Últimamente se escucha con frecuencia la palabra hábito y más aún se escribe mucho de este término y se encuentra como ingrediente fundamental para lograr lo que queremos.
Por ejemplo; hábitos para incorporar el deporte en tu día a día, hábitos para integrar alimentos saludables en tu vida, hábitos para mejorar la autoestima, pero ¿Qué os sugiere la palabra hábito?
¿Qué es un hábito exactamente?
Un hábito es un comportamiento que llevamos a cabo en nuestro día a día, forma parte de nuestra rutina y lo ejecutamos en piloto automático, sin cuestionarlo.
Existen hábitos saludables como aplicarse crema corporal después de la ducha. Sin embargo, nuestra rutina está compuesta por malos hábitos o hábitos no saludables que al realizarlos en piloto automático, generalmente no los cuestionamos ya que ni siquiera nos percatamos de que estamos llevando a cabo ese comportamiento determinado.
Los hábitos no saludables son aquellos que son perjudiciales para la salud y están generados por problemas subyacentes, estos problemas generalmente son emocionales. Es decir, por emociones negativas mal gestionadas.
Hábitos negativos que nos perjudican
Actualmente las emociones negativas más comunes son el estrés y la ansiedad. Sin descartar la frustración, la preocupación, la envidia...
Estas emociones conllevan hábitos no beneficiosos, como sería en el caso de morderse las uñas, fumar, revisar insistente y frecuentemente las redes sociales, comer entre horas cuando no se tiene hambre, es decir, por gula, entre otras muchas rutinas que no aportan nada positivo a nuestras vidas.
Pasos y estrategias para abandonar un mal hábito
¿Te ha pasado o te está pasando? ¿Estás cansado/a de estos malos hábitos? ¿Quieres cambiar estos hábitos y no sabes cómo?
En este artículo te animo a que pongas en marcha las estrategias y ejercicios que te propongo para reemplazar hábitos no saludables por hábitos saludables, positivos, beneficiosos y productivos, así que si quieres: ¡aquí y ahora empezamos!
1. Identifica un hábito que no te guste y con el que no te sientas bien
El primer paso parece obvio, pero es crucial. Debemos detectar cuál es exactamente ese hábito que está limitando nuestra vida y que deseamos eliminar de nuestra vida. Una vez sepamos exactamente cuál es, todo lo que sigue es mucho más sencillo.
2. Decide cambiar
Para desprenderte de un mal hábito tienes que ser consciente del daño que éste te está haciendo, anotando sus consecuencias. Para reforzar esta decisión anota los beneficios que obtendrás cuando te hayas desprendido del mal hábito.
Recuerda que cambiar y liberarse de un mal hábito no se consigue sólo con la decisión, conlleva trabajo, esfuerzo, fuerza de voluntad y llevar a cabo los pasos que te propongo, así que no dejes de leer.
3. ¿Cuántas veces aparece el mal hábito?
Anota cuántas veces repites el mal hábito a lo largo del día y regístralo durante 21 días.
4. ¿Qué o quién le da vida a tu mal hábito?
Identifica, observa, sé consciente de qué o quién le da vida a tu mal hábito y anótalo. ¿Sientes ansiedad cada vez que tienes que hablar en público y esto hace que bebas mucho café? ¿Sientes ansiedad cada vez que tienes que enfrentarte a una entrevista de trabajo y esto hace que fumes más? ¿Comes en exceso sin hambre a medida que se acerca una reunión familiar programada? ¿Realizas quejas y críticas constantes cuando visitas las redes sociales? ¿Comes entre horas cuando estás nervioso/a?
Tomando como ejemplo el último caso: el hábito no saludable es comer entre horas y lo que le da vida es este estado de nerviosismo. Anota qué o quién te genera este estado de nerviosismo.
5. Reemplaza el hábito no saludable
Reemplaza, cambia el mal hábito por un hábito saludable, así es menos difícil ya que el hábito al ser un comportamiento y por tanto una rutina, nos ocupa parte de nuestro tiempo.
Eliminar el mal hábito sin más es imposible ya que tendremos sensación de vacío y esto puede hacer que caigamos otra vez en el mal hábito. Por eso, es importante elegir un hábito saludable que reemplace el mal hábito y comportarnos como realmente queremos.
6. Recompénsate
A medida que vayas adquiriendo el hábito deseado recompénsate. Aparte de sentir y experimentar los beneficios del hábito saludable, felicítate recompensándote con algo que te resulte gratificante por estar consiguiendo lo que te propones.
Ahora con estos seis ejercicios sí estás preparado/a para eliminar cualquier hábito que no te guste, que no te haga sentir bien, que no sea beneficioso para tu salud y reemplazarlo por un hábito, una rutina, un comportamiento saludable, beneficioso y constructivo.
Recuerda, con un día de entreno en el gimnasio no se obtienen los resultados físicos deseados, lo mismo sucede con la mente y las emociones, trabaja a diario sé tenaz, ten fuerza de voluntad y sé perseverante por conseguir la vida saludable que deseas y mereces.
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