Muchos de los problemas psicológicos que las personas experimentan tienen que ver con tener una baja autoestima. Cuando esto ocurre, las expectativas que se tienen acerca de lo que uno mismo puede hacer y lo que no se vuelven tan pesimistas que se produce un estancamiento y, a su vez, un sentimiento de inseguridad y de tristeza a causa de las comparaciones con los demás.
La suma de estos fenómenos psicológicos dan lugar a consecuencias como las dificultades para relacionarse, la adopción de un estilo de atribución que ubica en uno mismo la culpa de todo lo malo que ocurre, y muchos otros efectos indeseables.
En este artículo veremos cómo ayudar a una persona con baja autoestima, siempre teniendo en cuenta que es ella la que debe impulsar ese cambio a mejor que quiere ver en su vida, y que nosotros tan solo facilitaremos que tenga éxito en ello.
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Cómo ayudar a una persona que tiene baja autoestima
Las pautas que verás a continuación son principios básicos de actuación a la hora de ayudar a que otra persona vaya construyendo una autoestima más alta, dando por supuesto que puedes tratar con esa persona de manera frecuente. Esto último es importante, ya que eliminar viejas creencias (en este caso, relacionadas con uno mismo) y modificar los hábitos de pensamiento es algo que cuesta mucho, y no se consigue de la noche a la mañana.
1. Pídele que diga cosas buenas y cosas malas sobre ella
Esto puede abarcar tanto habilidades y capacidades físicas o mentales como aspectos de la personalidad. Con resaltar tres o cuatro elementos ya es suficiente, ya que lo importante no es tanto tener en cuenta lo bueno de uno mismo, sino aprender que lo que antes parecía vacío de virtudes y propiedades deseables, en realidad sí las tiene. En este sentido, una vez nombrados esos fallos y esas fortalezas, es bueno que tú también hables sobre aspectos positivos de esa persona a la que intentas ayudar, para ver cómo se combinan con las que ha nombrado.
2. Reflexionad juntos sobre sus “debilidades”
Este paso se realiza sobre el consejo anterior, y tiene que ver con modificar el modo en el que se piensa en esas debilidades percibidas por uno mismo. Esto es importante, porque las personas con baja autoestima tienen una visión más bien simplista sobre sí mismas (al verlo todo de un modo tan pesimista, su autoconcepto no tiene demasiados matices), y pensar en esos aspectos de uno mismo y ver cómo encajan con la realidad, razonando de una manera crítica, rompe con esa idea de que no hay mejora posible.
Así pues, la idea no es hacer ver que esos fallos personales no existen, sino empezar a ver que su importancia es relativa, por un lado, y que se puede mejorar en esos aspectos.
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3. Revisad el estilo de atribución
Pídele que rememore las últimas experiencias vitales negativas o dañinas que cree que han sido culpa tuya. Planteándole preguntas sobre estos acontencimientos, se puede hacer que empiece a ver esas vivencias de otra manera, como algo que tiene varias causas, muchas de las cuales no tienen que ver con uno mismo. De este modo, cada vez que tenga la tentación de asumir que algo malo de lo que ha ocurrido es su culpa, será más probable que se pare a analizar detalladamente lo que de verdad ocurre.
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4. Anímale a desarrollar compasión hacia su persona
El simple hecho de tener en cuenta que se sale de una mala época (marcada por la baja autoestima) hace que los posibles fallos que se vayan a cometer en el futuro sean vistos de otra manera. Si no se parte en igualdad de condiciones que el resto, es injusto compararse: otros no tienen que lidiar con las inseguridades y el problema de autoestima de los que se intenta desprender. Se trata más bien de una lucha personal, en las que las comparaciones están de más.
5. Ve con esa persona a hacer ejercicio
Este es uno de los consejos más útiles, ya que hacer deporte regularmente permite combatir los problemas de autoestima de diferentes maneras. Por un lado, se crea un objetivo cuya consecución no se basa en planes complicados ni confusos, sino más bien en el esfuerzo constante y el hecho de no darse por vencido. Esto motiva y aporta un componente de propósito que falta en la vida de muchas personas con problemas de autoestima.
En segundo lugar, sus resultados se notan estéticamente y pueden ser comprobados de manera pasiva por otras personas, lo cual hace que las expectativas de causar una mala impresión disminuyan. Finalmente, estar más sano hace que se esté de mejor humor en general, de manera que se tiende a evocar más recuerdos positivos, y esto repercute en la autoestima.
6. Dado el caso, anímale a ir al psicólogo
En algunos casos extremos es necesario acudir a un profesional de la psicología para que intervenga mediante sus servicios de terapia. Ayuda a esa persona a decidirse a ir al psicólogo, y si es necesario ayúdale a elegir centro al que acudir.