En ciertos contextos de la vida, muchas personas sienten el deseo de olvidar a ciertas personas que fueron importantes para ellas en el pasado. Ocurre sobre todo cuando los recuerdos de ese tipo resultan emocionalmente dolorosos; por ejemplo, tras sufrir un desengaño o tras tener que desprenderse de planes de futuro que habían sido ilusionantes.
Rupturas, procesos de duelo, despidos del trabajo… Cada uno puede tener sus motivos para sentirse atemorizado por recuerdos dolorosos, pero lo cierto es que en ocasiones es bueno tomar medidas ante esa forma de malestar.
En este artículo repasaremos algunas de las claves psicológicas acerca de cómo olvidar a alguien, aunque no sea de manera definitiva y obedezca simplemente a la voluntad de sentirse mejor en un mal momento.
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¿Cómo olvidar a alguien?
Para entender las claves acerca de cómo olvidar a una persona, primero es necesario conocer de qué manera funciona la memoria de los seres humanos.
Una vez que hemos conocido a una persona, esa información es procesada de manera inconsciente por nuestros procesos mentales superiores; esto es, los procesos mentales ligados a nuestra capacidad para pensar en conceptos muy abstractos. Al ver y hablar por primera vez con alguien (por ejemplo, cuando nos presentan a una persona en una fiesta), esa experiencia hace que creemos en nuestra memoria una mezcla de ideas e impresiones que asociamos a ese individuo: amable, divertido, humilde, torpe, etc.
Esa mezcla de ideas quedan interrelacionadas formando en nuestra mente una noción de la identidad de esa persona a la que hemos conocido, y a medida que la relación progresa, vamos añadiendo más elementos a esa red de ideas que a la vez se comportan como recuerdos. Por eso, el recuerdo que tenemos acerca de esa persona es un conjunto de ideas y recuerdos conectados entre sí, los cuales a su vez se conectan a otros contenidos de nuestra mente (por ejemplo, la persona que nos la presentó, la persona que organizó la fiesta, etc.). Cuando más conocemos a alguien, más complicado es que las experiencias del día a día dejen de recordarnos a ese individuo, porque hay más "rutas mentales" que nos conducen a la representación mental de él que hemos creado en nuestra cabeza.
Así pues, olvidar a alguien no consiste en eliminar totalmente el recuerdo que tenemos de esa persona, entre otras cosas porque eso es imposible: implicaría tener que suprimir lo que en realidad es una combinación de muchísimos conceptos, ideas y sensaciones que asociamos a él o a ella. De lo que se trata es de hacer lo necesario por no pensar un y otra vez a través de esas rutas mentales que nos llevan a rememorar siempre a ese amigo, esa expareja... Para ello, debemos debilitar esa red de recuerdos que hemos vinculado entre sí, haciendo que se vinculen más con otros aspectos de nuestras vidas.
El rostro, la voz, el color de piel, etc. Son algunas de las primeras características que internalizamos de los otros en el momento de conocerlos, a medida que vamos conociendo en mayor grado a alguien descubriendo nuevas cosas en esta persona y son cada vez más las características que memorizamos. Conocer a alguien es un proceso que lleva tiempo, y olvidar a alguien, también.
Así, el término “olvidar a alguien” hace referencia a un estado de superación que se alcanza cuando el recuerdo de una persona ya no nos afecta de manera negativa. Veamos de qué manera se puede conseguir.
1. Adoptar una perspectiva más realista
Ver las cosas como realmente están pasando y no como nos gustaría que fueran. Evita la negación, enfrenta la realidad tal y cual es, a pesar de que en este momento no te agrade. Esto evitará que pierdas tiempo y energía tratando de cambiar algo que no puedes. Este es uno de los mejores consejos acerca de cómo olvidar a alguien que tiene problemas para aceptar el modo en el que su vida ha cambiado últimamente.
2. No aferrarnos al pasado
Entiende que el tiempo está en constante andar, y eso significa que las circunstancias pueden cambiar de un momento a otro; debemos adaptarnos a los cambios. Empeñarse en que las cosas siempre sean iguales es irracional e insano.
3. Evitar reprimir nuestras emociones
No tenemos por qué callarnos lo que sentimos. De hecho, expresar nuestras emociones ayuda en gran medida a olvidar a alguien. Debemos permitirnos la posibilidad de decir lo que sentimos. Podemos hablarlo con un buen amigo, o ir a terapia, si hace falta.
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4. Retomar antiguos pasatiempos
Tomar tiempo para reencontrarnos con nosotros mismos es fundamental cuando pretendemos olvidar a alguien. Volver a hacer actividades que antes nos generaban disfrute es una buena manera de hacerlo; esto ayuda a centrar nuestra mente en nosotros y es una manera de prevenir pensamientos intrusivos.
5. Darnos la oportunidad de conocer nuevas personas
Llegado el momento, una vez que nos hemos tomado tiempo para reencontrarnos con nosotros mismos, es bueno interactuar con personas nuevas. Brindarnos la posibilidad de conocer a alguien y disfrutar del proceso. No todos los hombres son iguales, ni las mujeres tampoco…
6. Evitar el estado de constante ansiedad
Si realizamos una y otra vez rutinas que nos llevan a estar ansiosos, como por ejemplo fumar o dejar "para más adelante" nuestras responsabilidades, seremos más propensos a atraer a nuestra mente recuerdos angustiantes. Pero si evitamos esa ansiedad innecesaria, con el paso del tiempo iremos dejando de alimentar esa red de recuerdos vinculados a la persona que queremos olvidar.
Que nos hayan fallado en el pasado no significa que vaya a pasar lo mismo en el futuro. Las malas experiencias nos sirven como enseñanza; lo ideal es nutrirnos de ellas para darnos cuenta de en qué aspectos de nuestra personalidad debemos trabajar para hacernos más fuertes ante las adversidades.
No tenemos que pensar que nos irá mal en el futuro, porque no tiene por qué ser así.
7. Evitar el contacto innecesario
Esto se refiere a disminuir de manera voluntaria la probabilidad de tener información sobre la persona que queremos olvidar. Evitar las llamadas, los mensajes de texto, los encuentros “accidentales”... incluso es recomendable eliminar a la persona de las redes sociales para no toparnos con sus actualizaciones.
8. Librarnos de la intimidad con esa persona
Mientras menos cercanos seamos con la persona que deseamos olvidar estaremos más cerca de conseguirlo. Esto incluye tanto la intimidad física como la emocional. Evitar tener conversaciones largas y profundas con esa persona es un objetivo que debemos alcanzar.
Acostarte con alguien que quieres olvidar es contraproducente para ambos sexos, pero resulta especialmente perjudicial para las mujeres. La intimidad física causa que las mujeres produzcan oxitocina, una hormona que desencadena sentimientos de conexión y afecto.
9. Alejar de nuestra vista cualquier recuerdo
Aunque hayamos logrado cortar los vínculos de contacto con la persona que deseamos olvidar, nos resultará particularmente difícil hacerlo si tenemos en lugares visibles de nuestra casa objetos que nos traigan el recuerdo de esa persona, por ejemplo cartas, regalos de aniversario, etc.…
Lo ideal es alejar esas cosas de nuestra vista. No tenemos que tirarlas a la basura, basta con guardarlas en un lugar donde no estén expuestas a nuestros ojos.
10. Entender que todo es efímero
Este paso es fundamentalmente importante para nuestro objetivo, y es que si logramos cambiar nuestro pensamiento sobre las relaciones sociales también conseguiremos que se nos haga más sencillo lidiar con los procesos naturales de la sociedad.
El olvido es parte natural de la vida social. Teniendo en cuenta que nada dura para siempre podremos disfrutar de manera sana de nuestras relaciones, regocijándonos de los buenos momentos y afrontando los malos. Si toca decir adiós, seremos capaces de hacerlo con la frente en alto, sabiendo que siempre habrá nuevas personas, nuevas experiencias.
Para concluir
Dependiendo de nuestras características de personalidad puede que unos pasos acerca de cómo olvidar a alguien se nos hagan más sencillos que otros; debemos ser capaces de identificar esto y poner especial empeño en aquellos que se nos compliquen.
Y si consideras que vale la pena contar con ayuda profesional, existen psicoterapeutas especializados en ruptura de pareja que pueden ser muy útiles, y que además pueden atenderte tanto de forma presencial como online.