el modo en que estas expresan sus emociones en determinadas situaciones; por ejemplo, si alguien no llora con una película que hizo llorar a los demás, o si no le parecen adorables los cachorritos, entonces se le tilda de insensible o de ser una persona fría. Por lo general, tal apelativo se aplica a personas que no exteriorizan sus emociones de un modo tan claro y directo como la mayoría de los seres humanos.
Las personas frías y calculadoras pueden funcionar emocionalmente bien, y no suelen tener problemas para expresar sus sentimientos cuando es menester hacerlo. Lo que las caracteriza está en su forma de pensamiento, la cual tiende a ser más estructurada y pragmática que la de otras personas.
Por ejemplo, las personas con este comportamiento suelen discriminar de manera concienzuda en qué momentos es oportuno expresar sus emociones, esto no significa que las repriman, se trata de poseer cierto grado de control sobre lo que se está sintiendo y tener la capacidad de escoger dónde prefieren expresarlo.
Por otro lado, a veces, las personas frías pueden expresar rasgos de persoalidad de tipo psicopático, pero esto no ocurre e todos los casos. La psicopatía es un concepto diferente vinculado a patrones de comportamiento de alienación social, algo que no tiene por qué darse en las personas frías.
7 rasgos comunes en personas frías emocionalmente
A continuación veremos algunas de las características más habituales sobre este tipo de personas.
1. Las frustraciones del pasado
Las experiencias pasadas pueden marcar a una persona en cuanto a su comportamiento posterior. Contrariamente a lo que se suele pensar, no todas las frustraciones son negativas, algunas sirven para dotarnos de un aprendizaje que nos hace mejores personas de cara al futuro.
Las frustraciones eugénicas aparecen con todos aquellos sucesos que aunque inicialmente representan un grado de incomodidad para el sujeto, posteriormente terminan en aprendizaje y crecimiento personal.
La otra cara de la moneda son las frustraciones patogénicas, las cuales no traen consigo ninguna característica positiva, sino que contrariamente dejan un trauma significativo en la vida del sujeto, este tipo de frustraciones deben tratar de evitarse en la medida de lo posible.
Las personas frías tienden a aprovechar las primeras y dejan pasar las segundas.
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2. Elevado nivel de racionalidad
Las personas que poseen este tipo de personalidad se caracterizan por presentar un nivel de racionalidad relativamente alto ante las diferentes situaciones de toma de decisiones que se les puedan presentar en la vida diaria. Son sujetos que no actuan ante el primer impulso, sino que evalúan el contexto de la situación antes de proceder.
De igual manera ocurre con las relaciones interpersonales que mantienen. Esto último no lo hacen desde una perspectiva idealizada de la otra persona, sino que son conscientes de que cada uno es un ser individual con gustos e intereses que no necesariamente deben ser compartidos por los demás.
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3. Preservan su integridad
Las personas que tienden a ser frías y calculadoras, por lo general, evitan verse involucradas en actividades que puedan representar riesgos innecesarios para su integridad, tanto física como psicológica.
4. Piensan varias veces antes de hablar
Otra característica frecuente en este tipo de personas es que no hablan a la ligera, sino que evalúan concienzudamente lo que están pensando, y se aseguran de que no resultara imprudente dar su opinión en determinados momentos.
5. Son sujetos suspicaces
A este tipo de sujetos se les dificulta confiar en los demás, suelen mantener una actitud de suspicacia ante la mayoría de las situaciones, lo cual es una circunstancia que deben aprender a canalizar para que no se convierta en una limitación. Es decir, esta tendencia no tiene por qué plasmarse en el hecho de desconfiar de todo el mundo constantemente.
6. Son metódicos
Existe una relación entre las personalidades frías y calculadoras y la conducta metódica, es decir, la tendencia a cuidar los detalles y realizar las tareas de manera escrupulosa. Cuando toca realizar alguna actividad, este tipo de personas necesitan hacer las cosas de manera estructurada y lo más secuencial posible para sentirse cómodos con el proceso. Evitan las dinámicas de trabajo caóticas, aspiran a que el proceso sea lo más simple posible.
7. Son independientes
El sujeto de carácter frío y calculador, aunque no presenta una imposibilidad marcada para relacionarse con los demás, tiende a ser una persona independiente por decisión propia. Se siente más cómodo realizando las actividades solo y además nota que tiene más control sobre su vida, algo muy valorado por quienes presentan este perfil psicológico.
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