Mesoridazina: características y efectos secundarios

Este tipo de antipsicótico puede causar efectos secundarios severos.

Mesoridazina

Existen diferentes tipos de antipsicóticos. Estos pueden clasificarse según su momento de aparición (de primera o segunda generación; típicos y atípicos) y según la clase de medicamentos a la que pertenecen.

En este artículo hablaremos de un antipsicótico en concreto: la mesoridazina, perteneciente a las fenotiazinas (un grupo de antipsicóticos). Conoceremos sus características, para qué se utiliza y sus efectos terapéuticos y adversos.

Los fármacos antipsicóticos

Antes de adentrarnos en la mesoridazina, que es un antipsicótico, vamos a explicar de forma resumida, qué son exactamente estos fármacos. Los antipsicóticos son fármacos, como su propio nombre indica, que alivian los síntomas psicóticos, tales como alucinaciones o delirios. Sin embargo, con frecuencia también se utilizan para tratar otros síntomas, como por ejemplo agitación o inquietud excesiva.

Es por ello que se prescriben con frecuencia a personas que padecen algún trastorno psicótico (como por ejemplo una esquizofrenia), pero también a personas que padecen confusión, delirium, agitación, trastornos del movimiento y tics (por ejemplo Gilles de la Tourette), etc.

Su mecanismo de acción implica un bloqueo de los receptores para la dopamina, lo que hace que los niveles de este neurotransmisor disminuyan (se ha observado cómo las personas con esquizofrenia presentan niveles anormalmente altos de dopamina).

Concretamente, los antipsicóticos bloquean un receptor denominado D2, que afecta a cuatro vías cerebrales: la mesolímbica, la nigroestriada, la mesocortical y la tuberoinfundibular. El bloqueo de estas cuatro vías produce diferentes efectos adversos, pero también los efectos terapéuticos deseados (estos últimos, mediante el bloqueo de las vías mesolímbica y mesocortical).

Ahora sí, vamos a hablar de la mesoridazina, un tipo de fármaco antipsicótico perteneciente al las fenotiazinas (un compuesto químico).

Mesoridazina

La mesoridazina (con nombre comercial: Serentil) es un fármaco antipsicótico (neuroléptico), que se utiliza para el tratamiento de la esquizofrenia, a fin de aliviar síntomas como las alucinaciones, los delirios y la agitación.

Concretamente, la mesoridazina es un neuroléptico de piperidina (un tipo de compuesto orgánico), y pertenece a una clase de medicamentos: las fenotiazinas. A su vez, es un metabolito de la tioridazina (otro fármaco antipsicótico típico de piperidina).

Por otro lado, cabe decir que, a día de hoy, la mesoridazina no se comercializa en todo el mundo. Ésta fue retirada del mercado en Estados Unidos en el año 2004, debido a sus efectos secundarios, que resultaron ser peligrosos.

Dichos efectos incluían: latidos cardíacos irregulares y prolongación del intervalo QT del electrocardiograma. Destacar que la prolongación del intervalo QT puede generar arritmias ventriculares en el paciente.

Indicaciones

La indicación principal de la mesoridazina es la esquizofrenia. Se utiliza, como hemos visto, para tratar sus síntomas asociados, que son: alucinaciones, delirios y agitación.

Así, la mesoridazina resulta eficaz para tratar los síntomas psicóticos, pero también otros como la agitación, la inquietud o la tensión, síntomas más típicos de los trastornos de ansiedad.

Efectos a nivel cerebral

La mesoridazina tiene diferentes efectos en el cerebro: efectos antidopaminérgicos (lo que se traduce en una disminución de la dopamina), antiadrenérgicos centrales (disminución de la adrenalina), antiserotoninérgicos (disminución de la serotonina) y anticolinérgicos muscarínicos (estos últimos, débiles).

Fenotiazinas

Hemos visto que la mesoridazina pertenece a la clase de medicamentos de las fenotiazinas. La mesoridazina se incluye dentro de este grupo junto a otros fármacos, tales como: la piperacetazina, la pipoptiazina, la propericiazina, la sulforidazina y la tioridazina.

Pero, ¿qué son exactamente las fenotiazinas? Se trata de un compuesto químico, de color amarillento/verdoso. Su estructura está formada por tres anillos; concretamente, su núcleo tricíclico está formado por dos anillos de benceno, un átomo de azufre y un átomo de nitrógeno.

Así, las fenotiazinas se consideran en realidad un grupo de antipsicóticos. A su vez, éstas se dividen en tres subgrupos (que se diferencian por su estructura química y por sus propiedades farmacológicas): las piperidinas, las piperazinas y los compuestos alifáticos. La mesoridazina en concreto pertenece al primer grupo, el de las piperidinas (como ya hemos visto).

Dosis y formato

La mesoridazina se comercializa a través de diferentes formatos: inyección, concentrado líquido y en tabletas (pastillas). Generalmente la mesoridazina se toma en formato tabletas, pero esto variará dependiendo del paciente (de su perfil y de sus necesidades).

Normalmente, se recomienda tomarla concentrada en agua o con zumo de naranja. En caso de tomar mesoridazina en formato inyección, se recomienda descansar durante media hora, como mínimo, después de su administración.

Las dosis deben ser prescritas por el médico, que generalmente pauta dosis regulares y diarias. Es importante no dejar de tomar la mesoridazina (así como la mayoría de fármacos) de forma repentina, y mucho menos sin consultar al especialista; de hacerlo, podrían empeorar los síntomas preexistentes.

Efectos secundarios

Como la mayoría de fármacos, la mesoridazina también tiene efectos secundarios. Los más habituales son: aumento de peso, inquietud, ansiedad, estreñimiento, dolor de cabeza, diarrea, náuseas, vértigos, vómitos y cambios en el apetito.

Efectos más graves

Los efectos mencionados son los más frecuentes, aunque si aparecen otros de más gravedad, es importante acudir cuanto antes al especialista; hablamos de síntomas como (solo son algunos de ellos):

  • Cambios en la visión
  • Confusión
  • Dificultades para respirar o tragar
  • Orina de color más oscuro (por ejemplo marrón)
  • En mujeres: producción de leche materna (cuando no se está amamantando)
  • Aumento de las tetillas o los pechos
  • Cambios en el estado de ánimo (por ejemplo síntomas depresivos y/o ansiosos)
  • Cambios conductuales
  • Dolor de pecho
  • Pulso cardíaco irregular o rápido
  • Fiebre
  • Aumento de la sed
  • Convulsiones
  • Etc.

Otros efectos graves

Por otro lado, mencionar especialmente tres efectos secundarios graves que puede provocar la mesoridazina: la acatisia, la discinesia tardía y el síndrome neuroléptico maligno (SNM). Estos consisten en:

1. Acatisia

La acatisia, uno de los posibles efectos secundarios de la mesoridazina consiste en la incapacidad para mantenerse quieto/a junto a una sensación de intranquilidad.

2. Discinesia tardía

La discinesia tardía es un efecto secundario muy típico de los antipsicóticos. Consiste en un trastorno del movimiento, que engloba una serie de síntomas que incluyen principalmente movimientos involuntarios.

3. Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM)

Finalmente, el Síndrome Neuroléptico Maligno incluye síntomas como la rigidez, la fiebre, la disnea y las arritmias. Se trata de un síndrome muy grave pero infrecuente, que puede ocasionar la muerte, y que dura entre 5 y 15 días en caso de no morir.

El SNM puede ser causado por múltiples antipsicóticos, no solamente por la mesoridazina.

Referencias bibliográficas:

  • Stahl, S.M. (2002). Psicofarmacología esencial. Bases neurocientíficas y aplicaciones clínicas. Barcelona: Ariel.
  • Vogel, M., León, F., Torres, R.y Crossley, N.A. (2017). Antipsicóticos de primera y segunda generación en esquizofrenia: eficacia, efectividad y efecto de la dosis utilizada. ARS MEDICA, Revista de Ciencias Médicas, 42(1): 41-48.

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Laura Ruiz Mitjana. (2020, enero 21). Mesoridazina: características y efectos secundarios. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicofarmacologia/mesoridazina

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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