Has probado de todo: meditar, hacer deporte, leer sobre el tema, intentar distraerte. Incluso has hablado con amigos sobre cómo te sientes. Pero, por alguna razón, parece que cuanto más te esfuerzas en controlar la ansiedad, más fuerte se vuelve. Es frustrante, ¿verdad? ¿Por qué, a pesar de buscar mil soluciones, nada parece funcionar?
Lo que ocurre es que, muchas veces, el problema no está en lo que hacemos para intentar calmar la ansiedad, sino en cómo intentamos evitar sentirla. Y aquí es donde surge esa sensación de que, por más que lo intentas, la ansiedad sigue ganando la partida.
¿Por qué controlar la ansiedad parece empeorarla?
Parece lógico: si algo nos causa malestar, nuestra reacción natural es intentar controlarlo o evitarlo. Pero con la ansiedad, esta estrategia no suele funcionar. De hecho, puede ser que al intentar controlar cada pensamiento o sensación, estés alimentando ese ciclo de malestar.
-
Cuanto más intentas no pensar en algo, más presente está. Es el famoso "no pienses en un elefante rosa". Lo mismo sucede con la ansiedad. Cuanto más te esfuerzas en suprimirla, más aparece en tu vida, generando una batalla interna que agota.
-
La ansiedad se retroalimenta de la lucha. Imagina que la ansiedad es como una alarma que se dispara en tu cuerpo y tu mente. Intentar "controlarla" sin entender qué la está activando, a menudo solo hace que esa alarma siga sonando. Esa lucha constante crea más tensión y, con el tiempo, se convierte en una carga emocional que parece imposible de soltar.
-
¿Y si la clave no está en controlar, sino en entender? A veces, el problema no está en la ansiedad en sí misma, sino en cómo nos relacionamos con ella. Muchas veces, lo que necesitamos no es encontrar una nueva técnica para evitarla, sino aprender a escucharla, a comprender qué es lo que realmente está pasando dentro de nosotros.
Reflexiones para empezar a entender la ansiedad
Si te sientes identificado/a con esta lucha constante, puede que sea útil empezar a hacerte algunas preguntas diferentes. Aquí te dejo algunas reflexiones que pueden servir como aperitivo de lo que exploramos en terapia:
-
¿Qué me está tratando de decir mi ansiedad? En lugar de preguntarte cómo eliminarla, quizás puedes empezar a preguntarte qué situaciones o emociones están detrás de ella. ¿Es miedo a algo? ¿Inseguridad? ¿Algo que no has querido enfrentar?
-
¿Qué pasa cuando dejo de pelearme con la ansiedad? A veces, solo con dar un pequeño paso hacia aceptar que la ansiedad está ahí, en lugar de intentar suprimirla, ya cambia la dinámica. ¿Cómo sería si, por un momento, no lucharas contra ella? ¿Qué emociones o pensamientos aparecerían si le dieras un espacio?
-
¿Qué necesito realmente en este momento? Muchas veces, intentamos "arreglar" la ansiedad buscando mil soluciones externas: libros, técnicas, distracciones. Pero, ¿y si el problema tiene más que ver con algo que estamos evitando, con necesidades emocionales no atendidas? Pregúntate: ¿Qué me está faltando? ¿Qué parte de mí necesita más atención o cuidado?
Estas preguntas son el inicio de un proceso que no tiene tanto que ver con "controlar" la ansiedad, sino con aprender a entenderla y a relacionarte de una forma más saludable con ella. Esto es precisamente lo que trabajamos en terapia, porque a veces la clave no está en luchar, sino en escuchar.
¿Por qué buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia?
Seguramente ya has probado muchos métodos para intentar manejar la ansiedad por tu cuenta. Y aunque algunas cosas pueden haber funcionado momentáneamente, si te sientes atrapado/a en este ciclo, puede ser un buen momento para considerar dar el paso hacia la terapia.
En SAFE Psicología, nos centramos en trabajar contigo desde una perspectiva integradora. No se trata de "recetar" más técnicas de control, sino de ir al fondo de lo que está ocurriendo en tu vida. En este espacio, exploramos qué está alimentando la ansiedad, qué situaciones o emociones están quedando en segundo plano, y cómo podemos cambiar la forma en que te enfrentas a esos momentos.
Utilizamos enfoques como la terapia EMDR, que ayuda a reprocesar eventos pasados o patrones emocionales que podrían estar desencadenando tu ansiedad. Además, trabajamos con herramientas de regulación emocional y mindfulness para que puedas sentirte más en control, pero desde un lugar de calma y aceptación, no de lucha constante.
Reflexiona y da el primer paso hacia el cambio
Si has llegado hasta aquí, quizás ya te hayas dado cuenta de que la ansiedad no desaparece solo por intentar "controlarla" más. La terapia es una oportunidad para empezar a hacerte las preguntas correctas, explorar qué es lo que realmente está pasando en tu vida y encontrar nuevas formas de gestionar el malestar sin sentir que estás atrapado/a en una batalla constante.
Te invito a reflexionar: ¿Cómo sería mi vida si, en lugar de luchar contra la ansiedad, pudiera aprender a convivir con ella sin que me controle? Y si te resuena esta idea, quizás sea el momento de considerar dar un paso más allá.
En SAFE Psicología, estamos aquí para acompañarte en ese proceso. Agenda una llamada informativa con nosotras, y te contaremos cómo podemos trabajar juntos para entender y gestionar tu ansiedad de una manera más saludable y liberadora. Recuerda, no se trata de controlar, sino de entender.